Esta tarde he oído sólo un momento de la entrevista que le ha hecho, en su programa, Luis Herrero a Manolo Escobar.
Y creo que ha sido un momento muy ilustrador sobre cómo funcionamos, entonces y ahora, tal vez, más que nunca.
Comentaban jocosamente sobre las veces que le habían preguntado si por fin había encontrado el famoso carro que le robaron. Y él ha contestado que sí, que muchas veces, pero eso era porque nunca escuchaban completa la canción, pues ésta finaliza así:
“Preguntando busqué
por todas partes,
y por fin lo encontré
sin atalaje.”
A modo de rumba, pues, nos pone Manolo Escobar ante la evidencia de que no escuchamos a los demás, de que tenemos prejuzgado lo que el otro dice, ha dicho o va a decir, y por tanto, no necesitamos oírle íntegramente su exposición, porque ya nos la sabemos.
Y así nos va, buscando durante más de cuarenta años un carro cuyo propietario ya nos dijo entonces que lo había encontrado. Pero claro, ¡qué va a saber él!
Nota:
Para dar ejemplo, dejo el enlace a la entrevista… a ver si la oigo algún día de éstos.
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