Para hace ocho meses
(menos un día), los que no se enteran, organizaron un pequeño sarao, a cuentas de los mayas, con que se
iba a acabar el mundo.
Para dentro de tres días,
otros, o los mismos, que no se enteran, han organizado el mismo sarao, sólo que, será
por cosa de las vacaciones, ha tenido menor repercusión mediática. En este
caso, en vez de ser de los mayas, la profecía es de Rasputín.
Lo que no sé es la manía
que les ha dado a todos por que se acabe el mundo un viernes.
Y lo peor es que, en este
caso, si nos quitan el fin de… semana, ¿cómo vamos a poder disfrutar del Rasputín
bueno?
(Sí, ya hace 35 años de él
-bueno, menos ocho días-.)
Ja, ja... Y qué razón tienes... Qué manía con anunciar "fines del mundo"...
ResponderEliminarUn abrazo.