viernes, 18 de marzo de 2011

Apuntados a un bombardeo

En ese momento hubo una confusión repentina en la planta principal, por debajo de nosotros. Todo el mundo se volvió a ver qué sucedía. Estaban todos sentados salvo los camareros que corrían de un lado a otro ofreciendo cestas de pan, fuentes de ensalada y más vino y agua. Pero había entrado un hombre alto y moreno, vestido con una larga túnica blanca. Su rostro guapo era una máscara de pasión mientras recorría las filas de mesas balanceando una fusta. Los camareros, reunidos en grupos, no hacían gesto alguno por detenerlo. Yo miraba incrédula mientras lo veía descargar la fusta a un lado y a otro mientras pasaba, barriendo las botellas de vino y tirándolas al suelo. Los comensales permanecían en silencio mientras las botellas caían a derecha e izquierda.
Con un suspiro, Boumédienne se puso en pie y dijo unas rápidas palabras al mayordomo que había acudido a su lado. Después, el melancólico presidente de Argelia descendió al nivel del suelo, donde esperó que el hombre guapo llegara a su lado con sus largos pasos.
- ¿Quién es ese tipo? –pregunté a Kamel en un susurro.
- Muhammar El Gadaffi. De Libia –dijo Kamel en voz baja–. Hoy hizo un discurso en la conferencia sobre la inconveniencia de que los seguidores del Islam beban alcohol. Veo que tiene intención de ser fiel a sus palabras. Está loco. Dicen que ha contratado asesinos europeos para atacar a importantes ministros de la OPEP.
- Lo sé –dijo el querúbico Yamini, con una sonrisa llena de hoyuelos–. Mi nombre ocupa un lugar prominente en su lista.
No parecía preocuparle mucho. Cogió un trozo de apio y lo mascó con aire de satisfacción.


La acción anterior forma parte de El ocho, novela de Katherine Neville, y se encuentra situada en junio de 1973, en el marco de una conferencia de la OPEP.

El coronel Gadaffi lleva unas semanas nuevamente de actualidad mundial, con motivo de las revueltas que existen en Libia. Hay opiniones para todos los gustos, incluso las políticamente incorrectas. No sé dónde, leí un comentario a una noticia en el que se hacía referencia a que el periódico italiano Il Messagero cuestionaba las informaciones sobre Libia argumentando, entre otras cosas, la falta de documentación gráfica clara. El comentario fue descalificado poco después por otro comentarista con el argumento, más contundente si cabe, de que el periódico en cuestión era filocomunista. Algo después, hace ya una semana, era Libertad Digital quien se hacía eco de esta ‘anomalía’. Esta ‘anomalía’ ha sido también recordada esta noche por Juan Carlos Girauta en la tertulia de La Linterna, en COPE. De hecho, el pasado domingo, en las noticias de Antena 3 ofrecieron las clásicas, supongo, imágenes de rebeldes disparando con antiaéreos y armas ligeras hacia el cielo, se entiende que contra aviones del gobierno libio. Lógicamente me quedé esperando la siguiente toma, mostrando los cazas en vuelo rasante, o al menos, sobrevolando la zona… y acabé sentándome visto que empezaban los anuncios.

De todas formas, digan lo que digan, muestren lo que muestren, o dejen de mostrar, los medios de comunicación, el caso es que la comunidad internacional ha acabado aceptando ‘Muhammar El Gadaffi’ como ‘chico malo’ y ha decidido castigarlo. Bueno, más que la comunidad internacional, unos cuantos de la comunidad internacional, entre ellos nuestro Gran Timonel Todo a 100. Como bien ha dicho Juan Pablo Colmenarejos esta noche, este hombre “se apunta a un bombardeo”.

Así pues, “polvo, sudor y hierro, Zapatero cabalga”. No lo hace al destierro (al menos, que yo sepa), sino a… lo suyo, lo que le interesa ahora. Cuenta con el respaldo de Carmen “Capitán mande firmes” Chacón, tal vez en la confianza de que algo salga mal y ésta se vea afectada en la carrera sucesoria; aunque en esta ocasión con cuenta con el respaldo de Javier “Javierete” Solana al frente de la OTAN. Una pena porque, visto que lo de Fukushima no termina de decidirse, lo mismo nos quedamos también sin el despliegue que este mozo nos ofreció hace años, de armamento nuclear en Kosovo,… usándolo.

Al menos, desde el punto de vista de los medios de comunicación, esta decisión (más o menos) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, permitirá disponer, por fin, de imágenes de la cruda realidad de Libia. Aunque sea de los civiles fallecidos por los ataques aliados (¡ah, no!, que esta vez no habrá daños colaterales), o de los, cuando se produzca el desembarco, ataúdes de los soldados aliados regresando a casa (¡ah, no!, que si se muestran flaquea la moral justiciera de Occidente, y ahora ¡hay motivo!).

Bueno, más o menos:
En ese momento Houari Boumédieene regresó a la mesa y volvió a sentarse. Todo el mundo sonrió en su dirección y el rey Faisal dijo en inglés:
- Nuestro coronel Gadaffi no es tan estúpido como aparenta. –Y fijó sus grandes y líquidos ojos de halcón en elpresidente de Argelia–. ¿Recuerda lo que dijo cuando alguien se quejó de la presencia de Castro en la conferencia de países no alineados? –El rey se volvió hacia Yamini, su ministro, que estaba a su derecha–. El coronel Gadaffi dijo que si se impedía a cualquier país su participación en el Tercer Mundo porque recibía dinero de las grandes potencias… todos teníamos que hacer las maletas y volver a casa. Terminó leyendo una lista de los arreglos financieros y armamentistas de la mitad de los países presentes… muy exacta, podría agregar. No lo desdeñaría como fanático religioso. En absoluto.


Pero suceda lo que suceda, ¡cuánta razón tiene bate!

Actualización del 19 de marzo (11:30):

Ya parece que se ven aviones.

Créditos:
Transcripción parcial del capítulo El octavo cuadro, de El ocho, de Katherine Neville, según la traducción de Susana Constante, editado por Suma de Letras en la colección Punto de lectura (pág. 723 y 724-725)

Fotografía de los rebeldes, de EFE, tomada de Libertad Digital, y de Muhammar El Gadaffi con Rodríguez y Solana, tomada del especial de Libertad Digital.

Fotografía de un avión alcanzado, de la BBC, tomada de Libertad Digital.

2 comentarios:

  1. Sí, es estrambótico ver a Zetapé cogiendo su fusil, parece una sombra de sí mismo, pero a mí no me cabe duda de que Gadaffi es un déspota criminal con un montón de años y de cadáveres a sus espaldas, que creo figura en la Internacional Socialista,esa oenegé que le hace ahora la glasnost a sus sátrapas norteafricanos.

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  2. Estrambótico y esperpético, como primera providencia.
    Y sí, la Internacional Socialista es un claro ejemplo de la ideología.
    Un saludo.

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