Con motivo de una anotación similar a ésta, “anunciando” un próximo viaje a Madrid, aunque trufada con referencias literarias de Asimov, Gavión me sugirió consultar una página que, al menos él, prefería para las previsiones meteorológicas.
Cuando a principios de julio estuvimos decidiendo caragüevo y un servidor si hacer este año un viaje y a dónde, al final se decidió por un lugar en el que ninguno de los dos habíamos estado: Venecia. Las fechas, por motivos, principalmente de trabajo y de evitar aglomeraciones, quedó fijada para finales de septiembre.
De esta manera, el día 14 consulté la previsión, aunque lejana aún en el tiempo, de la página recomendada. El resultado obtenido era previsible para las fechas, sol y lluvia; estábamos en pleno cambio de verano a otoño, por lo que no era de extrañar.
Sin embargo, conforme se acercaban las fechas del viaje, la previsión iba posponiendo las lluvias, con el resultado de que la víspera del viaje, ya las situaba una vez entrado el mes de octubre.
Por otro lado, en el viaje que en la Semana Santa de hace dos años habíamos hecho a Milán, descubrimos, mientras desayunábamos en el hotel, que en una de las cadenas de televisión (supongo que de la RAI), la previsión del tiempo la exponía un militar de la Fuerza Aérea (cuyo grado ignorábamos, pero para nosotros, desde entonces, “el señor teniente coronel”). Efectivamente, la página que el anterior Instituto Nacional de Meteorología (ahora AEMET) enlaza para la consulta relativa a Italia, está gestionada por la Fuerza Aérea. En esta ocasión, la previsión que nos encontramos “del señor teniente coronel” era algo distinta a la otra.
El resultado ya lo comentó caragüevo hace unos días, resultándonos satisfactorio el cambio de península, visto lo que por aquí hubo (que ha sido incluso objeto de un informe de la referida AEMET).
Así pues, con atardeceres como el de la foto, pudimos disfrutar, más si cabe, del viaje a Venecia.
Cuando a principios de julio estuvimos decidiendo caragüevo y un servidor si hacer este año un viaje y a dónde, al final se decidió por un lugar en el que ninguno de los dos habíamos estado: Venecia. Las fechas, por motivos, principalmente de trabajo y de evitar aglomeraciones, quedó fijada para finales de septiembre.
De esta manera, el día 14 consulté la previsión, aunque lejana aún en el tiempo, de la página recomendada. El resultado obtenido era previsible para las fechas, sol y lluvia; estábamos en pleno cambio de verano a otoño, por lo que no era de extrañar.
Sin embargo, conforme se acercaban las fechas del viaje, la previsión iba posponiendo las lluvias, con el resultado de que la víspera del viaje, ya las situaba una vez entrado el mes de octubre.
Por otro lado, en el viaje que en la Semana Santa de hace dos años habíamos hecho a Milán, descubrimos, mientras desayunábamos en el hotel, que en una de las cadenas de televisión (supongo que de la RAI), la previsión del tiempo la exponía un militar de la Fuerza Aérea (cuyo grado ignorábamos, pero para nosotros, desde entonces, “el señor teniente coronel”). Efectivamente, la página que el anterior Instituto Nacional de Meteorología (ahora AEMET) enlaza para la consulta relativa a Italia, está gestionada por la Fuerza Aérea. En esta ocasión, la previsión que nos encontramos “del señor teniente coronel” era algo distinta a la otra.
El resultado ya lo comentó caragüevo hace unos días, resultándonos satisfactorio el cambio de península, visto lo que por aquí hubo (que ha sido incluso objeto de un informe de la referida AEMET).
Así pues, con atardeceres como el de la foto, pudimos disfrutar, más si cabe, del viaje a Venecia.
De lo que se deduce que el ejército italiano sirve para algo.
ResponderEliminarAquíííííííií....