El pasado viernes, en su columna en Libertad Digital, Amando de Miguel nos recordaba a propios y extraños la inauguración de la Feria del Libro de Madrid, por la cual, este año, no tengo previsto pasearme. También es cierto que carecía de tal propósito respecto de la Feria del Libro de Valencia, y mira tú por dónde, acabé apareciendo dos veces.
La sana responsabilidad de ello es de José Luis, personificación de BiblioCafé, en cuya caseta de la Feria del Libro congregó la tarde del domingo 10 de abril pasado, a Amando de Miguel y a Agapito Maestre.
Poco comenté con el señor Maestre (muy decidido hablando, y sonriente en su expresión, según es habitual en él), más allá de lamentar el cambio de horario de su tertulia con el señor Albiac, pues si antes lo tenía difícil, ahora me resulta imposible seguirla. Él me describió muy someramente el libro que ‘traía’ a la Feria, siendo de destacar que la definición que me dio de ínfero, no es la que viene en el Diccionario de la Academia.
Más serio en su expresión, y también más parco en su hablar, el señor de Miguel ‘traía’ dos libros. Con él recordé el aniversario del Manifiesto de los 2.300, quedando algo asombrado, me pareció, cuando le dije que aún guardaba recortes de periódico sobre su actividad de aquel entonces. También le dije que le echaba de menos en la radio, indicándome que ahora estaba en OndaCero. También hablamos de otro tema, pero éste ya lo traeré por aquí.
Con estas conversaciones, me hice con los libros que sí tenía previsto adquirir en la Feria del Libro, y además, firmados.
Y, a pesar de lo que expresa al final de su artículo, le deseo una larga vida tanto a don Amando como a don Agapito.
Nota 1:
Aprovecho para felicitar por la aventura de la editorial al editor de Infova, Iñaki de Miguel, cuya relación filial con don Amando éste no tiene rubor en proclamar.
Nota 2:
También quiero felicitar a don Amando por su capacidad de previsión meteorológica, ya que, efectivamente, el mismo día de la inauguración, el viernes, según mi corresponsal en Madrid (primera, claro, acepción), llovió a base de bien.
Créditos:
Fotografías de Amando de Miguel y Agapito Maestre, en la caseta de BiblioCafé, el 10 de abril de 2011, del autor.
Portadas de los libros y dedicatorias de los autores.
La sana responsabilidad de ello es de José Luis, personificación de BiblioCafé, en cuya caseta de la Feria del Libro congregó la tarde del domingo 10 de abril pasado, a Amando de Miguel y a Agapito Maestre.
Poco comenté con el señor Maestre (muy decidido hablando, y sonriente en su expresión, según es habitual en él), más allá de lamentar el cambio de horario de su tertulia con el señor Albiac, pues si antes lo tenía difícil, ahora me resulta imposible seguirla. Él me describió muy someramente el libro que ‘traía’ a la Feria, siendo de destacar que la definición que me dio de ínfero, no es la que viene en el Diccionario de la Academia.
Más serio en su expresión, y también más parco en su hablar, el señor de Miguel ‘traía’ dos libros. Con él recordé el aniversario del Manifiesto de los 2.300, quedando algo asombrado, me pareció, cuando le dije que aún guardaba recortes de periódico sobre su actividad de aquel entonces. También le dije que le echaba de menos en la radio, indicándome que ahora estaba en OndaCero. También hablamos de otro tema, pero éste ya lo traeré por aquí.
Con estas conversaciones, me hice con los libros que sí tenía previsto adquirir en la Feria del Libro, y además, firmados.
Y, a pesar de lo que expresa al final de su artículo, le deseo una larga vida tanto a don Amando como a don Agapito.
Nota 1:
Aprovecho para felicitar por la aventura de la editorial al editor de Infova, Iñaki de Miguel, cuya relación filial con don Amando éste no tiene rubor en proclamar.
Nota 2:
También quiero felicitar a don Amando por su capacidad de previsión meteorológica, ya que, efectivamente, el mismo día de la inauguración, el viernes, según mi corresponsal en Madrid (primera, claro, acepción), llovió a base de bien.
Créditos:
Fotografías de Amando de Miguel y Agapito Maestre, en la caseta de BiblioCafé, el 10 de abril de 2011, del autor.
Portadas de los libros y dedicatorias de los autores.
¿Tu corresponsal...? ¿Tu correspondiente...? Me gusta :-), acepto el puesto, jajajaja. Cuando quieras, informo, informo. A mandar.
ResponderEliminarEl sábado yo sí estuve en la feria, aunque iba a tiro hecho porque quería hacerme con el libro de Miguel Baquero, "Vidas elevadas". No lo conseguí, así que tendré que buscarlo por otro lado.
También me pasé por la caseta de Valdemar en busca de un título concreto por el que, finalmente, no pregunté porque iba con prisa y, además, daba por la tarde en el lado del sol y no quise pasar calor. Creo que volveré por allí a ver si tienen el título que me interesa.
Cambio y corto.
Fdo.: tu corresponsal.
Acepto el puesto de corresponsal (segunda acepción) en cuanto quieras, que el de correspondiente ya lo tengo firmado en el contrato ;-)
ResponderEliminarMadre mía, madre mía, de lo que se entera uno: "... por la caseta de Valdemar..." lo que indica que se toca pasta porque pegan unos sablazos de no te menees, y luego "...daba por la tarde en el lado del sol y no quise pasar calor...". Se renuncia a un libro por encontrarse con el sol.
ResponderEliminar¡Vaya, vaya!
Ah..., ¿pero no lo sabías? A pesar de mi bici de diamantes, ¿aún no habías imaginado que estoy forrada? Ayyyyy....
ResponderEliminar¿Pegan sablazos en Valdemar? Bueno, es verdad, algunos libros sí son caritos, pero también se encuentran cosas apañás de precio.
Por último, te equivocas: no se renuncia a un libro por encontrarse con el sol. Se puede volver el próximo sábado por la mañana, que dará la sombra.
Esa inteligencia... Si es que no se puede estar todo el día buscando fotos de nenas monas, ¡que se pierde uno, caray!
Mmmmm... me voy a pensar la respuesta, ahora no puedo, estoy mirando unas foticos.
ResponderEliminarJajajajaja.
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