Estoy leyendo ahora la novela Oscar Wilde y una muerte sin importancia, de Gyles Brandreth, según la traducción de Alejandro Palomas publicada por Ediciones Plata.
La novela cuenta como protagonista, sí, a Oscar Wilde, y también a Arthur Conan Doyle, a quien ya conocemos en estas páginas. La originalidad de la novela estriba en presentar a Wilde como un portento en la deducción… frente a Conan Doyle. Si a eso, añadimos los propios toques de la personal personalidad de Wilde, la novela promete.
El autor “entre 1992 y 1997 fue Miembro del Parlamento británico” según se nos informa en la solapa de la cubierta.
Tal vez eso le haya ayudado para este breve diálogo que encontramos en la página 31:
“Conan Doyle preguntó:
– ¿Cowley Street… es una calle respetable?
– No lo sé –respondió Oscar con una sonrisa–. Está muy cerca del Parlamento”
Como dicen en las películas, cualquier relación entre esta anotación y la anterior, es pura coincidencia.
Ya, pero eso quiere decir que hay relación, ¿no?
“– No lo sé –respondió Oscar con una sonrisa.”
La novela cuenta como protagonista, sí, a Oscar Wilde, y también a Arthur Conan Doyle, a quien ya conocemos en estas páginas. La originalidad de la novela estriba en presentar a Wilde como un portento en la deducción… frente a Conan Doyle. Si a eso, añadimos los propios toques de la personal personalidad de Wilde, la novela promete.
El autor “entre 1992 y 1997 fue Miembro del Parlamento británico” según se nos informa en la solapa de la cubierta.
Tal vez eso le haya ayudado para este breve diálogo que encontramos en la página 31:
“Conan Doyle preguntó:
– ¿Cowley Street… es una calle respetable?
– No lo sé –respondió Oscar con una sonrisa–. Está muy cerca del Parlamento”
Como dicen en las películas, cualquier relación entre esta anotación y la anterior, es pura coincidencia.
Ya, pero eso quiere decir que hay relación, ¿no?
“– No lo sé –respondió Oscar con una sonrisa.”
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