El otro día, nos congratulábamos por la presencia de Plutarco en las calles de Valencia.
Hoy hemos observado que existen otras calles (en concreto San José de Calasanz y el chaflán de Héroe Romeu y Buen Orden), en las que ha prendido un sentimiento bastante humano, y con medios realmente curiosos: ya que no pueden seguir a Plutarco, sí son ejemplo de lo expresado en su día por Tito Livio:
"Invidia, tamquam ignis, summa petit"
lo que viene a decir que "la envidia, como el fuego, alcanza los puntos más elevados".
lo que viene a decir que "la envidia, como el fuego, alcanza los puntos más elevados".
Lo que no sé es si los restos del carrito pretenden ser un homenaje a lo que fue el antiguo Mercado de Abastos.
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