sábado, 17 de julio de 2010

Con este presente, ¿hay futuro?

Está plenamente justificada la explosión de los titulares de la prensa española del pasado día 14: «Zapatero, primera víctima de la nueva ley del Aborto».

Los hechos, más o menos, han sido los siguientes:
A la salida del Congreso el martes 13, a donde se había acercado para preparar la primera sesión del Debate sobre el Estado de la Nación que tendría lugar al día siguiente, el Presidente del Gobierno, resultó muerto tras la acción emprendida por una niña de 16 años, que se encontraba entre una multitud de partidarios del Presidente que le aclamaban a la misma puerta del Congreso, protegidos por efectivos de la Guardia Civil, mientras que los contrarios al presidente habían sido discretamente separados del edificio (en concreto, en la esquina de la Carrera de San Jerónimo con la c/ Espoz y Mina, famoso guerrillero de la Guerra de la Independencia), vigilados por dos compañías de los GEOS de la Policía Nacional.

Interrogada la niña, ésta manifestó que había actuado sin conocimiento de sus padres ya que ello le hubiera provocado “un conflicto grave, manifestado en el peligro cierto de violencia intrafamiliar, amenazas, coacciones, malos tratos” (vid. art. 13).

Preguntada por los motivos de su abominable acción, la niña contestó, en un fluido inglés, que la había realizado amparándose en el supuesto del artículo 15 de la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo. Se le explicó que dicho supuesto no existía, a lo que ella replicó que sí, que lo había consultado en internet.

Intrigados los investigadores por la certeza que manifestaba, consultaron en las páginas del BOE (ahora sólo en internet), y pudieron ver, asombrados, que efectivamente existía dicho supuesto, para los casos posteriores a semana número veintidós, en el artículo 15 Interrupción por causas médicas, con el siguiente tenor:

“d) El supuesto contemplado en el punto a de este artículo podrá ser aplicable, sin prescripción alguna en el tiempo, en los casos de grave riesgo para la vida o salud de persona distinta de la gestante, y así conste en un dictamen emitido por un comité cívico constituido de motu proprio al efecto. Este supuesto tendrá plena validez con total retroactividad, e incluso de modo subsidiario, ejercido en tal caso por persona designada en el referido dictamen cívico.”

El fiscal encargado del caso, aun convencido de que se trataba de una errata, quiso averiguar, intrigado, qué interpretación se había hecho para concluir con tan incalificable actuación.

La niña contestó, totalmente serena, que con las actuaciones del Presidente de Gobierno existía un grave riesgo para la vida o salud (especialmente mental) de numerosas personas decentes y honradas, por lo que constituido un comité cívico de modo espontáneo se había decidido aplicar el correspondiente aborto del Presidente, obviamente de modo retroactivo, y en forma subsidiaria, es decir, era la niña quien abortaba en vez de la madre biológica. La niña se había presentado voluntaria, aunque como se ha dicho, sin conocimiento de sus padres por miedo a su reacción.

La niña fue puesta en libertad sin cargos, al día siguientes, trece minutos después de que el Tribunal Constitucional anunciara que no suspendería la aplicación de la nueva ley del aborto, una vez confirmado, para asombro de todos, que efectivamente, el documento original que se encontraba firmado por Su Majestad el Rey contaba con el referido supuesto d.

Dicho supuesto ha sido llamado por los especialistas en derecho histórico, el supuesto 'Charlotte Corday', en recuerdo de la patriota revolucionaria francesa que precisamente un 13 de julio acabó con la vida del fanático e implacable revolucionario Jean-Paul Marat, en plena época del Terror, tras conseguir acceder a él prometiéndole una relación de significados contrarrevolucionarios, los cuales, le contestó Marat, irían directamente a la guillotina la siguiente semana. Jacques-Louis David, amigo de Marat, inmortalizó su muerte en su, tal vez, más famoso cuadro.

Charlotte Corday no tuvo la suerte de la niña, pues fue guillotinada por tal acción cuatro días después, es decir, un 17 de julio de 1793.

Aunque se ha intentado, la divulgación mundial del hecho ha impedido emprender acciones contra la niña. Sin embargo, en estos momentos en la publicación del BOE no se puede leer el ya famoso supuesto d.


Todo lo anterior es una transcripción parcial de la entrada “la niña”, de la Enciclopedia Regaláctica, editada por el Ministerio de la Verdad, según el legado establecido por George Orwell en 1984, en su edición del año 131313.

Créditos:
Fotografía de Rodríguez Zapatero indicando el tamaño de la mentira que ha pescado para nosotros, o tal vez, el tamaño máximo del feto antes de ser abortado, o qué sé yo (vamos, como él), tomada de internet.

Mencheta e inicio de la publicación en el BOE de la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo.

Imagen del cuadro La muerte de Marat, de Jacques-Louis David, que se encuentra en los Reales Museos de Bellas Artes de Bélgica, en Bruselas, tomada de su página de internet.

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