Me ha resultado tristemente
curiosa la circunstancia que concurre en los dos siguientes libros adquiridos de
la colección El libro de bolsillo tras los diez primeros: ambos fueron
comprados en establecimientos que ya no existen.
El primero, es nacionalmente
conocido: se trata de Galerías Preciados, y en la actualidad, al menos en
Valencia, su edificio sigue siendo de unos grandes almacenes, los famosos “conocidos
grandes almacenes”.
El segundo es ya más
local: la Librería Maraguat, en su momento en la Plaza del Caudillo, entonces
en la Plaza del País Valenciano, y ahora, en la Plaza del Ayuntamiento… ya no
existe. Con el agravante de que en su lugar tampoco existe ninguna librería.
Otras muchas librerías
han desaparecido en Valencia, algunas orientadas a un segmento del mercado muy
estable, como era el caso de la Librería Universitaria Eva, justo en pleno
campus de la Universidad en el, en su día, Paseo al Mar; o el caso similar,
aunque incluyendo labores de editorial, de la Librería Bello, cercana a
Maraguat, y cuyo nombre ha quedado ahora en exclusiva para una administración
de loterías; o el caso más clásico, una librería general, como era Época, en
una planta baja de la calle de la Paz, en
la que entrabas y ya respirabas una atmósfera ‘de las de antes’ (ahora la atmósfera
no es peor, sino distinta: es una tienda de lencería).
Aunque muchas otras
librerías se han ido abriendo, con nuevas funcionalidades, diríamos, siempre
queda en el aire la sensación de que una parte importante del oficio se haya
perdido.
Serán cosas del comercio,
de los mercados, de los hábitos de los clientes o de los no-hábitos de los
no-lectores. Pero siempre es triste que sucedan estas cosas, haya o no correos electrónicos en ellas.
Créditos:
Imagen de la matriz de la
etiqueta de referencia del libro, de Galerías Preciados, de enero de 1980.
Montaje de la matriz de
la etiqueta de referencia del libro, de Librería Maraguat, de enero de 1980, y
de la fotografía del edificio donde se encontraba, actualmente, en julio de
2011, del autor.
Imagen de detalle del
papel de envolver de la Librería Universitaria Eva, de Valencia, ca. 1980.
Hubo un engendro por aquella época, se llamaba Crisol y pretendía ser una librería aunque realmente fuese el almacén mal gestionado de una librería y unos empleados mayormente incompetentes.
ResponderEliminarAntes de ello fue el cine Goya y ahora es un supermercado Consum.
No sé si Crisol se debería contar como librería desaparecida.
Tal vez no, pero quien estuvo a punto de desaparecer en su interior fui yo, pues en una ocasión me perdí tanto por entre sus pasillos y desniveles, que me costó encontrar la ruta de la puerta de salida... que ya no volvió a ser puerta de entrada, al menos, para mí.
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