Estos días se ha estado hablando mucho
sobre lo del cambio de huso horario en España, y las ventajas ventajosísimas
que ello supondría.
De momento, ya sabemos que el adelanto
del huso horario fue un capricho de Franco por su amistad con los nazis (Por
ejemplo, en la noticia de La Gaceta se puede leer: “Sin embargo, en 1942, al inicio de la II Guerra Mundial, Reino Unido,
Portugal y Francia decidieron adelantar por sus relojes al horario de Europa
Occidental por motivos bélicos. Franco lo hizo por simpatía a Hitler. Pero
cuando terminó la contienda y Reino Unido y Portugal volvieron a sus horarios
originales, España permaneció con un horario desajustado a su zona natural.”
– vamos, que Francia, al mantener el cambio, era, como su nombre indica, de
Franco).
En definitiva, ¿para qué una comisión (la
subcomisión ya sólo es de 13 diputados, y la comisión, ni los he contado) y “nueve meses de consultas a infinidad de
expertos”? Si lo hizo Franco es malo por definición, y se anula, ¿no?
Al margen de las consideraciones históricas
del caso, me ha resultado interesante leer las loas a la bondad del huso
horario (a compartir con Gran Bretaña, Irlanda, Portugal y Mauritania, según el
mapa de ABC). Por ejemplo:
“Somos
los únicos europeos que vivimos con la hora desajustada respecto a las horas de
luz y oscuridad naturales” (por lo que, según el mismo mapa de la noticia, en
Polonia, Hungría, la antigua Yugoslavia,…, no son europeos).
En las distintas noticias, el comentario
sobre el huso horario es en relación con el biorritmo y… nada más. El resto de la
noticia, sobre lo que de verdad va es sobre el horario laboral, que si jornada
partida o continua y todo eso, lo cual, como parece todo el mundo olvidar, no
tiene nada que ver con el huso horario, sino con el uso horario.
Lo mejor de todo es, como se lee en Libertad Digital, que: “Así, una de las recomendaciones dirigidas al
Gobierno es el cambio de horarios a Greenwich porque, a su juicio, incidiría
"favorablemente" en la conciliación de todas las personas,
permitiendo disponer de más tiempo para la familia, la formación, la vida personal,
el ocio, y evitando tiempos muertos en la jornada laboral diaria”. Y el que
no se lo quiera creer, franquista.
Pero lo que extrema el planteamiento de
la conciliación y similares es (seguimos leyendo en Libertad Digital):
“El
trabajo propone también que los escolares empiecen un poco más tarde el colegio
y se establezca la jornada partida, dada la imposibilidad de una adecuada
conciliación con la divergencia existente entre los horarios laborales y
escolares. El texto constata que la jornada continua no se considera adecuada ni
para la conciliación, ni para la igualdad de género, ni para atender las
necesidades de los menores. "Es necesario adaptar tanto los horarios, como
las vacaciones y el resto del calendario escolar a las jornadas de
trabajo", apunta.
"La
necesidad de un esfuerzo mayor para ajustarlo y ampliar la oferta de servicios
complementarios o extraescolares, como acogida matinal o servicios escolares en
vacaciones, es clave para una adecuada conciliación, al menos en el periodo que
va del nacimiento hasta los 12 años, edad en la que el menor tiene
autonomía", añade.”
Es decir, los niños aparcados en el colegio hasta que sus padres puedan recogerlos. Así,
no sólo oficialmente, sino promovido por «nuestros representantes».
Dentro de un mes (bueno, cuatro semanas),
el domingo 27 de octubre será el primer atardecer ya con el horario europeo de
invierno, de modo que en seguida, los niños, cuando salgan del colegio por la
tarde, lo harán de noche, sin tiempo ni, en general, meteorología para estar un
rato en el parque jugando.
Y los mayores, durante unos días, quejándose
de esa hora de luz que les han quitado. Con el cambio de huso será igual, pero
al menos, podremos agradecer que amanecerá más temprano... con independencia de
a qué hora se entre a trabajar.
Créditos:
Fotografía del famoso reloj de la famosa
torre del famoso edificio del famoso parlamento en la famosa ciudad capital de
un famoso país, en septiembre de 2012, del (famoso) autor.
Extractos de diversas noticias publicadas
en ABC, Libertad Digital y La Gaceta,
estos días pasados.
Por supuesto, las actividades extraescolares estarán a cargo de los profesores, que verán aumentada su jornada laboral sin contraprestración económica (a eso se dirige la Administración). De hecho, los católicos colegios concertados de la FERE ya lo hacen, poniendo entre la espada y la pared a sus empleados: o aceptas, o a la calle.
ResponderEliminarNota a pie de página: cada vez son más los profesores ateos y agnósticos contratados por los colegios concertados adscritos a la FERE. Y también cada vez son más los seglares puestos al mando (dirección, jefatura de estudios, etc.) de ideas progresistas que con la mano izquierda levantan el puño y entonan la Internacional, mientras con la derecha amenazan a los trabajadores con sucias y estratagemas de empresario despiadado. La gente honrada y creyente que va quedando en los colegios no se presta a eso.
Es todo tan asqueroso.