Hace un mes me acerqué
por el domicilio de cierta señora, ya que me había hecho llegar algo así como un
billete (en su quinta acepción, claro), y decidí atender su requerimiento.
El resultado, en ese
momento, fue satisfactorio. De hecho, todos los presentes en la gran sala en
que entré, muy amablemente, hicieron la ola al grito de “¡Hola, Posodo! ¡Qué
alegría conocerte!”.
De la emoción, cuando salí,
decidí dar un paseo por las calles de la zona echando un vistazo de cara a
preparar unos trabajos para este inicio de año. Y la verdad es que me encontré
con el año.
En una de las plazas por
las que anduve, me encontré esta situación arbórea. Yo no entiendo mucho, pero
lo que cuelga de las ramas parece la cubierta de la rueda de una bicicleta. Teniendo
en cuenta que eran los días de la famosa reunión de la Unión Europea no supe si
interpretarlo como un aviso de que el famoso ciclista llegaría muy alto,… o se
nos acabaría yendo por las ramas.
Eso sí, para tranquilizarme, al salir de la plaza en cuestión, me encuentro que la tapa del registro de un desagüe domiciliario, aparte de en catalán, ya está ¡en 2012!
Feliz Año, pues, sea por
las ramas, sea tirados al alcantarillado.
Créditos;
Fotografías de las ‘visiones’
en cuestión, en Valencia, diciembre de 2011, del autor.
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