Esta noche ha tenido lugar la entrega de los premios Samuel Hadas, que premian la contribución a la amistad España-Israel. Han sido varias las personas y entidades premiadas, siendo de destacar lo heterogéneo del espectro; de hecho, supongo que durante el acto y posterior cena, habrán departido amigablemente personas que, fuera de este entorno, no tienen ningún problema en atacarse a fondo.
Lo extenso del abanico, desde el deporte a la intelectualidad, desde los nacionalistas furibundos a los internacionalistas racionales, permite abrigar esperanzas en relación tanto con la lacra del antijudaísmo, como, en general, con la de la intolerancia.
Al menos, en un tiempo y un lugar, la palabra ‘judío’ no se ha utilizado como un insulto
Eso, ahora, lamentablemente, ha quedado, en algunos otros lugares, pero en estos tiempos, para la palabra ‘católico’.
Créditos:
Fotografía de la Neue Synagoge, en la Oranienburger Strasse de Berlín, (parcialmente destruida en la noche del 9 de noviembre de 1938 durante la Kristallnacht, y terminada de reconstruir en 1995), en enero de 2010, del autor.
En esta Europa de hoy, donde el antisemitismo está consentido, cuando no tolerado, todavía se puede morir por ser judío. Hay cosas que cambian poco.
ResponderEliminarUn saludo