Hace un tiempo, hice una anotación en relación con el hecho de que los museos cerraran los lunes (salvo el Reina Sofía, que lo hace el martes), con independencia de circunstancias especiales que, por lo menos en mi opinión, lo desaconsejaran.
Hace menos, con el “invento” del Día Internacional de los Museos, el Ayuntamiento de Valencia, a través de la Concejalía de Cultura, programó “una serie de actividades con motivo de la celebración, el próximo lunes, del Día Internacional de los Museos. Además de abrir gratuitamente las puertas de los museos municipales durante toda la jornada, está prevista la realización de diversas actividades, entre las que destacan las organizadas por el Museo de Ciencias Naturales y por el Museo de Historia de Valencia”. Estas actividades eran para el día 18 de mayo,… sí, efectivamente, este año ha sido lunes.
Estos días ha estado aquí en Valencia un cuñado mío que hace años se mudó a Canarias. Quedamos para vernos y comer por el centro, y como estábamos cerca, nos acercamos al lado de la Catedral para ver el Museo abierto hace poco de La Almoina, que sólo llegó a conocer en su versión de excavaciones arqueológicas a lo largo de años, años,… y más años.
Como en la comida nos ajustamos bastante al horario tempranero de los turistas, resultó que siendo agosto, miércoles, y poco más de las dos de la tarde, sólo los turistas de verdad y nosotros íbamos andando por las calles.
Todo decidido dirijo el grupo hacia la puerta del “Centro Arqueológico L’Almoina”, para… poder leer bien claramente el cartel del horario.
Con lo que sólo pudimos apreciar la alberca que cubre la estructura que protege las ruinas (principalmente, mezcla de romanas y visigodas), lo que tampoco resultó muy ilusionante, por mucho que al fondo viéramos parte de la Catedral y su cimborrio, o, asomando un poco por la derecha, la fachada trasera de la Basílica de la Virgen.
Sin muchas esperanzas nos acercamos al Museo de la ciudad, con el mismo resultado. Eso sí, pudimos apreciar que la cercana Iglesia de San Esteban se encontraba de obras.
En resumen, que mucho Día Internacional de los Museos, muchas Noches de los museos, gastos extraordinarios y fuera de tiesto, y cuando de verdad hay gente para verlos, sea mucha o poca gente, no hay servicio.
Y si los turistas extranjeros quieren ir a un museo, que aprendan a comer a las tres de la tarde y aprovechen así que están cerrados. Do fueres, haz lo que vieres, ¿no?
Pues no.
Hace menos, con el “invento” del Día Internacional de los Museos, el Ayuntamiento de Valencia, a través de la Concejalía de Cultura, programó “una serie de actividades con motivo de la celebración, el próximo lunes, del Día Internacional de los Museos. Además de abrir gratuitamente las puertas de los museos municipales durante toda la jornada, está prevista la realización de diversas actividades, entre las que destacan las organizadas por el Museo de Ciencias Naturales y por el Museo de Historia de Valencia”. Estas actividades eran para el día 18 de mayo,… sí, efectivamente, este año ha sido lunes.
Estos días ha estado aquí en Valencia un cuñado mío que hace años se mudó a Canarias. Quedamos para vernos y comer por el centro, y como estábamos cerca, nos acercamos al lado de la Catedral para ver el Museo abierto hace poco de La Almoina, que sólo llegó a conocer en su versión de excavaciones arqueológicas a lo largo de años, años,… y más años.
Como en la comida nos ajustamos bastante al horario tempranero de los turistas, resultó que siendo agosto, miércoles, y poco más de las dos de la tarde, sólo los turistas de verdad y nosotros íbamos andando por las calles.
Todo decidido dirijo el grupo hacia la puerta del “Centro Arqueológico L’Almoina”, para… poder leer bien claramente el cartel del horario.
Con lo que sólo pudimos apreciar la alberca que cubre la estructura que protege las ruinas (principalmente, mezcla de romanas y visigodas), lo que tampoco resultó muy ilusionante, por mucho que al fondo viéramos parte de la Catedral y su cimborrio, o, asomando un poco por la derecha, la fachada trasera de la Basílica de la Virgen.
Sin muchas esperanzas nos acercamos al Museo de la ciudad, con el mismo resultado. Eso sí, pudimos apreciar que la cercana Iglesia de San Esteban se encontraba de obras.
En resumen, que mucho Día Internacional de los Museos, muchas Noches de los museos, gastos extraordinarios y fuera de tiesto, y cuando de verdad hay gente para verlos, sea mucha o poca gente, no hay servicio.
Y si los turistas extranjeros quieren ir a un museo, que aprendan a comer a las tres de la tarde y aprovechen así que están cerrados. Do fueres, haz lo que vieres, ¿no?
Pues no.
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