lunes, 5 de abril de 2010

El mal no descansa

El pasado día 2, Viernes Santo, ABC publicaba una noticia sobre el inicio de la tramitación de la Ley de Libertad Religiosa y de Conciencia. Al afectar a derechos fundamentales, la Ley tiene el carácter de Orgánica, y requerirá de ciertas mayorías para su aprobación.

De los borradores preparados se ha destacado la intención del (des)gobierno de que el día de descanso semanal sea acorde con la religión del trabajador. Esta ocurrencia ha sido muy contestada, y puedo destacar la ironía inteligente de Natalia Pastor en su diario.

Yo voy a comentar otros aspectos de la propuesta, siendo la primera la contradicción que demuestra el exigir continuamente la separación entre la Religión (especialmente la católica, claro) y el Estado, y en cambio mezclar la Religión con el Derecho Laboral.

Pero como la contradicción en esta gente no deja de ser uno de sus signos visibles, no es una novedad. Así pues, voy a comentar otro aspecto, que considero potencialmente más peligroso, y que en última instancia, novedad… tampoco es.

Empecemos recordando que la vigente Constitución española, en particular, en el Título I De los derechos y deberes fundamentales, en su Capítulo II Derechos y libertades, nos encontramos con la Sección 1ª De los derechos fundamentales y de las libertades públicas.

Visto, por experiencia, que el artículo 14 tiene un cumplimiento más bien débil, y que el artículo 15 no figura en la versión de la Constitución que (exc)usa el (des)gobierno, pasemos al artículo 16.

Vemos que su apartado 2 tiene el tenor siguiente: “Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias”.

Por tanto, me pregunto: “¿Y cómo puede reclamar alguien un día de descanso semanal distinto del establecido en su trabajo, si no es declarando, obligatoriamente, su religión?

Y sigo: “¿Por qué tienen que declarar su religión los que quieran, por motivos religiosos, no descansar en domingo, sino en otro día? ¿No sería esto una discriminación?

Por tanto, para esto sí se haría uso del artículo 14, TODOS tendrían que declarar su religión con independencia del día de la semana en que quieran descansar.

En las noticias, se destacan los casos de los musulmanes y los judíos por ser conocidos qué días son los que dedican a la oración.

A mí me ha venido a la memoria la conversación que en su día tuvo lugar en Alemania, en la que, con independencia de quién dijo exactamente qué, Goebbels y otro, vinieron a decir:
- En la campaña diremos que la culpa de estos males es de los judíos y de los ciclistas.
- ¿Por qué los ciclistas?


Y de esta manera se facilitaba el asumir que los judíos eran responsables, sin que nadie se extrañara, de cualquier mal que sucediera.

Pues bien, conociendo a esta gente, en la conversación anterior, el papel (de distracción) de los ciclistas serían los musulmanes; mientras que el objetivo a identificar estaría constituido por los judíos y los cristianos.

Y si por miedo, de éstos últimos los hay que no se “identifican”, que sigan descansando el domingo, pero que le cambien el nombre al día: domingo = Del lat. dominĭcus [dies,], [día] del Señor.

Sí, me parece que no sólo el tenor del artículo 16, sino el de toda la Constitución, cada día desafina más.

Nota: Por cierto, la figura de El Pensador, en la concepción original de Auguste Rodin, forma parte de La Puerta del Infierno.


Créditos:
Texto de los artículos 14, 15 y 16 de la Constitución española, según edición distribuida junto con ABC, en 2008 (creo)

Fotos de La Puerta del Infierno (completa y detalle de El Pensador), yeso original expuesto en el Museo de Orsay, en París, de septiembre de 2008, del autor.

3 comentarios:

  1. O sea que la cuestión es que te señales, ¿no? En especial si eres cristiano o judío, según tu teoría.

    Pues no me extrañaría, la verdad, es una manera, como otra cualquiera, de coserte una estrella de David o una cruz al brazo para que se nos identifique bien:
    -Ah, que tú descansas el domingo... Entonces eres cristiano, ¿no? Pepe, el de Personal, es judío, porque no viene los sábados... Vaya, vaya..., así que cristiano, ¿no? Hummmmmm.

    Empieza a darme miedo esta España que prepara ZP...

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  2. Yo hace tiempo que vengo señalando mi condición de creyente en Cristo. Desde mi blog, en el que nada más entrar te topas con un crucificado de Zurbarán de una belleza sobrenatural, a las conversaciones cotianas que puedo tener en el día a día. Desde un -Vaya usted con Dios, señor!!. Hasta hacerme la señal de la cruz en los lugares que nadie se espera que alguien haga este sagrado gesto. En definitiva, Dios, cada vez se hace más presente en mi vida, y yo, mire usted don Posodo, encantado.

    Que Dios lo guarde.

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  3. S.Cid: efectivamente, lo que se impone es miedo, no respeto.
    bate: lo malo es que lo que antes era una sencilla muestra de una concepción de la vida, ahora se entenderá ¡encima! como una intolerante provocación.
    Pero tienes razón en actuar así: no deja de ser una elegante forma de poner la otra mejilla.
    Gracias y saludos a todos.

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