martes, 4 de diciembre de 2012

La carga… de la prueba


Una de las características de las películas del oeste es que las armas disponen de una carga de munición prácticamente infinita, salvo, claro, que por necesidades dramáticas del guión se requiera que a la acción sobre el gatillo, el impacto del percutor no consiga el efecto deseado por el personaje.

Junto con lo anterior, también a efectos dramáticos, está el momento en el que se ve cómo el bueno, por lo general, carga el arma despacio, pero con firmeza, colocando una a una las balas en el tambor del revólver, o los cartuchos en el rifle, según sea el estilo propio del personaje.

Esta característica se mantiene, aunque sea en películas y series policíacas, y además, ha creado una nueva, conforme con los avances de las nuevas tecnologías.

Me refiero al teléfono móvil o celular.

Lo más que he conseguido ver es que por esas necesidades dramáticas del guión, el aparato esté fuera de cobertura; sin embargo, hasta ahora, aún no he conseguido ver ni cómo el bueno hace uso del cargador del móvil, ni, menos aún, como el móvil se queda sin batería.

Y eso que mira que los gastan.

Bien puede decirse que se trata de un ejemplo de libro de intriga tecnológico-policial, por no decir, de un expediente X.

Créditos:
Viñeta de Enrique Ventura con guión de M. Ángel Nieto de la historieta Lejano, salvaje Oeste, publicada en el número 31, de 1 de febrero de 1972, de la revista Trinca.

2 comentarios:

  1. Ja, ja. ¡Qué razón tienes! Igualito, igualito que en la realidad... Ja, ja. Mi madre suele subrayar la velocidad de los ordenadores, y la nitidez de las ampliaciones de imagen, por ejemplo, en las series o películas. Suele preguntar: "¿A que tu ordenador no va así de rápido?" o "¿Por qué no veo así de bien las fotos que me manda tu hermana?"... :-D
    Seguro que corrobora mis carcajadas...
    Saludos.

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  2. De hecho, en esa famosa serie de televisión, Castle, creo que se llama, se ríen de estas maravillas tecnológicas "especiales para cine y televisión", aunque, a veces, claro, tienen que recurrir a ellas.

    Un saludo.

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