vulgo, 101.
Como el pelaje de los dálmatas, este diario tiene sus manchas, pero creo que el aspecto general es bueno.
Por lo menos, yo me entretengo con él: recorro la ciudad intentando sacarle punta, comentando de vez en cuando la historia o la actualidad (aunque a veces las mezcle), comentado libros, películas o lo que se ponga a tiro.
Los lectores de este diario tendrán su propia opinión, que ya veré cómo poder pulsarla (aparte de los comentarios, los cuales aprovecho para agradecer... como se merecen,... no, es broma, muchas gracias a todos los que habéis dado vida al diario).
Y una pequeña reseña, aprovechando que tal día como hoy, curiosamente, se produjo un hecho técnico-histórico que mostraba la viabilidad, e inmensa utilidad de algo que tenemos tan asumido, que apenas le damos importantcia, salvo cuando no está, claro (de lo que también he dejado reflejo en este diario).
Me refiero a algo tan corriente como la electricidad (¿pilláis el chiste o dada la fecha ya estáis in progress?). En concreto, en 1879 se produjo en Menlo Park, en el estado de Nueva Jersey, la primera demostración pública de la bombilla incandescente inventada por Thomas Alva Edison (ya presentado en privado once días antes).
Al igual que Henry Ford (sí, se llama como los coches, ¡una casualidad!) en su obra Edison tal como yo lo he conocido, podemos decir (según la edición de M. Aguilar del 25 de diciembre de 1930):
"Se acostumbra dar a esta época el nombre de la Edad de la Industria.- Más bien la denominaríamos nosotros la Edad de Edison.- Porque él ha sido el fundador de la industria moderna en este país.-
Ha formado para nosotros un nuevo género de Declaración de Independencia.- La Declaración de la Independencia expresaba ciertos principios de libertad política.- La de Edison no está en las palabras.- Está en la naturaleza de un equipo de máquinas, con cuyo uso cualquiera de nosotros ha obtenido una medida más amplia de libertad económica de lo que antes se hubiera podido imaginar.-
Estamos sólo aprendiendo a utilizar las máquinas y los métodos que él nos ha dado.- Pero ya nuestra prosperidad general guía al mundo; y esto se debe al hecho de que hemos tenido a Edison.-
(...)
Una gran parte de la obra de Edison constituye ahora de tal modo una parte integral de nuestra vida, una cosa tan ordinaria, que a menudo olvidamos que se lo debemos a él.-
Su obra, no sólo ha creado muchos millones de empleos, sino que ha hecho cada uno de ellos más remunerador.-
Edison ha hecho más por abolir la pobreza que todos los reformadores y políticos desde el principio del mundo.- Ha proporcionado al hombre medios par valerse a sí mismo.-
Ciertamente es inútil, y sería tal vez imposible, el determinar si son sus actuales conocimientos o la fuerza de su ejemplo lo que ha sido de más valor para nosotros.-"
Tal vez sea inútil y/o imposible determinar una cosa u otra. Lo que sí es cierto es que la fuerza de su ejemplo es algo, en esta rabiosa actualidad, que sí resulta totalmente útil.
No creo que el Sr. Edison estuviera esperando subvenciones para desarrollar la bombilla o esperando un Plan de Innovación para inventar el fonógrafo: se limitaba a tener iniciativa y a innovar, o sea, a ejercer de hombre libre.
Mientras, otros hay que como grandes innovaciones, se quitan la corbata, o nos enviarán, no se sabe cómo, una bombilla de bajo consumo (pues hay que ahorrar para poder malgastar en todas las necesidades logísticas que tal operación requiere -cómo se nota que nunca ha dependido de que le llegue algo imprescindible, sea desde Guadalajara o desde Vitoria). Con estos planteamiento el Dr. Arsuaga no sería paleontólogo, sino antropólogo, con un precioso despacho en cualquier cueva de Atapuerca, Altamira o Pallardó.
Pues nada, en la esperanza de que siga siendo posible que esta bombilla incandescente con rosca Edison, pueda encenderse todas las veces que sean necesarias, como símbolo de esa iluminación que confío que no nos falte, mis mejores deseos para este año 2009 que en seguida entra, que lleguemos al 2010, y a ver qué tal se presenta el 2011, o el 2012, o el...
Como el pelaje de los dálmatas, este diario tiene sus manchas, pero creo que el aspecto general es bueno.
Por lo menos, yo me entretengo con él: recorro la ciudad intentando sacarle punta, comentando de vez en cuando la historia o la actualidad (aunque a veces las mezcle), comentado libros, películas o lo que se ponga a tiro.
Los lectores de este diario tendrán su propia opinión, que ya veré cómo poder pulsarla (aparte de los comentarios, los cuales aprovecho para agradecer... como se merecen,... no, es broma, muchas gracias a todos los que habéis dado vida al diario).
Y una pequeña reseña, aprovechando que tal día como hoy, curiosamente, se produjo un hecho técnico-histórico que mostraba la viabilidad, e inmensa utilidad de algo que tenemos tan asumido, que apenas le damos importantcia, salvo cuando no está, claro (de lo que también he dejado reflejo en este diario).
Me refiero a algo tan corriente como la electricidad (¿pilláis el chiste o dada la fecha ya estáis in progress?). En concreto, en 1879 se produjo en Menlo Park, en el estado de Nueva Jersey, la primera demostración pública de la bombilla incandescente inventada por Thomas Alva Edison (ya presentado en privado once días antes).
Al igual que Henry Ford (sí, se llama como los coches, ¡una casualidad!) en su obra Edison tal como yo lo he conocido, podemos decir (según la edición de M. Aguilar del 25 de diciembre de 1930):
"Se acostumbra dar a esta época el nombre de la Edad de la Industria.- Más bien la denominaríamos nosotros la Edad de Edison.- Porque él ha sido el fundador de la industria moderna en este país.-
Ha formado para nosotros un nuevo género de Declaración de Independencia.- La Declaración de la Independencia expresaba ciertos principios de libertad política.- La de Edison no está en las palabras.- Está en la naturaleza de un equipo de máquinas, con cuyo uso cualquiera de nosotros ha obtenido una medida más amplia de libertad económica de lo que antes se hubiera podido imaginar.-
Estamos sólo aprendiendo a utilizar las máquinas y los métodos que él nos ha dado.- Pero ya nuestra prosperidad general guía al mundo; y esto se debe al hecho de que hemos tenido a Edison.-
(...)
Una gran parte de la obra de Edison constituye ahora de tal modo una parte integral de nuestra vida, una cosa tan ordinaria, que a menudo olvidamos que se lo debemos a él.-
Su obra, no sólo ha creado muchos millones de empleos, sino que ha hecho cada uno de ellos más remunerador.-
Edison ha hecho más por abolir la pobreza que todos los reformadores y políticos desde el principio del mundo.- Ha proporcionado al hombre medios par valerse a sí mismo.-
Ciertamente es inútil, y sería tal vez imposible, el determinar si son sus actuales conocimientos o la fuerza de su ejemplo lo que ha sido de más valor para nosotros.-"
Tal vez sea inútil y/o imposible determinar una cosa u otra. Lo que sí es cierto es que la fuerza de su ejemplo es algo, en esta rabiosa actualidad, que sí resulta totalmente útil.
No creo que el Sr. Edison estuviera esperando subvenciones para desarrollar la bombilla o esperando un Plan de Innovación para inventar el fonógrafo: se limitaba a tener iniciativa y a innovar, o sea, a ejercer de hombre libre.
Mientras, otros hay que como grandes innovaciones, se quitan la corbata, o nos enviarán, no se sabe cómo, una bombilla de bajo consumo (pues hay que ahorrar para poder malgastar en todas las necesidades logísticas que tal operación requiere -cómo se nota que nunca ha dependido de que le llegue algo imprescindible, sea desde Guadalajara o desde Vitoria). Con estos planteamiento el Dr. Arsuaga no sería paleontólogo, sino antropólogo, con un precioso despacho en cualquier cueva de Atapuerca, Altamira o Pallardó.
Pues nada, en la esperanza de que siga siendo posible que esta bombilla incandescente con rosca Edison, pueda encenderse todas las veces que sean necesarias, como símbolo de esa iluminación que confío que no nos falte, mis mejores deseos para este año 2009 que en seguida entra, que lleguemos al 2010, y a ver qué tal se presenta el 2011, o el 2012, o el...
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