Hace cuatro meses, hablábamos de que la Luna
llena de septiembre recibía el nombre de “luna de la cosecha”, y “del cazador”
la de octubre.
Hace un par de días se completó la Luna,
que en esta ocasión, por coincidir con el apogeo, se aprecia (si no hay nubes),
más pequeña de lo habitual.
Por tanto, resulta que con este año nuevo
tuvimos, el mismo día 1, también nueva, la Luna.
No he leído que las Lunas nuevas tengan
nombres, como aquéllas llenas del otoño. Lo que sí he leído es que todas las
Lunas llenas lo tienen. En concreto, la de enero, es la “luna del lobo”, el de
verdad, el que la aúlla en los desolados paisajes invernales, no el
hombre-lobo,… ni el de la calle del muro (bueno, en realidad, de éste no estoy
tan seguro).
Créditos:
Fotografía de la Luna nueva vista desde Fráncfort
del Meno, el día 2 de enero de 2014, del autor.
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