sábado, 9 de julio de 2011

Quien espera, también debe actuar

Hace cinco años y un día, ya avanzada mañana soleada, mientras estaba yo en la azotea del edificio tendiendo las sábanas y otras prendas de la colada sabatina, atrajo mi atención el ruido de un avión. Se podía identificar perfectamente que era de Alitalia, y que por tanto, en él, siendo el día que era, viajaba S.S. Benedicto XVI.

Los días previos al V Encuentro Mundial de las Familias hubo unos cuantos en Valencia que tuvieron sus minutos de gloria y fama, significándose como contrarios a la visita del Papa, a través del lema Jo no t’espere (que, como todos los lemas, reconozcámoslo, afortunados, admite otros usos y variantes).

Más afortunadamente aún, hubo muchos más que sí se significaron en sus propias casas, incluso, aun siendo vecinos, por ejemplo, y sí esperaron la visita del Papa, y asistieron a los actos en que participó.

Entonces estuve; ahora, en Madrid, aun siendo siempre joven, no podré estar. Sé que el hueco estará bien cubierto.

Créditos:
Detalles de fotografías tomadas durante el V Encuentro Mundial de las Familias, el 8 de julio de 2006, del autor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario