Esta mañana han resultado interesantes los comentarios de Federico Jiménez Losantos, en su turno de las siete de la mañana:
Sobre ‘lo de sol’, a partir del momento 15:20 centra las críticas en la “reforma económica roja” de las propuestas aprobadas en las diversas asambleas (y la Ley de Partidos), no haciendo consideración sobre otras propuestas, por incompatibles. Tengo que reconocer que este centrarse en la economía me ha recordado mucho..., sí, a Rajoy. Otros recuerdos que han aflorado en mi memoria son, por ejemplo, consecuencia de las propuestas de las listas abiertas (como dice Rosa Díez), o la eliminación de la Audiencia Nacional (como dice Federico Jiménez Losantos).
Un rato antes, (08:43) ha reconocido que en su propia casa hay gustos para todo (aunque, naturalmente, los ‘otros’ estén equivocados). Y más contundente es cuando dice (16:44): “Siempre hay algún bobo que prefiere creer lo que quiere creer en lugar de lo que está a la vista”.
Me ha resultado curioso que mencionara el pecado dentro de casa, pero no el pecador. No hay problema. Uno de ellos lo he supuesto pues ayer por la tarde oí a Luis Herrero conversando con Rosa Díez. Otro es Luis del Pino, ya que lleva ya dos anotaciones en su blog sobre este tema (interesantes, en mi opinión, los comentarios nº 12, de Pelayo_l y nº 13, de lesconil, en la segunda de las anotaciones).
Esta tarde, en la tertulia de Luis Herrero me entero de dos cosas: la segunda, que entre ‘los otros’ se encuentran los catedráticos Albiac y Maestre (desterrados esta temporada a la hora de la comida por mor del relato vidalesco); y la primera, que como se ha recordado estos días, “fuera hace mucho frío”: Luis Herrero “abre los ojos”, es decir, los demás los tienen cerrados, ya que no coinciden con la línea oficial de la casa.
En la tertulia se ha comentado (introducido por Nuria Richards, lo que ha obligado a César Vidal a decir que él ya lo sabía) la existencia de dos convocatorias en Madrid para esta tarde, una en Cibeles y otra en Ferraz. Ésta no ha merecido mayor comentario (se ve que no la ha convocado Esperanza Aguirre), mientras que aquélla ha sido directamente descalificada por haber sido convocada por Enrique de Diego (por cierto, en este caso, la policía sí ha actuado).
En resumen.
En mi opinión, ‘lo de Sol’, si sirve para algo, es para demostrar que estamos en España, y que todos somos muy españoles, incluso aquéllos que no hacen más que denigrar nuestra Historia pero no pueden evitar comportarse según ‘nuestro’ tradicional estilo.
Sobre ‘lo de sol’, a partir del momento 15:20 centra las críticas en la “reforma económica roja” de las propuestas aprobadas en las diversas asambleas (y la Ley de Partidos), no haciendo consideración sobre otras propuestas, por incompatibles. Tengo que reconocer que este centrarse en la economía me ha recordado mucho..., sí, a Rajoy. Otros recuerdos que han aflorado en mi memoria son, por ejemplo, consecuencia de las propuestas de las listas abiertas (como dice Rosa Díez), o la eliminación de la Audiencia Nacional (como dice Federico Jiménez Losantos).
Un rato antes, (08:43) ha reconocido que en su propia casa hay gustos para todo (aunque, naturalmente, los ‘otros’ estén equivocados). Y más contundente es cuando dice (16:44): “Siempre hay algún bobo que prefiere creer lo que quiere creer en lugar de lo que está a la vista”.
Me ha resultado curioso que mencionara el pecado dentro de casa, pero no el pecador. No hay problema. Uno de ellos lo he supuesto pues ayer por la tarde oí a Luis Herrero conversando con Rosa Díez. Otro es Luis del Pino, ya que lleva ya dos anotaciones en su blog sobre este tema (interesantes, en mi opinión, los comentarios nº 12, de Pelayo_l y nº 13, de lesconil, en la segunda de las anotaciones).
Esta tarde, en la tertulia de Luis Herrero me entero de dos cosas: la segunda, que entre ‘los otros’ se encuentran los catedráticos Albiac y Maestre (desterrados esta temporada a la hora de la comida por mor del relato vidalesco); y la primera, que como se ha recordado estos días, “fuera hace mucho frío”: Luis Herrero “abre los ojos”, es decir, los demás los tienen cerrados, ya que no coinciden con la línea oficial de la casa.
En la tertulia se ha comentado (introducido por Nuria Richards, lo que ha obligado a César Vidal a decir que él ya lo sabía) la existencia de dos convocatorias en Madrid para esta tarde, una en Cibeles y otra en Ferraz. Ésta no ha merecido mayor comentario (se ve que no la ha convocado Esperanza Aguirre), mientras que aquélla ha sido directamente descalificada por haber sido convocada por Enrique de Diego (por cierto, en este caso, la policía sí ha actuado).
En resumen.
En mi opinión, ‘lo de Sol’, si sirve para algo, es para demostrar que estamos en España, y que todos somos muy españoles, incluso aquéllos que no hacen más que denigrar nuestra Historia pero no pueden evitar comportarse según ‘nuestro’ tradicional estilo.
Yo me he pasado toda la semana alternando mi pensamiento entre Federico y Luis Herrero. Por las mañanas, le daba la razón a Federico (en el fondo de mi corazón no podía dejar de ver que mucho de lo que decía era cierto); por las tarde, me ilusionaba pensando que tal vez..., tal vez... había llegado el momento de pararle los pies a los políticos.
ResponderEliminarEsta tarde también escuché la confesión de Luis Herrero sobre su apertura de ojos.
En fin...
Bueno, también se trata de presentar unas ideas, o un pensamiento alternativo, ¿no?
ResponderEliminarY esta mañana, ¿qué tal te ha ido con Luis del Pino y sus contertulios? Interesante, ¿verdad?
Lo cierto es que escuché sólo la mitad del programa (hasta las 9), luego no pude continuar. Tuvo un buen rifirrafe con uno de ellos (cuyo nombre no recuerdo), pero el pobre estaba en minoría (3 contra 1 no es justo, jajajaja). En cualquier caso, me sorprendió que Luis del Pino no haya cambiado de idea.
ResponderEliminarPero él expresa algo parecido (si no es lo mismo) a lo que pienso yo: parte de la culpa de que este movimiento (o como queramos llamarlo) haya derivado hacia esos postulados de izquierda inasumibles para nosotros (al menos para mí,) la tenemos nosotros mismos. ¿Qué hubiera pasado si miles de personas que piensan parecido a nosotros hubieran estado allí, proponiendo sus ideas, gritándolas, haciéndose ver y dejando patente que también existen, que quieren cambios, como la reforma electoral, las listas abiertas, etc., etc.? ¿Qué hubiera pasado entonces? ¿Habría logrado la izquierda radical hacerse con el mando? Quizá no, y tal vez en este momento sí habría un verdadero movimiento cívico contra los políticos que les estuviera haciendo temblar las piernas.