domingo, 30 de octubre de 2011

Tantas prisas…

El viernes habíamos quedado citados en Madrid, en un lugar inhabitual: en la Puerta del sol, junto a El Oso y el Madroño, la estatua, se entiende.

Sin embargo, aún en Valencia, nada más llegar a la Estación Joaquín Sorolla, me quedé totalmente desconcertado:
«¡Es fenomenal esto del AVE! ¡Aún no he subido… y ya he llegado! ¡Ahí está el Oso, y la letra M... del Madroño, claro!»

La emoción me embargaba tanto que casi me llevan al Juzgado de Guardia por las deudas contraídas. Sin embargo, reaccioné en tiempo y forma, y procuré limpiarme los cristales de las gafas.

¡Uf! Menos mal que estaba confundido. Sin embargo, sí es cierto que el AVE va rápido, y por la emoción que aún mantenía encendidos algunos rescoldos, no pude hacer bien la fotografía que lo acredita.

El problema que le veo a todo esto es si no querremos llegar demasiado pronto a los sitios, y a qué sitios.

Porque yo bajé del tren tan contento, salí de la estación tan contento, anduve por la acera tan contento, crucé debidamente el paso de peatones tan contento… Vamos, que recuperé la emoción por estar tan contento en Madrid…

… hasta que la realidad me hizo mirar el suelo que pisaba.

¡Y encima, no hay manera de poner bien la foto!

Créditos:
Fotografía en la Estación Joaquín Sorolla de Valencia, de un muñeco y un cartel publicitarios, del 28 de octubre de 2011, del autor.
Fotografía del monitor informativo en el coche 12 del AVE de las 17:10 de Valencia a Madrid, del mismo día, del (desenfocado) autor.
Fotografía de la tapa de un registro en una acera de la Glorieta del Emperador Carlos V, en Madrid, del mismo día, del (volteado) autor.

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