martes, 18 de noviembre de 2008

A un Canal de la rica Suez

El pasado domingo, día 16, se cumplieron 139 años de la inauguración del Canal de Suez, del que no hace falta decir dónde está ni para qué sirve.

[De todas formas, por si alguien que esto lea, se encuentra ligeramente perdido, y no le sale en su GPS, voy a darle un pequeño respiro literario:

"El miércoles 9 de octubre se esperaba en Suez, para las once de la mañana, al paquebote Mongolia, de la Compañía Peninsular y Oriental, steamer de hierro, con hélice y sparceck, que desplazaba dos mil ochocientas toneladas y que poseía una potencia nominal de quinientos caballos. El Mongolia realizaba regularmente la travesía de Brindisi a Bombay, pasando por el canal de Suez. Se trataba de uno de los más rápidos veleros de la compañía y siempre había superado las velocidades reglamentarias, establecidas en diez nudos entre Brindisi y Suez , y en nueve nudos cincuenta y tres centésimas entre Suez y Bombay"

Bueno, ahora que ya sabemos que el canal de Suez no une un río con un lago, sino que permite ir de Brindisi a Bombay, sigamos]

Pero como todo, también el canal tuvo sus principios.

Tres siglos hacia que el comercio seguia entrambas rutas que dejamos indicadas, cuando un invento extraordinario viene á despertar de nuevo la idea de acortar en lo posible las distancias y evitar los gastos, molestias y peligros que encuentra el navegante al dirigirse á los mares de la India y de la China, bien sea por el cabo de Buenas Esperanza, ó de las Tempestades como le llamaban con harta propiedad los antiguos marinos, ó por el de Hornos, mas peligros que aquel, situado el primero á los 34º 23’, y el segundo á los 55º 56’ latitud Sur, en regiones que parecen asiento predilecto de las tormentas y obligan á cruzar dos veces la línea, con los inconvenientes que tambien esta presenta por las eternas calmas que en ella reinan.
El descubrimiento de la navegacion por medio del vapor á principios de este siglo, vino en efecto á despertar nuevos proyectos de rápida comunicación con las Indias Orientales, de importancia creciente para varias de las naciones de nuestro continente.
(…)
Nombrado por el Gobierno para representar á España en la Comisión internacional creada para estudiar las cuestiones relativas al rompimiento del istmo de Suez, y al trazado, ejecución y apertura del canal marítimo que ha de unir el Mediterráneo con el mar Rojo, el objeto que me he propuesto al tomar la pluma ha sido dar á conocer los antecedentes, estado actual y porvenir de tan atrevido é interesante proyecto. Hacer ver el interés que tiene España en su realización y los medios que, en nuestro juicio, podrian emplearse para sacar todo el partido posible para nuestra patria del cambio que no puede menos de producir, en las relaciones comerciales del mundo, la apertura de esta nueva vía de comunicación entre el Occidente y el Oriente.


Como se ha dicho, nos referimos a un canal marítimo, y no al canal terrestre que estuvo, brevemente, en servicio hace unos 3.300 años.

Pero claro, así, cualquier ingeniero lo consigue:

"Y tú, alza tu cayado, extiende tu mano sobre el mar y divídelo, para que los israelitas pasen por medio del mar, en seco".

Éstos sí son planes de estudio en la Universidad, incluso me vale el plan antiguo:

"Tu autem eleva virgam tuam, et extende manum tuam super mare, et divide illud: ut gradiantur filii Israel in medi mari per siccum"

Pero como esta anotación se ha hecho algo larga, y no es cuestión de tardar 80 días en leerla, seguiremos en otro momento.

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