Hace unas semanas, en el colegio le pusieron a mi hija unos deberes en equipo, sobre poetas. Naturalmente, presto se dedicaron a ello.¿Y cómo diréis que lo hicieron?: ¿consultando una antología que hubiera en la biblioteca familiar de alguna de ellas? ¡no!; ¿inquiriendo a alguien de la familia versado en letras? ¡no!; ¿acudiendo a la biblioteca del colegio a averiguar cuanto más mejor? ¡no!
¡Pardiez, que es gran aprieto resolver el enigma! ¡Decidme, si os place, cómo acaesció!
Pláceme, y fue en la Red.
¿Y ello? ¿Fueron a un puerto norteño, cántabro, astur, vascongado, gallego acaso? ¿A un puerto del soleado sur? ¿Levantino tal vez, aun estando vivo el riesgo de los piratas berberiscos?
¡Quiá! Sabed que la red es una técnica de los modernos alquimistas, que permite al común de los mortales consultar y averiguar todo tipo de cosas.
¿Todo tipo? ¿Sin control alguno? ¡Vive Dios que el Santo Oficio no lo permitirá!
No os negaré, señor hidalgo, que sigue activa la Inquisición, pero ya no la intitulan Santa, calidad que por demás, pronto se aprecia que no le es en absoluto propia.
¿Y hubieron éxito en la demanda?
Puedo deciros que de la copia de poetas relacionados, uno tan sólo se me alcanzaba a conoscer, un araucano, un tal Neruda. Y eso, habiendo grandes poetas, buenos cristianos, e incluso algún pagano de agradable y elegante lectura.
¿Y resolvió vuesa merced alguna medida?
Sí, pero os pondré en conocimiento de ella en otro momento, pues se aproxima la hora de completas, y me debo a mi obligación. Id con Dios.
Quedad con Él.
Vaya redacción ocurrente para poner de manifiesto que los niños de hoy en día investigan más bien poco para sus trabajos escolares. Cuánto he disfrutado con su lectura. Mi hijo mayor tuvo que hacer, también en equipo, un trabajo sobre plantas aromáticas y medicinales de la zona y hete aquí que tuvieron la ocurrencia de poner ramitas y hojas "de verdad" de dichas plantas, pues fue todo un acontecimiento en la clase dado que el resto sólo pusieron fotografías "facilitadas por el susodicho internet"; ¡que emoción! pudieron tocar las hojitas y oler las plantas aromáticas. En fin, cuánto se ha avanzado pero cuánto más se ha perdido.
ResponderEliminarSaludos a los que recordamos tiempos de verdadera investigación en nuestros años de escolares.
Mi esposo también echa pestes de internet en eso de los trabajos escolares y opina que había que enseñar a los niños a buscar bibliografía en libros y enciclopedias...
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