Cuenta la tradición (yo no estuve allí) que sobre el año 1214, en peregrinaje hacia Santiago de Compostela, pasó por Madrid. Habiéndole precedido su fama, “se le ofreció terreno para fundar y, aceptada la oferta, levantó cerca de Puerta de Moros una pobre choza. Posteriormente, se construyó otro eremitorio más amplio, que llamaron «Cuarto viejo». En el mismo lugar había una fuente entre dos álamos, cuya agua sanaba los enferemos, y una ermita dedicada a Santa María”.
Con el tiempo, a expensas de distinguidos bienhechores, el complejo se amplió y transformó, y a mediados del XVI, por su notoriedad, el templo recibió el sobrenombre de «el grande».
En la familia, de siempre hemos llevado junto a cada uno, una medalla donde se puede leer:
“El Señor te bendiga y te guarde.
El Señor te muestre su rostro y tenga misericordia de ti.
Vuelva el Señor tu rostro hacia ti y te conceda la paz.
El Señor te bendiga”
Fundador de una orden de frailes menores (que acabó tomando su nombre), y autor de la bendición trascrita, hoy celebramos su festividad.
El Hermano San Francisco de Asís.
Con el tiempo, a expensas de distinguidos bienhechores, el complejo se amplió y transformó, y a mediados del XVI, por su notoriedad, el templo recibió el sobrenombre de «el grande».
En la familia, de siempre hemos llevado junto a cada uno, una medalla donde se puede leer:
“El Señor te bendiga y te guarde.
El Señor te muestre su rostro y tenga misericordia de ti.
Vuelva el Señor tu rostro hacia ti y te conceda la paz.
El Señor te bendiga”
Fundador de una orden de frailes menores (que acabó tomando su nombre), y autor de la bendición trascrita, hoy celebramos su festividad.
El Hermano San Francisco de Asís.
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