miércoles, 28 de agosto de 2013

Aventuró la vida

La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres. Digo esto, Sancho, porque bien has visto el regalo, la abundancia que en este castillo que dejamos hemos tenido; pues en mitad de aquellos banquetes sazonados y de aquellas bebidas de nieve me parecía a mí que estaba metido entre las estrechezas de la hambre, porque no lo gozaba con la libertad que lo gozara si fueran míos; que las obligaciones de las recompensas de los beneficios y mercedes recibidas son ataduras que no dejan campear al ánimo libre. ¡Venturoso aquel a quien el cielo dio un pedazo de pan sin que le quede obligación de agradecerlo a otro que al mismo cielo!

Y es que, aunque parezca que haya sueños imposibles,


también los hay que sólo dependen de nosotros, de unos y de otros, de todos.

Créditos:
Discurso de don Quijote, al principio del capítulo LVIII de la segunda parte de la obra de Miguel de Cervantes, tomado de Don Quijote de la Mancha, edición del IV Centenario, realizada por la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la lengua española, publicada por Alfaguara en 2005, y con edición no venal patrocinada por la Generalidad Valenciana (pp. 984-985), de la biblioteca del autor.

2 comentarios:

  1. ¡Me encanta esta canción! Aunque el musical me dio mucha pena, he de reconocer... Romanticona que es una, qué le voy a hacer...

    Un abrazo. Y ¡a seguir soñando!

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  2. Sí, María Gaetana, sí que es triste el musical, pero, como dices, hay que seguir soñando.
    Un saludo.

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