jueves, 13 de marzo de 2014

Tablas para no perder ni hilo ni compás

Allá por el año 1944 se me ocurrió de repente un argumento: era La vida en un hilo. Siempre me ha preocupado la influencia decisiva que tiene la casualidad en nuestras vidas, (…)
La idea era buena. Una mujer joven conoce a dos hombres el mismo día; (…)
La idea era golosa. Me puse a trabajar en ella, y en pocos días terminé el guión. (…)
Como estaba seguro del éxito, decidí producir yo mismo la película, y entre un poco de dinero que tenía y otro poco que me prestó un Banco, realicé el film, que, a pesar de notarse la falta de recursos técnicos y económicos, daba la historia con toda claridad. Lo interpretaron Conchita Montes, que comenzaba su carrera de actriz y todavía no poseía los recursos y la técnica que tuvo después; (…)
(…) Una vez pasado el tiempo en que me podían favorecer, todos los periodistas cinematográficos empezaron a señalarla como una de las películas puntales del cine español y empezaron a darle premios honoríficos, a llevarla a todos los festivales y a todos los cine-clubs y, en fin, a hacerle una aureola que ha quedado en la historia de nuestro cine, (…)

El hilo de aquella película permitió a Conchita Montes iniciar una carrera de actriz completa, es decir, cine y, especialmente, teatro. De hecho, su gran éxito fue en 1952 en el papel de Adela en una obra de teatro, también de Edgar Neville, y que al cabo de unos años, en 1959, también sería película. Estamos hablando de El baile.


JULIÁN. – ¡Bueno, por una vez…! Póntela, estarás preciosa.
PEDRO. – Aquí te esperamos; no tardes…
ADELA. – Un minuto. Antes de irse los mira a los dos y los besa en las mejillas con el más puro cariño; luego los vuelve a mirar un momento. Gracias por vuestro amor, gracias… Se va, y en la puerta mira otra vez y les lanza un beso.”

Un beso que, como espectadores, le devolvemos hoy, cuando se cumplen cien años del nacimiento de Conchita Montes.

Créditos:
Extractos del Prólogo de «La vida en un hilo», en su versión de teatro, y parte de la escena final del Acto Segundo de El baile, obras incluidas en Obras selectas, de Edgar Neville, edición preparada por él mismo, y publicada por Biblioteca nueva, en enero de 1969, tomado de una edición facsimilar (pp. 291-292 y 231), de la biblioteca del autor.
Fotograma de la escena en cuestión, de la versión cinematográfica de El baile, dirigida por Edgar Neville y protagonizada nuevamente por Conchita Montes, tomado de la edición de la película en DVD realizada por Divisa en 2011, de la videoteca del autor.

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