sábado, 6 de agosto de 2011

En-volver a Sol

Estos días ha estado la cosa ‘entretenida’ en lo que respecta a los indignantes, tanto perroflautas como Gobierno.

Tras decidir prohibir el acceso a Sol, tanto a esta chusma, como a la gente cuyo mayor pecado es pagar los impuestos (transeúntes, vecinos, comerciantes -a los que incluso se les ha obligado a cerrar los negocios… ¡por la Policía!-), ayer decidieron que (casi) todo vale, y que podían volver a Sol.

Y al evidente y cierto grito de «¡Es una victoria!», a fe que lo han hecho. La pena es que se ha dejado escapar una buena oportunidad… para el conjunto de españoles decentes, claro.

El caso es que según he podido leer, esta chusma, para evitar tener problemas con la Policía (¡éstos no saben lo que es tener problemas con la Policía de un país democrático y con Estado de Derecho!), han preparado un Protocolo:
El protocolo consiste en crear una primera hilera de personas que de pie, "manteniendo la calma" y agarradas entre sí por los brazos creen un bloque para resistir el empuje de la carga.
En la segunda y tercera fila, los manifestantes se colocarán en la misma postura sujetando a las personas que se encuentran en la primera fila por la cintura.


¿Y qué más queríamos? ¿Qué mejor oportunidad?

El perímetro de la chusma, ella misma nos lo marca, y además, bien afirmado. Por tanto:
- cójase, si no papel de regalo, sí suficientes redes de cerramiento de obra, por ejemplo, verde que es lo que les gusta.
- provéase de cuerdas o maromas de la longitud necesaria para dar un buen puñado de vueltas al perímetro.
- localícese un buen patriota y rápido, como el Capitán América.
- el susodicho, a toda velocidad, dará las vueltas necesarias para conseguir tener a toda la chusma envuelta con la red, acordada y anudada.
- se puede completar con redes de pesca, debidamente lanzadas sobre la chusma, para dificultarles los movimientos.
- asimismo, se puede tener consideración con la estética, y cabe adornarlo con un gran lazo rojo (color que también les agrada).
- una vez se encuentren un buen rato al Sol que tanto les entusiasma, sudados, hambrientos, sedientos e incluso meados itself, transpórteseles en helicóptero hasta la puerta del Palacio de la Moncloa, y deposíteseles allí.

Los vecinos, transeúntes y comerciantes, eso sí, no podrán aplaudir, porque de hacerlo, serán multados por infringir la Ordenanza Municipal de Ruido.

Créditos:
Imagen tomada de internet.

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