jueves, 3 de marzo de 2011

Un candelabro a oscuras

Es conocida la confusión en que incurrió no sé quién, ni me importa, al utilizar correctamente la expresión ‘estar en el candelero’, sólo que cambiando el substantivo por otro otro también relacionado con la iluminación, es decir, el candelabro.

El éxito de la confusión ha sido tal, que incluso en medios cuyos integrantes gustan de presumir sobre lo bien que utilizan el idioma, y lo mal que lo utilizan otros, una de sus secciones con honores, no sólo de existir, sino de tener un faldón en la portada, se titula El candelabro.

El resultado ahora tal vez sea conseguir una sonrisa maliciosa y cómplice de sus lectores, tan inteligentes y cultos; eso ahora, dentro de un tiempo, todo el mundo sabrá que la expresión correcta es ‘estar en el candelabro’, porque si incluso Libertad Digital, fíjate, lleva no sé cuántos años poniéndolo, es que estará bien.

Así se limpia, fija y da esplendor al idioma. Y luego, a presumir de ello.

Y por si hay alguna duda, en competencia con una importante decisión del Tribunal Supremo, la portada del periódico a primera hora de esta tarde nos ofrecía con todos los honores, no una axila, sino un sobaco (en su primera acepción, claro).

Sic transit gloria mundi.

Créditos:
Cabecera de la sección El candelabro, de Libertad Digital.
Imagen de la portada de Libertad Digital de hoy, a primera hora de la tarde.

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