jueves, 30 de agosto de 2012

Otra colección… de años

Ayer por la tarde vi en el escaparate de un kiosco la primera entrega de una de las nuevas colecciones para esta temporada.

Se trata de una reedición de la colección Dumbo, unos libritos, de unas 80 páginas, con historietas de Walt Disney, por lo común, dos historias largas (la primera dando nombre al álbum; por eso el ‘y…’ en la cubierta), y otro par o tres más cortas. En algún número que otro, la primera de las historietas principales se correspondía con una de las películas ya clásicas de dibujos animados (Merlín el encantador, 101 dálmatas,…)

En todo caso, los personajes eran los propios de Disney: el Pato Donald y su familia (especialmente sus sobrinos y el Tío Gilito); Mickey Mouse junto con Goofy (en aventuras policíaco-detectivescas –bien ayudando al Sargento O’Hara o bien a través de Ojo avizor, su propia agencia de detectives); y otros personajes ‘menores’ como el Lobo y los Cerditos,…

En ocasiones, la aventura principal, a través de su título, hacía un guiño a la literatura ‘seria’, como es el caso de Las minas del Rey Salomón, o de El Rey del Mar, libros que fueron los primeros que tuve con este título, mucho antes que las obras genuinas, fuera en adaptaciones resumidas en inglés, o íntegras traducidas.

También había guiños a personajes casi legendarios, como en este volumen titulado Gilito de Arabia.

La colección la editaba Ediciones Recreativas S.A. (E.R.S.A.) y más que de libros era más bien de revistas, pues estaba registrada en la Dirección General de Prensa, con el número 18 del R.P.I., y por eso, en las primeras publicaciones, figuraba como Depósito Legal el M. 2845-1958, aunque el inicio de la colección debió de ser en 1967 o algo antes. La misma editorial lanzó también la colección Películas, gruesos volúmenes con recopliación también en formato de tebeo de las clásicas películas de Walt Disney, aunque al poco incluyó a la ‘competencia’, Hanna-Barbera.

Los primeros ejemplares que tengo de la colección (de 1968 y 1969), costaban la friolera de 35 pesetas, mientras que en los siguientes (años 1970 y 1971), ya figura en la contraportada el importe de 40 pesetas. El importe de la colección de esta temporada no sé cuál es, pero posiblemente sea, proporcionalmente hablando entre ambas épocas, bastante superior al de entonces.

Lo que sí que me figuro es el mercado objetivo de la colección: visto los gustos del actual segmento infantil, no puede ser sino los padres de los niños de ahora, es decir, los que eran niños cuando se lanzó la colección original, hace más de cuarenta años. Igual que la colección de Bruguera, ya conocida en estas páginas, Joyas literarias juveniles.

[Nota:
Después de ver la introducción en la portada de Salvat para la colección, no es cuestión de figurarse nada: la misma publicidad habla de “tu infancia” y “tu niñez”.]

Y la duda que esto plantea es la siguiente:
¿De verdad está tan mal la cosa (económica, artística y socialmente, incluso), que sólo cabe refugiarse en la nostalgia de la infancia?

Créditos:
Cubiertas de los volúmenes de Las minas del Rey Salomón (segunda edición, en 1970), El Rey del Mar (ediciónsin identificar, también en 1970) y Gilito de Arabia (edición sin identificar,ya en 1971), de la biblioteca del autor.

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