miércoles, 12 de agosto de 2009

Magia en la ciudad

Hace tiempo, observé una extraña alteración en la superficie de una acera, cercana a casa. Dudé entre achacarla a un defecto en la ejecución de la obra de urbanización de la calle, o a un pequeño síntoma del desplazamiento de las placas tectónicas con el resultado de colisión, suave, pero colisión.

Sin embargo, el paso del tiempo me aclaró las cosas. Y resultaron no ser tan inocentes como las alternativas que había barajado.

La medianera que se aprecia en la foto de conjunto, suele aprovecharse para la instalación de grandes carteles de publicidad. Por ejemplo, durante la celebración de la Copa del América estuvo ahí, casi fijo, un anuncio del equipo BMW-Oracle.

En julio, coincidiendo con el estreno de la última película de la serie Harry Potter (que no sabemos por qué en España el príncipe ya no es mestizo, como sí lo es en la novela y película originales); en julio, digo, se colocó un gran cartel de publicidad de la película.

A principios de mes, el cartel se vino abajo, afectando en su caída incluso a un par de focos luminosos.



La respuesta a lo sucedido me la dio el principio de la breve reseña de la película que se mostraba en la página de una cadena de cines de aquí de Valencia, los cines ABC: “Voldemort va tomando control tanto del mundo Muggle como del mundo de la magia, y Hogwarts ya no es el lugar seguro que solía ser”. Y, efectivamente, una de las primeras actuaciones había sido eliminar una publicidad tan grande de Harry Potter.

Sin embargo, Voldemort ignora que en Valencia actúa un grupo especial que resuelve numerosos problemas, y en cuyo nombre en clave se incluye el críptico número 72.

Este grupo especial reaccionó con presteza a la acción de Voldemort, y consiguió sellar la grieta por la que se había manifestado en este mundo. Ayer fui testigo de ello, pero realicé la foto una vez que los integrantes del grupo especial habían desaparecido, con el fin de preservar su identidad y que así, desde el incógnito, sean más eficaces a la hora de resolver estos problemas.

Y lo puedo decir ahora, una vez ha sido desclasificado el expediente.

3 comentarios:

  1. Pues ya podrías pasarte una temporadita por Madrid (pero tendría que ser larga, larga..., que trabajo tendrías para rato) a ver si pouedes desclasificarnos algunos expedientes...

    Para mí que el agujereo madrileño supera con creces al poder del propio Valdemort y en cuanto a lo de las placas tectónicas..., aquí... no me pega mucho. Tiene que haber otra explicación. Y la hay, de hecho. Yo la llamo DEG: el Devastador Efecto Gallardón.

    Aunque..., bueno, para ser justa, he de decir que nos tiene la ciudad patas arriba, pero a cambio ganamos en buenas infraestructuras. No hablamos de la deuda que nos va a dejar, eso sí.

    Mejor pongo el punto final aquí, que ya he dicho bastante bueno de Gallardón, a quien no puedo sufrir. Por cierto..., me pregunto si mañana por la mañana, mientras se afeite, tendrá sintonizado el 99.1... ;-)

    Saludos.

    S. Cid

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  2. Mujer, la hiper-mega-super-chuli-guay estación de la Puerta del sol ya está terminada, y tal la vea el próximo viaje, al igual que el primer tramo de la calle de Alcalá, el Conde-Duque, tal vez, y más cosas "E" que como en todos los sitios tienen patas arriba las ciudades (cosa que todo el mundo, incluso el PSOE, culpa a los ayuntamientos, y nadie a las condiciones del famoso decreto - es más, incluso critican que se acudiera a por el dinero).
    Sin embargo no te sé decir cuándo me acercaré a esa Villa, quizás a finales de enero [ver anotación mía del 8 de abril], quizás antes; por lo que me imagino que para entonces ya tendréis desclasificados todos los expedientes.
    ¡Ups, no! Creo que han anunciado un segundo lote similar. Se me va a acumular la faena en Valencia. ¡Ayuda!

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  3. ¿Seguro que el resonsable no era Valmor en vez de Valdemort? Lo digo por la cercanía del circuito de Fórmula 1. Otro de esa larga lista de eventos que llenan la ciudad de glamour y lujo, según las crónicas de canal 9 (menos mal que Ferran Pina estaba de vacaciones).
    ¿no miraste a ver si por la grieta se veía algún billete de los 18 millones que pagamos en concepto de vaya usted a saber? Que con uno de esos yo me compro un traje.
    A Gallardón ya sólo le falta el toque nacionalista, pero sólo de pensarlo me entran sudores fríos. A ver con qué nos sorprende esta nueva temporada.

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