Varios días de este final de julio he podido observar cómo, a primera hora, era muy elevada la afluencia de vehículos a una estación de ITV situada en el casco urbano de Valencia. La cola, lógicamente, se empezaba a formar con la estación aún cerrada, y la afluencia, en esas ocasiones, era tal que la cola giraba la esquina de la manzana, que es lo que muestra la foto que acompaña estas líneas. Resulta digno de encomio el interés de estos conductores por hacer oficial el buen estado de sus vehículos para la conducción y el tráfico.
El tema de la conducción siempre es importante, y más en estos días de operaciones salida/retorno/mediopensionistas. El problema que presenta es que conlleva implicaciones económicas (y no me refiero al sector industrial/comercial/de servicios) de difícil entendimiento.
Por ejemplo, hace un par de meses, pudimos conocer los criterios de incentivo salarial para la Guardia Civil de Tráfico: de acuerdo con ellos, resulta más a cuenta del agente multar por exceso de velocidad que prevenir un accidente. En cierto modo, es lógico, ya que esta última actuación, en términos utilitaristas inmediatos, es más gravosa ya que implica una mayor dedicación de tiempo, sin certeza absoluta de que haya un retorno económico tangible por ello, mientras que la multa por exceso de velocidad supone un ingreso claro para la Administración.
Aunque no todas las multas supongan ingresos claros. Por ejemplo, hace unos días se conoció que la Dirección General de Tráfico había sido condenada al haber multado a un vehículo por circular sin las luces reglamentarias… en un día y lugar en que se demostró que lucía un esplendoroso sol.
El aspecto de llevar o no llevar, tener o no tener luces, en estas cuestiones del tráfico ha sido muy de actualidad este año, especialmente a raíz de la modificación/desmodificación del límite de velocidad.
Lo curioso de este caso ya no es, por ejemplo, los titulares de portada de ABC cuando se rebajó (“El Gobierno frena a España”), o cuando volvió a elevarse (“Rubalcaba lanza su campaña a 120”). Lo curioso es que en esta última foto estaba la solución al enigma de la temporada.
Porque vamos a ver: ¿qué y quién molesta más al tal Rubalcaba?
Pues por un lado, por la izquierda (más bien extrema izquierda, visto el programa), el jefe, el único, el primero, el ‘uno’. Y por otro lado, por la derecha (extrema también, que dicen los otros), más bien ella misma, ya que a Rajoy lo ningunean, no lo consideran, es un ‘cero’.
Así pues, siendo el objetivo de Rubalcaba quitar al ‘uno’ por la izquierda, y despreciar al ‘cero’ por la derecha, en la foto de ABC resulta… 20 / 11.
Nota: Por cierto, los coches del final de la cola de la ITV… están circulando contradirección.
Es decir, ¿quién conduce España?
Pues Freddy, naturalmente.
Créditos:
Fotografía de la cola para la revisión en una ITV, en julio de 2011, del autor.
Imagen de la portada de ABC del 25 de junio de 2011, con dos ‘detalles’ del autor.
El tema de la conducción siempre es importante, y más en estos días de operaciones salida/retorno/mediopensionistas. El problema que presenta es que conlleva implicaciones económicas (y no me refiero al sector industrial/comercial/de servicios) de difícil entendimiento.
Por ejemplo, hace un par de meses, pudimos conocer los criterios de incentivo salarial para la Guardia Civil de Tráfico: de acuerdo con ellos, resulta más a cuenta del agente multar por exceso de velocidad que prevenir un accidente. En cierto modo, es lógico, ya que esta última actuación, en términos utilitaristas inmediatos, es más gravosa ya que implica una mayor dedicación de tiempo, sin certeza absoluta de que haya un retorno económico tangible por ello, mientras que la multa por exceso de velocidad supone un ingreso claro para la Administración.
Aunque no todas las multas supongan ingresos claros. Por ejemplo, hace unos días se conoció que la Dirección General de Tráfico había sido condenada al haber multado a un vehículo por circular sin las luces reglamentarias… en un día y lugar en que se demostró que lucía un esplendoroso sol.
El aspecto de llevar o no llevar, tener o no tener luces, en estas cuestiones del tráfico ha sido muy de actualidad este año, especialmente a raíz de la modificación/desmodificación del límite de velocidad.
Lo curioso de este caso ya no es, por ejemplo, los titulares de portada de ABC cuando se rebajó (“El Gobierno frena a España”), o cuando volvió a elevarse (“Rubalcaba lanza su campaña a 120”). Lo curioso es que en esta última foto estaba la solución al enigma de la temporada.
Porque vamos a ver: ¿qué y quién molesta más al tal Rubalcaba?
Pues por un lado, por la izquierda (más bien extrema izquierda, visto el programa), el jefe, el único, el primero, el ‘uno’. Y por otro lado, por la derecha (extrema también, que dicen los otros), más bien ella misma, ya que a Rajoy lo ningunean, no lo consideran, es un ‘cero’.
Así pues, siendo el objetivo de Rubalcaba quitar al ‘uno’ por la izquierda, y despreciar al ‘cero’ por la derecha, en la foto de ABC resulta… 20 / 11.
Nota: Por cierto, los coches del final de la cola de la ITV… están circulando contradirección.
Es decir, ¿quién conduce España?
Pues Freddy, naturalmente.
Créditos:
Fotografía de la cola para la revisión en una ITV, en julio de 2011, del autor.
Imagen de la portada de ABC del 25 de junio de 2011, con dos ‘detalles’ del autor.
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