Con paciencia, todo
llega, y con independencia de las dudas sobre si fue un año u otro, el caso es
que es en éste de 2012 cuando se ha celebrado el VIII Centenario de la conversión
de Clara de Asís, es decir, del momento en que abandona la vida cómoda de una
aristócrata medieval, y se acoge a la pobreza establecida cinco años antes por
un vecino suyo, conocido como Francisco.
Desde hace pocos años,
precisamente en un Convento de las Clarisas, el de Lerma, ha habido un curioso
fenómeno de vocaciones juveniles. Este fenómeno, ha acabado eclosionado en un
nuevo Instituto Religioso, el de Iesu Communio, aprobado hace año y medio por
el Papa. No sé cuáles son los fundamentos del nuevo Instituto, ni la diferencia
con las Clarisas (creo que no mantienen la clausura); en todo caso, como dijo
Jesús, “por sus frutos los conoceréis”.
En resumen, que hoy,
festividad de Santa Clara de Asís, tal vez sea un buen momento para reflexionar
sobre “el sentido de la existencia y a buscar en Dios el secreto de la
verdadera alegría”.
(Y si, a pesar de la
cercanía a un convento de Clarisas, no es ése el camino al que llama Dios, lo
mismo hay que llegarse a Lerma, ¿no?)
Créditos:
Extracto de la carta remitida por S.S. Benedicto XVI al Obispo de Asís, fechada el 1 de abril de 2012, Domingo
de Ramos, con motivo del VIII Centenario de la conversión de Clara de Asís.
Fotografías del cartel
preparando el VIII Centenario, y de la estatua de Santa Clra, en el Monasterio de la Trinidad de Valencia, en abril de 2011, del autor.
Fotografía de la fachada
del Convento de Santa Clara (Clarisas Capuchinas), de Valencia, en febrero de
2011, del autor.

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