lunes, 8 de diciembre de 2008

Recuerdos presentes


Hoy me he enterado de la existencia de una población, entonces, apenas algo más que un poblado, llamado Empel que se encuentra en, actualmente, Holanda.

Aquí tuvo lugar una batalla durante las guerras de Flandes (antes de que allí se pusiera el sol, aunque el hecho significativo sucedió de noche, típica contradicción española). De lo sucedido, para abrir boca, destacaré que, ante la propuesta de honrosa rendición que por parte de fuerzas holandesas se hizo a las tropas del Tercio, totalmente cercadas, casi agotados los recursos, la respuesta fue: «Los infantes españoles prefieren la muerte a la deshonra. Ya hablaremos de capitulación después de muertos». Lo que recuerda la frase atribuida a otro soldado del Tercio, después de lo de Rocroi, cuando, preguntado cuántos eran en esa batalla, simple, orgullosamente, contestó: «Contad los muertos».

Lo de Empel, desde luego, no tiene desperdicio, y aunque de momento hago un enlace a lo que hay en la red, ya me documentaré mejor.

Todo esto viene a cuento de que hoy, siendo, como ya he dejado escrito antes, la festividad de la Inmaculada Concepción, es la patrona del Arma de Infantería.

Y es que, aunque alegué motivos médicos, no fueron aceptados por lo que, hace años, finalmente hice el Servicio Militar.

Yo, que no tengo ninguna facilidad para aprenderme las letras de las canciones, tuve que aprenderme el Himno de Infantería.

También me emociono ante el recuerdo a lo caídos y el toque de oración.

Y sí, no me escondo, lo mantengo y digo: yo he jurado esta Bandera.

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