Hace casi un año justo, publiqué la primera anotación de lo que iba a ser una serie comentando el Estatuto de la Comunidad Valenciana. En línea con el referido Estatuto, la serie ha sido hasta ahora un desastre, ya que se quedó en dicha anotación.
Dicha anotación versaba sobre el tema del idioma. Por seguir con ello, vengo a comentar ahora, tarde, una noticia publicada a mediados de junio, cuyo objeto, en parte y como se verá, también llega… tarde.
El caso es que hace tiempo que el Ayuntamiento de Valencia se ha dedicado a renovar las placas de las calles por otras, metálicas, azulitas (como las antiguas de cerámica, pero sin ese brillo característico). En algunos casos, el fervor renovador ha sido tal que no han esperado a que la placa inicial requiriera de dicha actuación, y la nueva la han colocado directamente sobre la vieja, como en la calle Pizarro.
Pero esta anotación no va de esto, o mejor dicho, no va de este desajuste de coordinación. Como ha podido observarse, la nueva placa ya dice ‘carrer’, aunque se ha mantenido el literal del apellido. En otros casos, la valencianización es total y exclusiva, incluso en los casos en que el original es propiamente en español, lo que se observa en los casos de las calles dedicadas, por ejemplo, a Huesca y Cuenca.
Sin embargo, en mayo de 2009 me encontré con una placa que me llamó la atención: aunque figuraba en valenciano el tipo de la vía (‘carrer’), el nombre figuraba, en la misma placa, tanto en un idioma como en otro (primero, eso sí, en valenciano), y con el mismo tipo de letra.
En todo caso, esta placa era una excepción, siendo la tónica general la de la valencianización total y exclusiva. Sobre este tema trató una queja expuesta ante la Alcaldesa de Valencia por la Asociación Nacional por la Libertad Lingüística, reclamando que, si el ahorro del gasto resultara imposible o sumamente difícil, al menos se hiciera en ambos idiomas.
El problema es que esta reclamación, presentada a mediados de junio,… llegó tarde. Porque ya se estaba aplicando. Un mes antes, al menos, en un caso, curiosamente, en la antedicha calle Cuenca (pero en otra esquina).
Pero bueno, no está de más la queja, que comparto (como puede deducirse de que ya tuviera de tiempo antes fotografías consecuentes con esta anotación).
Por cierto, en este último caso, el tipo de letra es mayor en valenciano que en español.
Lo que no sé es el tipo de letra e idioma en que dicha Asociación tendrá la contestación del Ayuntamiento de Valencia (si es que la tiene, cosa que también ignoro ya que, al menos a través de Libertad Digital, no le han dado publicidad).
Créditos:
Fotografía de una placa de la calle Pizarro, de Valencia, sobre la anterior, aún existente, de noviembre de 2008, del autor.
Montaje de fotografías de placas de las calles Huesca y Cuenca, de Valencia, (de noviembre de 2008 y julio de 2009, respectivamente), en valenciano y en español, por separado, del autor.
Fotografía de una placa de la calle Francisco Palanca Roca, de Valencia, de mayo de 2009, del autor.
Fotografía de una placa de la calle Cuenca, de Valencia, en ambos idiomas, de mayo de 2010, del autor.
Dicha anotación versaba sobre el tema del idioma. Por seguir con ello, vengo a comentar ahora, tarde, una noticia publicada a mediados de junio, cuyo objeto, en parte y como se verá, también llega… tarde.
El caso es que hace tiempo que el Ayuntamiento de Valencia se ha dedicado a renovar las placas de las calles por otras, metálicas, azulitas (como las antiguas de cerámica, pero sin ese brillo característico). En algunos casos, el fervor renovador ha sido tal que no han esperado a que la placa inicial requiriera de dicha actuación, y la nueva la han colocado directamente sobre la vieja, como en la calle Pizarro.
Pero esta anotación no va de esto, o mejor dicho, no va de este desajuste de coordinación. Como ha podido observarse, la nueva placa ya dice ‘carrer’, aunque se ha mantenido el literal del apellido. En otros casos, la valencianización es total y exclusiva, incluso en los casos en que el original es propiamente en español, lo que se observa en los casos de las calles dedicadas, por ejemplo, a Huesca y Cuenca.
Sin embargo, en mayo de 2009 me encontré con una placa que me llamó la atención: aunque figuraba en valenciano el tipo de la vía (‘carrer’), el nombre figuraba, en la misma placa, tanto en un idioma como en otro (primero, eso sí, en valenciano), y con el mismo tipo de letra.
En todo caso, esta placa era una excepción, siendo la tónica general la de la valencianización total y exclusiva. Sobre este tema trató una queja expuesta ante la Alcaldesa de Valencia por la Asociación Nacional por la Libertad Lingüística, reclamando que, si el ahorro del gasto resultara imposible o sumamente difícil, al menos se hiciera en ambos idiomas.
El problema es que esta reclamación, presentada a mediados de junio,… llegó tarde. Porque ya se estaba aplicando. Un mes antes, al menos, en un caso, curiosamente, en la antedicha calle Cuenca (pero en otra esquina).
Pero bueno, no está de más la queja, que comparto (como puede deducirse de que ya tuviera de tiempo antes fotografías consecuentes con esta anotación).
Por cierto, en este último caso, el tipo de letra es mayor en valenciano que en español.
Lo que no sé es el tipo de letra e idioma en que dicha Asociación tendrá la contestación del Ayuntamiento de Valencia (si es que la tiene, cosa que también ignoro ya que, al menos a través de Libertad Digital, no le han dado publicidad).
Créditos:
Fotografía de una placa de la calle Pizarro, de Valencia, sobre la anterior, aún existente, de noviembre de 2008, del autor.
Montaje de fotografías de placas de las calles Huesca y Cuenca, de Valencia, (de noviembre de 2008 y julio de 2009, respectivamente), en valenciano y en español, por separado, del autor.
Fotografía de una placa de la calle Francisco Palanca Roca, de Valencia, de mayo de 2009, del autor.
Fotografía de una placa de la calle Cuenca, de Valencia, en ambos idiomas, de mayo de 2010, del autor.
Patètic
ResponderEliminarAnónimo: Bienvenido a estas páginas.
ResponderEliminarAprovecho el comentario para completar la anotación y auto-corregirme: no he vuelto a ver placas bilingües. Supongo que éstas serían un lapsus.
Tampoco, por cierto, tengo noticias de la contestación que diera (o no) el Ayuntamiento.
O sea, que como bien dice Anónimo, algo patético sí resulta.
Un saludo.