Como algunos habrán observado, en el diseño del diario figura, en la columna de la derecha, al final, un icono (¡qué época cuando los únicos iconos que existían eran los ortodoxos, los bizantinos y los rusos, o en general, eslavos!), un icono, decía, donde se puede leer whos.among.us (o sea, algo así "quién está entre nosotros").
Este icono es un enlace a una página donde se muestra un mapa del mundo en el que se representan los puntos desde donde se han producido enlaces hacia este diario (o al menos, eso creo).
Ha habido ocasiones en que también ha figurado otro recuadro que pretendía ser un contador, para conocer cuántas visitas habían frecuentado el diario. Sin embargo, todavía no he conseguido, tras varios intentos, que me funcione ningún contador. Sólo el mapa.
Así, pues, hablemos del mapa.
Al principio, era normal. Básicamente dos zonas, que se corresponden con la de aquellas personas a las que personalmente había comunicado la existencia del diario.
De pronto, un día me encuentro una cierta eclosión, con bastantes puntos (o estrellas), repartidos por el mundo. Puede uno pensar sobre un súbito interés, difícilmente justificable, pero cosas más raras se han visto. Al fin y al cabo, puede suceder, el diario está siendo "seguido" por los chicos de Google (creo que el número de orden por el que está se debe encontrar como en la película de Toy Story, "en el infinito y más allá", pero bueno, es lo que hay), y tal vez algún enlace haya aflorado como consecuencia de alguna búsqueda curiosa.
Esa debe ser la explicación, porque vamos a ver, yo ni he estado ni conozco (que sepa) a nadie en varios de los sitios señalados, por ejemplo: Buffalo (aunque caragüevo sí ha estado), Calgary (cuya existencia conozco por unos Juegos Olímpicos de Invierno de no sé cuándo), Suresnes (famoso enclave francés en el que, tras un duelo al amanecer, Felipe González acabó con Rodolfo Llopis, en aquellos años del tardofranquismo), y otros diversos lugares de Estados Unidos.
Los pocos lugares de España (Palencia, Utrera, Madrid...) fuera del ámbito más personal, tal vez sí sean vinculables, pues hay que tener en cuenta esa leyenda urbana que habla de que entre dos personas existentes en el mundo de Internet, es posible establecer una relación, a través de otras personas o listas de correos, o cosas así, en no más de seis pasos, etapas o contactos.
Éste es el mapa de finales de noviembre, en el que se reflejan los sitios mencionados.
Sí, yo también me dí cuenta. Hay una estrella en Sudán. ¡¿?!
Con el cambio de mes, aproximadamente, el mapa volvió a lo descrito, las dos grandes zonas geográficas, y de pronto, hoy, una eclosión más extraña si cabe, casi un big-bang.
La estrella de México es la de un nuevo lector, y también hay una en Hermosillo. Del resto del mundo, tenemos Japón, Corea del Sur, Brasil, Los Ángeles (tanto en Chile como en Estados Unidos), San Francisco, Las Vegas y otros en Estados Unidos, cambia de sitio el de Canadá, surge uno en Malasia y otro en Ryad, y ya más cerca, cambia el de Francia, aparecen Bolonia, Atenas y un tal Anstruther (del Reino Unido), mientras en España se encuentra más reducido que en la ocasión anterior. La práctica totalidad de los puntos suponen un único acceso, es decir, que no han tenido interés en repetir (o no han entendido nada de nada, y han preferido una retirada a tiempo, que embarcarse en cursos de español). En un formato diferente, el mapa es éste.
Sí, zuppi, hay uno en Buenos Aires. Tal vez sea gracias a ti.
Este icono es un enlace a una página donde se muestra un mapa del mundo en el que se representan los puntos desde donde se han producido enlaces hacia este diario (o al menos, eso creo).
Ha habido ocasiones en que también ha figurado otro recuadro que pretendía ser un contador, para conocer cuántas visitas habían frecuentado el diario. Sin embargo, todavía no he conseguido, tras varios intentos, que me funcione ningún contador. Sólo el mapa.
Así, pues, hablemos del mapa.
Al principio, era normal. Básicamente dos zonas, que se corresponden con la de aquellas personas a las que personalmente había comunicado la existencia del diario.
De pronto, un día me encuentro una cierta eclosión, con bastantes puntos (o estrellas), repartidos por el mundo. Puede uno pensar sobre un súbito interés, difícilmente justificable, pero cosas más raras se han visto. Al fin y al cabo, puede suceder, el diario está siendo "seguido" por los chicos de Google (creo que el número de orden por el que está se debe encontrar como en la película de Toy Story, "en el infinito y más allá", pero bueno, es lo que hay), y tal vez algún enlace haya aflorado como consecuencia de alguna búsqueda curiosa.
Esa debe ser la explicación, porque vamos a ver, yo ni he estado ni conozco (que sepa) a nadie en varios de los sitios señalados, por ejemplo: Buffalo (aunque caragüevo sí ha estado), Calgary (cuya existencia conozco por unos Juegos Olímpicos de Invierno de no sé cuándo), Suresnes (famoso enclave francés en el que, tras un duelo al amanecer, Felipe González acabó con Rodolfo Llopis, en aquellos años del tardofranquismo), y otros diversos lugares de Estados Unidos.
Los pocos lugares de España (Palencia, Utrera, Madrid...) fuera del ámbito más personal, tal vez sí sean vinculables, pues hay que tener en cuenta esa leyenda urbana que habla de que entre dos personas existentes en el mundo de Internet, es posible establecer una relación, a través de otras personas o listas de correos, o cosas así, en no más de seis pasos, etapas o contactos.
Éste es el mapa de finales de noviembre, en el que se reflejan los sitios mencionados.
Sí, yo también me dí cuenta. Hay una estrella en Sudán. ¡¿?!
Con el cambio de mes, aproximadamente, el mapa volvió a lo descrito, las dos grandes zonas geográficas, y de pronto, hoy, una eclosión más extraña si cabe, casi un big-bang.
La estrella de México es la de un nuevo lector, y también hay una en Hermosillo. Del resto del mundo, tenemos Japón, Corea del Sur, Brasil, Los Ángeles (tanto en Chile como en Estados Unidos), San Francisco, Las Vegas y otros en Estados Unidos, cambia de sitio el de Canadá, surge uno en Malasia y otro en Ryad, y ya más cerca, cambia el de Francia, aparecen Bolonia, Atenas y un tal Anstruther (del Reino Unido), mientras en España se encuentra más reducido que en la ocasión anterior. La práctica totalidad de los puntos suponen un único acceso, es decir, que no han tenido interés en repetir (o no han entendido nada de nada, y han preferido una retirada a tiempo, que embarcarse en cursos de español). En un formato diferente, el mapa es éste.
Sí, zuppi, hay uno en Buenos Aires. Tal vez sea gracias a ti.
No es una leyenda urbana y empezó con el cine. Alguien dijo que a cualquier actor del mundo se le podía relacionar con Kevin Beacon en menos de 6 enlaces, y resultaba cierto. Yo, en su momento, probé con Pepe Isbert y funcionó.
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