martes, 24 de enero de 2012

Qué mundo el de aquellos obreros

El próximo mes de julio se cumple el 30 aniversario del comienzo de la guerra civil española. La mayoría de aquellos contendientes ven ya blanquear sus cabezas; muchos desaparecieron para siempre. Nuevas generaciones han crecido y ponen su peso decisivo en la vida nacional. Han pasado 30 años… Pero las consecuencias, las discriminaciones y responsabilidades derivadas de aquella guerra no han sido canceladas todavía. Franco y sus incondicionales, empeñascados en el poder y en el pasado, siguen gobernando con las rentas de la guerra civil y no quieren cerrar esa cuenta. Mantener, con odio irracional, su espíritu triunfalista y discriminados a los españoles en vencedores y vencidos es el IDEARIO de su política.


Eso explica que en 30 años –27 de “paz y de victoria”– no se haya promulgado la amnistía, pese al clamor popular, las reiteradas peticiones de los intelectuales y de amplios sectores de la nación. (…)
LA AMNISTÍA debe ser la cancelación total, sin reservas ni exclusiones, de las responsabilidades contraídas en uno y otro campo durante la guerra civil y en el período consecuente. Esta amnistía tendrá una importancia histórica y nacional: repararía las injusticias presentes, llevaría el sosiego a las conciencias perturbadas por el pasado y contribuiría a facilitar una solución incruenta al problema político español.
Es evidente que esta amnistía, por su alcance y significación, supondrá un triunfo de la política de reconciliación nacional frente al espíritu de guerra civil y no será promulgada de buen grado por el equipo franquista. Pero ésta no es una tarea de ellos, sino NUESTRA, de los demócratas, de toda la oposición, de todo el pueblo. Incluso de muchos que sin ser todavía opositores al franquismo ven en la amnistía un paso impostergable para la pacificación efectiva de la vida nacional. Jamás una reinvidicación tuvo más razones políticas y humanas para ser exigida, ni ofreció tanta base de coincidencia a los diversos sectores de la vida española.
(…)
En cualquier caso, los comunistas estaremos listos para contribuir con nuestras ideas y nuestra fuerza, a toda acción conjunta o convergente para alcanzar la amnistía y movilizar a las masas, al pueblo particularmente sensible a este anhelo, seguros de que su consecución es umbral obligado hacia un régimen de paz y libertades.

Qué cosas se pierde Cayo Lara por no leer Mundo Obrero.

Créditos:
Cabecera y extractos del artículo/editorial de portada, de Mundo Obrero, “Órgano del Comité Central del Partido Comunista de España”, tomados de su número 9 del año XXXVI, fechado en la primera quincena de abril de 1966, de la hemeroteca del autor (las frases en negrilla, destacadas en el original -y el subrayado, mío).

No hay comentarios:

Publicar un comentario