viernes, 26 de agosto de 2011

Cuatro por cuatro, apenas nada

A las doce y cuarenta y siete, el caballero se levantó de la mesa y se dirigió hacia el gran salón, una pieza suntuosa ornamentada con cuadros lujosamente enmarcados. Allí un criado le entregó el Times sin cortar, y Phileas Fogg se entregó a un laborioso despliegue con una destreza que denotaba una gran experiencia en la difícil operación. La lectura de aquel periódico entretuvo a Phileas Fogg justo hasta las tres y cuarenta y cinco, y la del Standard -que le sucedió- duró hasta la cena. Esta comida se efectuó en las mismas condiciones que el almuerzo, salvo la adición de una royal british sauce. A las seis menos veinte el caballero reapareció en el gran salón y se absorbió en la lectura del Morning Chronicle.

Mi amigo, que es del PP, está sonriente, relajado y feliz. Así que antes de que se vaya le he disparado la pregunta a bote pronto.
- Oya, ¿tú sabes algo de Rajoy?
- No. O sea, sí: está de vacaciones, como casi todo el mundo. En su tierra, creo. ¿Va a ir a Navarra, no?
- Sí, y ha hecho una aparición fugaz, como forzosa, en Pontevedra. ¿Pero tú crees que un candidato puede andar de vacaciones, tal como anda el patio?
- ¿Y por qué no? Total, algunos piensan que estamos todo el año de holganza, y hemos ganado las municipales. Además, ya está el Gobierno para buscarse solo los problemas. (…) ¿No se nos ataca por crispar? Pues a ver si este verano estamos crispando algo; lo que queda claro es que no somos nosotros los crrispadores. (…)
- Hombre, pero una cosa es no crispar y otra desaparecer del mapa.
- (…) Si te mueves lo justo, si no apareces más que los estrictamente necesario, la incompetencia del que manda resalta más y a ti no te salpica. (…) El problema de Mariano es que hay mucha gente que se ha dejado convencer por la intoxicación de que es un negativista…
- Pero yo lo que percibo en la derecha social es cierta perplejidad por su absentismo.
- Ahora es prioritario no quemarse. Que se quemen ellos, que son los que tienen la responsabilidad de gobernar, y no pueden con ella.
- Eso equivale casi a renunciar las elecciones y esperar que Zapatero las pierda…
- Es que puede suceder. De hecho, es lo más probable, y en esa tesitura conviene no cometer errores. Ni ahora, ni a partir de septiembre. El principal sería movilizar a la izquierda.
- O sea que vais de perfil bajo.
- De perfil, diría yo. Ya sabes que Mariano tiene esa forma peculiar de entender el liderazgo…


Movido por este tentador propósito, [Sam] empezó a dirigirse a la cantina, donde obtuvo su cerveza y se hizo, además, con un periódico de cuatro fechas atrás, luego se llegó al patio, escogió un banco soleado y tranquilo, y se dispuso a disfrutar de aquellos pequeños y tan apreciables tesoros.
Bebió ante todo un refrescante trago de cerveza, cayendo sus ojos, al levantar el vaso, sobre la figura de una joven que estaba pelando patatas apoyada en el alféizar de una ventana; consideró descortés dejar de guiñarle amistosamente un ojo, tras lo cual dispuso el plegado del periódico de forma que le quedara bien a la vista la sección política, operación que se reveló un tanto complicada con el viento contrario que le embestía. El esfuerzo requirió otro trago de cerveza, motivo de un nuevo guiño a la laboriosa moza.


Phileas Fogg dedicaba cerca de tres horas (y eso que sabía inglés) a la lectura, completa, se supone, del Times, del día, “sin cortar”; mientras, Sam consigue un ejemplar de un periódico cuyo nombre no nos ha trascendido, aunque con un retraso de cuatro días, dedicando su atención a la sección de política. En ambos caso, resulta trabajoso conseguir desplegar adecuadamente el periódico para poder leerlo.

Como puede verse, Sam considera de mayor importancia conocer, aun cuando sea con un retraso de cuatro días, las noticias de política en la Inglaterra del primer tercio del siglo XIX.

El párrafo transcrito en medio, es un extracto de la columna de Ignacio Camacho publicada en ABC el pasado 16 de agosto… de 2007.

Como también puede verse, salvo pequeños detalles circunstanciales, la diferencia entre leer un periódico español de hace cuatro días, o de hace cuatro años, tampoco son tantas.

La duda es cuántas diferencias habrá entre los periódicos de marzo de 2008 y los de noviembre de 2011. Y eso, confiando en que las haya. Y que aún nos resulte posible leer los periódicos.

Créditos
Extracto del Capítulo III de La vuelta al mundo en ochenta días, de Julio Verne, según traducción de Javier Torrente Malvido, en edición de Anaya de octubre de 2005 (pp. 20-22).
Extracto del capítulo XLV, de la obra de Charles Dickens Los papeles póstumos del Club Pickwick, según traducción de A. Ferrer, en edición de diciembre de 1973 de Editorial Bruguera, como número 119 de su colección Libro Clásico (pp. 710-711).

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