lunes, 26 de agosto de 2013

La-base es lavarse

- Hombre, debería usted darse cuenta –exclamó Biff finalmente–. No puede andar por ahí con esta pinta. Vaya, si hasta me sorprende que no le hayan arrestado por vagabundeo. Tiene que desembriagarse. Necesita lavarse y un corte de pelo. ¡Madre de Dios! No está en condiciones de andar entre la gente. –Blount frunció el ceño y se mordió el labio inferior–. Vamos, no se ofenda ni se salga de sus casillas. Haga lo que le digo. Vaya a la cocina y dígale al chico de color que le prepare una cacerola grande con agua caliente. Dígale a Willie que le dé una toalla y mucho jabón, y lávese bien. Luego tome un poco de leche con tostadas, y abra su maleta y póngase una camisa limpia y unos pantalones que le vayan bien. Mañana podrá empezar a hacer lo que le apetezca y a trabajar en lo que tenga intención de trabajar, y a andar derecho.


Bruscamente, Biff cesó en su meditación y abrió completamente el grifo del agua. Se quitó la camiseta y empezó a lavarse. Siempre iba escrupulosamente limpio de la cintura para arriba. Cada mañana se enjabonaba el pecho y los brazos, así como el cuello y los pies, y un par de veces en cada estación se metía en el baño y se limpiaba todas ls partes.

Créditos:
Extractos de El corazón es un cazador solitario, obra de Carson McCullers, según traducción de R. M. Bassols, tomados de la decimosexta impresión (febrero 2013) de la primera edición en la colección Biblioteca Formentor de Seix Barral (pp. 29 y 40-41), de la biblioteca del autor.
Viñeta de Xaudaró, publicada en Blanco y Negro, tomada del tomo III de la colección Chistes de Xaudaró, publicado por Prensa Española, sin fecha, de la biblioteca del autor.

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