lunes, 30 de septiembre de 2013

Mejor que publicar es investigar... de verdad

En 1976 un Comité de la Cámara de Representantes reabrió la investigación. Tres años después, concluyeron que hubo cuatro disparos, probablemente dos tiradores y, por tanto, una conspiración. (…)
La comisión Warren determinó que Oswald había actuado solo y había disparado tres veces al presidente. (…) Pero en 1979, el Comité del Congreso de Representantes, el denominado HSCA –House Selected Comittee on Assassinations– declaró que "probablemente" se habían producido cuatro disparos, uno de ellos por un segundo asesino, y que existían muchas posibilidades de que el magnicidio hubiera sido "producto de una conspiración".

Este pasado sábado me acerqué por el kiosco de El Corte Inglés, y la portada del nuevo número de La Aventura de la Historia me llamó la atención (señal de que estaba bien elaborada), y lo compré, aun sabiendo que en el interior me iba a encontrar lo que se puede observar en el texto transcrito del artículo:
Una contundencia en la portada, que luego queda algo debilitada, y finalmente reducida a un “probablemente” y “muchas posibilidades”.

Cosa que no me extraña, si nos fijamos, por ejemplo, en otra ausencia de coherencia en lo expresado en el artículo. Hablando de las sospechas sobre si Lee Harvey Oswald era o no agente soviético, se dice:
A su regreso a Estados Unidos, en 1961, con su esposa rusa y su hijo, Oswald trató sin éxito en convertirse en una celebridad mediática tras sus aventuras al otro lado del Telón de Acero. Pero tampoco deja de ser llamativo que EE UU no pusiera inconveniente al regreso de Oswald al país desde la URSS, justo cuando la Guerra Fría atravesaba por uno de los momentos de máxima tensión, tras las Crisis de los Misiles de Cuba y la reciente construcción del Muro de Berlín.

Así, la exposición está bien trabada; el problema es que la mitad de lo expuesto es falso, por no usar otra palabra.

Limitándome a lo que se expone en la Wikipedia y a lo que conozco de antes, tenemos:
a) Lee Harvey Oswald no regresó en 1961, sino en junio de 1962.
b) No tenía un hijo, sino una hija.
c) Es cierto que la tensión de la Guerra Fría era elevada, como mostraba el Muro de Berlín, erigido a mediados de agosto de 1961.
d) Sin embargo, la Crisis de los Misiles de Cuba tuvo lugar en octubre (esta vez sí era octubre), pero no de 1961, sino de 1962, no antes de sino tras el regreso de Oswald.

Por tanto, si un párrafo con razonamientos sobre una hipótesis, presenta (¡cincuenta años después!) estos fallos en hechos tan conocibles, ¿qué se puede esperar de aquello más hipotético?

¿Quiere esto decir que no es cierto nada sobre conspiraciones y demás en el asesinato de John F. Kennedy? No, quiere decir que yo no lo sé, y veo que los demás, tampoco, pero que si se limitan a decirlo, no venden un ejemplar ni de periódicos, ni de revistas, ni de libros, lo que se entiende, aunque no se comparta.

Lo que también llama la atención es que en EE.UU., cuna de la libertad, paraíso de la justicia, y tal y cual, las investigaciones judiciales en torno al caso brillen por su ausencia. Las que ha habido (la famosa Comisión Warren y la del Comité HSCA) son investigaciones parlamentarias, es decir, del poder legislativo, no del judicial, mostrando que, en este caso, sí resulta de aplicación lo de la famosa «separación de poderes» (tal vez por si acaso…).

Y es que no hay que olvidar que, como se expresa en el artículo, Lee Harvey Oswald  no deja de ser sólo sospechoso del asesinato “porque no hubo nunca una condena por el magnicidio, ya que el presunto autor fue asesinado dos días después”.

Por todo esto, no deja de parecerme una estupidez todas las comparaciones babeantes que se hacen entre España y Estados Unidos cuando surge el tema de los atentados del 11-M, diciendo que en otros países no habría similares escándalos judiciales como los de aquí.

Y me alegro de que, como se publica hoy, siga, gota a gota, la maquinaria judicial con su proceso a todo el 11-M (incluso, al propio proceso).

Créditos:
Portada de la revista, y extractos del artículo La conspiración invisble. El enigma de Dallas, de Julio Martín Alarcón y Pablo Pardo, publicado en el número 180 de La Aventura de la Historia, de la hemeroteca del autor.

Cuestión de género… humono


Se empieza con titulares como éste de Jane Goodall, hace seis años, y se acaba teniendo problemas como el que conocimos el pasado sábado, en el zoológico de Dallas (ya se sabe que los tejanos son muy tejanos).

Por eso, esta mañana , revisando el diario oficial autonómico de estos pagos, he pensado, al ver este Decreto, sobre la oportunidad perdida de añadir en el objeto del Instituto Universitario, la parte correspondiente del famoso Proyecto Gran Simio.

(Bueno, en realidad he pensado en la oportunidad perdida de, en vez de cambiar de nombre, directamente suprimirlo, pero si me quedo en esto, no hubiera habido anotación.)

Créditos:
Detalle del artículo publicado en el suplemento Tierra, de El País, el 19 de mayo de 2007, de la hemeroteca del autor.

Las diferencias… no son un juego


Hace tiempo, un juego de palabras nos transmitía la auto-(e)moción de un coche de SEAT.

Ahora, otro juego de palabras nos remite a la alegría y placer de la ingeniería. Sólo que en esta ocasión, es en inglés, aunque ella sea española.

Desde hace meses, otra marca de coches se anuncia, sencillamente, como eso, como «el coche». Pero no en inglés, en alemán. Tal vez por ser alemana.


Parece que en esto de la publicidad, las diferencias entre España y Alemania se tengan que notar… también.

Créditos:
Imagen de detalle de un anuncio de SEAT, de noviembre de 2007, en la hemeroteca del autor.
Detalle de la portada de un anuncio de SEAT, en una captura de pantalla de ABC, en agosto de 2013.
Fotografía de un anuncio de Volkswagen en una valla publicitaria en Valencia, en enero de 2013, del autor.

Arenas movedizas

Según el diccionario de la RAE, movedizo significa, en su primera acepción, “Fácil de moverse o ser movido”.

Y para moverse bien, ¿qué mejor que un buen coche?


Y para moverse bien, ¿qué mejor que un buen coche?


Aunque puede observarse que, al revés que la quinta acepción, la forma de titular del periódico no es inconstante, sino bastante constante.

(Es curioso que la acepción más conocida sea la segunda, es decir, “Inseguro, que no está firme”, pero eso, es entrar en otras arenas, en otras arenas.)

Créditos:
Imágenes de detalle de las noticias publicadas en el suplemento Motor, de El Mundo, el día 9 de diciembre de 2007, en las páginas 11 y 12, en la misma hoja, en la misma hoja, de la hemeroteca del autor.

Toda suerte de suertes

¡Qué afluencia en aquel gran salón de la universidad de Christiania, donde iba á efectuarse el sorteo, y hasta en los patios, puesto que el salón no podía contener á tanta gente, y hasta en las calles vecinas, puesto que los patios eran aún demasiados pequeños para contener á todo aquel populacho!
(…)
El sorteo, pues, debía comenzar á las tres en punto.
Había cien lotes, divididos en tres series: primera, noventa lotes de ciento á mil marcos, de un valor total de cuarenta y cinco mil marcos; segunda, nueve lotes de mil á nueve mil marcos, igualmente de un valor total de cuarenta y cinco mil marcos; tercer, un lote, el premio mayor, de cien mil marcos.
Al revés de lo que ordinariamente se hace en las loterías de este género, el gran efecto se había reservado para el final.
No debía adjudicarse el premio grande al primer número que saliese, sino al último, es decir, al centésimo.
De aquí una sucesión de impresiones, de emociones,de latidos de corazón, que iría siempre creciendo. No hay para qué decir que el número premiado una vez, no podía ganar una segunda, y sería anulado, por tanto, si volviese á salir de las urnas.

Á las dos y media se abrió una puerta detrás del estrado, en el fondo de la sala. El presidente del despacho apareció digno, serio, ostentando ese aire dominador, ese porte de cabeza especial á todo hombre llamado á presidir un acto cualquiera. Dos asesores, no menos graves, le seguían.
Después se vio entrar seis niñas llenas de cintas y de flores, rubias, con ojos azules, con las manos un poco rojas, en las cuales se reconocía visiblemente las manos de la inocencia, predestinadas al sorteo de las loterías.
Su entrada fue acogida por un murmullo, que atestiguaba desde luego el placer que se experimentaba al ver los directores de la lotería de Christiania, y después la impaciencia que habían provocado al no aparecer más pronto sobre el estrado.
Si había seis niñas, era porque había también  seis urnas, dispuestas sobre una mesa, y de las cuales debían salir seis números á cada extracción.
Cada una de estas urnas contenía los diez números 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 0, representando las unidades, decenas, centenas, millar, decenas de millar y centenas de millar.
Si no había una séptima urna para la columna del millón, era porque, según esta manera de sortear, se había convenido que si los seis ceros salían á la vez, representaban el número millón, lo que repartía igualmente las probabilidades entre todos los números.
Además, se había decidido que éstos serían sucesivamente extraídos de las urnas, empezando por la que estaba a la izquierda del público.
El número premiado se formaría de esta manera ante los ojos de los espectadores, primero por la cifra de la columna de las centenas de millar, después de las decenas de millar, y así sucesivamente hasta la columna de las unidades. Gracias á este convenio, júzguese con qué emoción vería cada uno aumentar sus probabilidades después de la salida de cada cifra.
Á las tres en punto, el presidente hizo un signo con la mano, y declaró abierta desde luego la sesión.

Así narra Julio Verne la emoción previa a un sorteo de lotería (y, concienzudamente, el protocolo del sorteo) que se sitúa en Christiania (para los más jóvenes, la actual Oslo en la actual Noruega), en una novela (poco conocida) de su serie de viajes (a pesar del título de la misma –aunque tal vez así quisiera insinuar que todo viaje no deja de ser una lotería–).

No sé de nadie que haya narrado la emoción del primer sorteo de lotería en España, cuya fecha, por otro lado, tampoco conozco.

Lo que sí sabemos es que el origen de la misma se sitúa, tal día como hoy, pero en 1763, es decir, hace 250 años, y, como es lógico, se celebra con un sorteo extraordinario, ilustrado, naturalmente, con una imagen que, exactamente,… tampoco sé de qué es.

Créditos:
Extractos (respetando la ortografía original) del capítulo XIX de Un billete de lotería. El número 9672, obra de Julio Verne, según traducción de D. A. de A., publicada en dos partes por Agustín Jubera, editor de Madrid, en 1886, mismo año de la publicación original en Francia (pp. 34 y 35 de la segunda parte), de la biblioteca del autor.
Ilustración de George Roux, tomada de la edición expresada, y que, entiendo, también forma parte de la primera edición francesa.
Imagen que ilustra los décimos de lotería correspondientes al sorteo extraordinario por esta efemérides.

Desde las entrañas


(…) en una imitación entrañable del cómico Gila, felizmente desaparecido, (…)

Créditos:
Viñeta de Miguel Gila, que entonces firmaba como XIII, publicada en La Codorniz, posiblemente en su número del 4 de noviembre de 1945, tomada de La Codorniz. Antología (1941-1978), edición y estudio de Melquíades Prieto y Julián Moreiro, publicado en 1998 por EDAF, de la biblioteca del autor.
Transcripción parcial de lo dicho por Federico Jiménez Losantos en su turno de las siete de la mañana, del pasado viernes 27 de septiembre, muy poco después del minuto número 13 de la grabación.

domingo, 29 de septiembre de 2013

El riesgo ante un dragón es… no verlo

Sin embargo, existe el riesgo de ver al dragón como una metáfora del ser humano, especialmente si es una simple manifestación de un atributo humano, un peligro que nace del antropocentrismo y del materialismo que irradia Smaug. Para Tolkien, los dragones no son solo un mero producto de la imaginación, y mucho menos los conjura con el único propósito de impartir enseñanzas alegóricas. Por el contrario, encontramos dragones imaginarios en su historia porque encontramos dragones reales en la Historia. Estos monstruos reales no son como los dinosaurios, que son criaturas puramente naturales, como las ballenas o los elefantes, sino criaturas preternaturales, como los ángeles y los demonios. De hecho, los dragones, en la iconografía y las leyendas cristianas, son siempre seres demoníacos. No son simplemente grandes, como un tyrannosaurus-rex, sino que son diabólicos, como el propio diablo. Así, las representaciones artísticas de san Miguel derrotando al diablo retratan a Satán bajo los rasgos de un dragón. A su vez, la historia de san Jorge y el Dragón trata realmente del enfrentamiento entre el santo y Satán, no de la pelea entre un noble guerrero y una bestia grande y peligrosa.
Para los cristianos, y no hay que olvidar que Tolkien fue un católico practicante durante toda su vida, el diablo y los demonios son reales. Forman parte de la estructura sobrenatural de la realidad. Siendo así, comenzamos a entender que la presencia del dragón en la obra de Tolkien es la otra cara de su condicionada metáfora del ser humano. No es tanto que una criatura de ficción funcione como alegoría del hombre, sino que una criatura real, el diablo, se nos muestra bajo una apariencia que nos facilita su visión. Mostrándonos al dragón que devasta la tierra fantástica, Tolkien nos muestra al diablo que trata de volver baldías nuestras almas y las de todos los hombres. Considerar al dragón como una simple metáfora es verlo como un espejo que solo nos muestra la imagen superficial del comportamiento humano; verlo como representación de la presencia real de la maldad diabólica, tanto en la narración como en el mundo más allá de la historia, nos presenta un espejo que revela no solo la superficie del carácter del hombre, sino las profundidades de su alma y el combate espiritual que se libra allí.

* En la festividad de los Santos Arcángeles, y en particular, San Miguel *

Créditos:
Extracto del capítulo 9 El mal del dragón, de El viaje de Bilbo. Descubriendo el significado oculto en «El Hobbit», obra de Joseph Pearce, según traducción de Ángel García y Maite Barrera, publicada en 2012 por Ediciones Palabra en su colección Palabra Hoy (pp. 98-99), de la biblioteca del autor.
Fotografía de la estatua de San Miguel y el dragón, en los jardines de la Generalidad, en Valencia, en agosto de 2012, del autor. 

¿Uso el huso que usó…?

Estos días se ha estado hablando mucho sobre lo del cambio de huso horario en España, y las ventajas ventajosísimas que ello supondría.

De momento, ya sabemos que el adelanto del huso horario fue un capricho de Franco por su amistad con los nazis (Por ejemplo, en la noticia de La Gaceta se puede leer: “Sin embargo, en 1942, al inicio de la II Guerra Mundial, Reino Unido, Portugal y Francia decidieron adelantar por sus relojes al horario de Europa Occidental por motivos bélicos. Franco lo hizo por simpatía a Hitler. Pero cuando terminó la contienda y Reino Unido y Portugal volvieron a sus horarios originales, España permaneció con un horario desajustado a su zona natural.” – vamos, que Francia, al mantener el cambio, era, como su nombre indica, de Franco).

En definitiva, ¿para qué una comisión (la subcomisión ya sólo es de 13 diputados, y la comisión, ni los he contado) y “nueve meses de consultas a infinidad de expertos”? Si lo hizo Franco es malo por definición, y se anula, ¿no?

Al margen de las consideraciones históricas del caso, me ha resultado interesante leer las loas a la bondad del huso horario (a compartir con Gran Bretaña, Irlanda, Portugal y Mauritania, según el mapa de ABC). Por ejemplo:
Somos los únicos europeos que vivimos con la hora desajustada respecto a las horas de luz y oscuridad naturales” (por lo que, según el mismo mapa de la noticia, en Polonia, Hungría, la antigua Yugoslavia,…, no son europeos).


En las distintas noticias, el comentario sobre el huso horario es en relación con el biorritmo y… nada más. El resto de la noticia, sobre lo que de verdad va es sobre el horario laboral, que si jornada partida o continua y todo eso, lo cual, como parece todo el mundo olvidar, no tiene nada que ver con el huso horario, sino con el uso horario.

Lo mejor de todo es, como se lee en Libertad Digital, que: “Así, una de las recomendaciones dirigidas al Gobierno es el cambio de horarios a Greenwich porque, a su juicio, incidiría "favorablemente" en la conciliación de todas las personas, permitiendo disponer de más tiempo para la familia, la formación, la vida personal, el ocio, y evitando tiempos muertos en la jornada laboral diaria”. Y el que no se lo quiera creer, franquista.

Pero lo que extrema el planteamiento de la conciliación y similares es (seguimos leyendo en Libertad Digital):
El trabajo propone también que los escolares empiecen un poco más tarde el colegio y se establezca la jornada partida, dada la imposibilidad de una adecuada conciliación con la divergencia existente entre los horarios laborales y escolares. El texto constata que la jornada continua no se considera adecuada ni para la conciliación, ni para la igualdad de género, ni para atender las necesidades de los menores. "Es necesario adaptar tanto los horarios, como las vacaciones y el resto del calendario escolar a las jornadas de trabajo", apunta.
"La necesidad de un esfuerzo mayor para ajustarlo y ampliar la oferta de servicios complementarios o extraescolares, como acogida matinal o servicios escolares en vacaciones, es clave para una adecuada conciliación, al menos en el periodo que va del nacimiento hasta los 12 años, edad en la que el menor tiene autonomía", añade.

Es decir, los niños aparcados en el colegio hasta que sus padres puedan recogerlos. Así, no sólo oficialmente, sino promovido por «nuestros representantes».

Dentro de un mes (bueno, cuatro semanas), el domingo 27 de octubre será el primer atardecer ya con el horario europeo de invierno, de modo que en seguida, los niños, cuando salgan del colegio por la tarde, lo harán de noche, sin tiempo ni, en general, meteorología para estar un rato en el parque jugando.

Y los mayores, durante unos días, quejándose de esa hora de luz que les han quitado. Con el cambio de huso será igual, pero al menos, podremos agradecer que amanecerá más temprano... con independencia de a qué hora se entre a trabajar.

Créditos:
Fotografía del famoso reloj de la famosa torre del famoso edificio del famoso parlamento en la famosa ciudad capital de un famoso país, en septiembre de 2012, del (famoso) autor.
Extractos de diversas noticias publicadas en ABC, Libertad Digital y La Gaceta, estos días pasados.

La actualización del spaghetti-western

El pasado jueves se publicaba la noticia del “escándalo” que estaba suponiendo en Italia unas declaraciones de Guido Barilla, presidente de la compañía de su mismo apellido, pues había tenido la osadía de decir:
«Yo nunca haré [un anuncio] con una familia homosexual, no por falta de respeto, sino porque no estamos de acuerdo con ellos. Nuestra compañía es familiar, donde la mujer desempeña un papel fundamental.»

Hoy ha publicado Salvador Sostres en su blog sobre este tema, defendiendo la libertad de expresión:
Las críticas que la marca ha recibido no se pueden interpretar como una defensa de los homosexuales o de la homosexualidad, sino como un intolerable ataque a la libertad de expresión de una empresa privada que tiene todo el derecho a promover la familia y sus valores.
No sólo la izquierda, no sólo el relativismo, no sólo los homosexuales, no sólo los ateos tienen que poder expresarse. También los católicos, también los liberales, tambiên la derecha, también los individualistas, también los conservadores tienen que poder decir lo que piensan de todas las maneras posibles y proyectar sus ideas a través de su actividad creativa, empresarial, o como estimen oportuno.

Y finaliza la anotación diciendo:
Es loable, además, que Guido Barilla haya hablado claro y se haya expuesto a pagar el alto precio que la defensa de la familia le puede suponer. A cualquier marca comercial le perjudica que un público tan amplio como los gays dejen de comprar sus prodctos. No sé si es inteligente desde el punto de vista comercial, pero desde el punto de vista personal hay que decir que es noble que uno dé la cara por aquello en lo que cree.

Pero, como desde hace unos lustros, hay un problema. Y se llama «Occidente».

Conforme con ese problema occidental, en el mismo periódico en que publica el señor Sostres podíamos leer, hace dos días, lo siguiente:
La multinacional ha pedido perdón "si sus palabras desataron malentendidos o controversias" y ha apuntado que sólo quiso destacar el papel central de la mujer en la familia, sin querer con ello herir sensibilidades. Los homosexuales, ha subrayado, cuentan con todo su respeto.
No es que no respete a las parejas homosexuales, ha intentado aclarar el presidente de la mayor emp[r]esa productora de pasta de Italia, con sede en Parma, sino que simplemente no piensa como ellos y la publicidad de Barilla está dirigida a la familia tradicional. "No se puede gustar siempre a todos", ha añadido Barilla, que dirige una empresa familiar fundada en 1877 y que produce también otro tipo de alimentos.

De estos párrafos se deduce que la posición del señor Barilla sigue siendo la misma, y que sólo lamenta la polémica generada.

Sin embargo, el titular de la noticia sugiere algo totalmente distinto:
El 'rey de la pasta' pide perdón a los gays tras afirmar que apoya 'a la familia clásica'

En resumen, que estamos inmersos en el nuevo spaghetti-western de lo políticamente correcto y de la consiguiente falta de libertad de expresión (bueno, salvo para mentir en los titulares).

Créditos:
Texto de la declaración tomado de la noticia publicada en ABC este pasado 26 de septiembre.
Extracto de la anotación de Salvador Sostres en Guantánamo, hoy, día 29 de septiembre.
Extracto de la noticia publicada en El Mundo, este pasado 27 de septiembre.

Para colores,…

… hay quien prefiere los del otoño, tal cual,… o no.

Pero aunque se juegue al despiste, lo cierto es que los colores, por lo que llevamos visto esta temporada, se reducen a dos: el azul y el rosa


… o el rosa y el azul.

Créditos:
Detalle de fotograma del Capítulo 10 de la Temprada 2 de la serie Castle, tomado de la videoteca del autor.

sábado, 28 de septiembre de 2013

Alit lectio: La observación es un buen hábito

Se arrodilló de cara a Cadfael y se inclinó para abrazar el cuerpo de su padre. Cadfael se agachó para impedírselo, con una mano apoyada sobre la hierba bajo la axila derecha de Rhisiart.
- ¡No! ¡No toques nada! ¡Todavía no! Déjale solo, ¡tiene cosas que decirnos!
(...)
Se inclinó hacia el otro lado del cuerpo y comprobó lo mismo. ¡Curioso! ¡Muy curioso! Su mente tomó nota para estudiarlo más tarde porque había otros detalles que analizar.

Estamos acostumbrados a pesquisas similares en tierras británicas, pero la particularidad de éstas es que tienen lugar en la Alta Edad Media.

Era [fray Columbano] un joven muy apuesto y de excelente planta, cuya redonda e impresionante cabeza denotaba a las claras su pertenencia a una noble familia normanda. (...) ¡No se puede pertenecer a una noble cuna normanda sin destacar en todo! Fray Cadfael, que descendía de una antigua familia galesa sin pretensiones sobrehumanas, se compadecía de las víctimas de semejante trampa y toleraba con ecuanimidad a fray Columbano.

Pero el mozo es un alltud, ¡un forastero!
- ¿Sajón? –preguntó Cadfael.
- De cabello rubio. Sí, hoy le habéis visto.

Como vemos, aún se mantienen las diferencias tras la llegada de Guillermo el Conquistador, y es que, la trama se desarrolla al principio del segundo tercio del siglo XII.

También vemos la presencia de frailes, lógicamente, pues el protagonista es Fray Cadfael, fraile benedictino en la Abadía de Shrewsbury, (“¿a que no imaginas que de joven participó en una cruzada? Estuvo con Godofredo de Bouillon en Antioquía, cuando los sarracenos se rindieron. Y se hizo a la mar cuando (...)”), por lo que los horarios y trabajos que acompañan la trama son acordes a ello.

La tercera misa del día no era solemne y, a su término, los monjes benedictinos de la abadía de Shrewsbury se dirigían en procesión desde el coro hasta la sala capitular donde todos ocupaban ordenadamente su escaño, encabezados por el abad Heriberto.

Se vio obligado a regresar a tiempo para el capítulo, que, según decreto del prior Roberto, tenía que celebrarse diariamente como en la abadía, por muy breves que fueran los asuntos a tratar.

Fray Cadfael llevaba levantado desde mucho antes de prima.

Haremos vigilia en la capilla desde después de completas hasta prima.

Aunque tampoco está demasiado presente la Liturgia de las Horas, pues sólo destacan en la trama vísperas y completas, escasas a prima, alguna referencia a maitines y creo que ninguna a laudes.

Otro aspecto que se aprecia en la novela es el papel favorecedor de la cultura eclesial en cuanto a la comunicación entre las personas:
No es esencial tener a alguien que hable correctamente el galés dado que el obispo domina sin duda el latín.

Aunque no siempre resultara suficientemente efectivo:
Se quejó de no teneros a vos como intérprete porque a duras penas se entendían en latín.

Aunque también es cierto que no es la cultura eclesial la única ayuda posible en cuestiones de idiomas:
Era una excelente elección de palabras, pensó Cadfael, sorprendiéndose de que una galesa utilizara el inglés como si fuera su propia lengua o como si lo hubiera aprendido por amor.

En la novela se van dando pinceladas sobre la sociedad y costumbres de la época:
La denegación de hospitalidad estaba totalmente excluida. Los huéspedes eran sacrosantos y no debían ser interrogados sobre la duración de su estancia, por ruinosa que ésta pudiera resultar.

En las deliberaciones de los hombres libres, las mujeres no tenían parte, como es natural. Tampoco los siervos de la gleba, aunque podían influir indirectamente a través de los hombres libres con quienes mantenían relaciones de amistad.

Y también religiosas:
Podéis hacer lo que ella desea con plena tranquilidad de conciencia. La joven sólo pide perdón, y eso todo hombre puede otorgarlo, no absolución.

- Así lo haré, padre –contestó Peredur–. No quiero un inmerecido perdón. Acepto la penitencia de buen grado.
- Siendo así, no tienes que desesperar de la gracia.

Con todos estos mimbres, la intriga se desarrolla, curiosamente, no en la misma Abadía de Shrewsbury o sus alrededores, sino en la parroquia de Gwytherin, en el cercano País de Gales, “donde era bien sabido que en el pasado los santos y santas abundaban tanto como las setas en otoño y eran tenidos en tan poco aprecio como éstas”.

Y se desarrolla bien, con el adecuado ritmo en la presentación de los personajes, de sus características e intereses, y de las pruebas, sospechosos, pistas e indicios, y dudas; incluso se practica una cuasi autopsia:
Debió de haber previsto la necesidad de examinar el cuerpo pues lo había dejado desnudo. (…) La herida por debajo de las costillas ofrecía ahora un desagradable aspecto y tenía los bordes azulados (…)

Naturalmente, no sólo al caso, sino también a otros distintos problemas, se da solución, de modo que “Cadfael se congratuló por haber conseguido hacer felices al mayor número de personas posible”.


* En el centenario del nacimiento de Edith Mary Pargeter (Ellis Peters) *

Créditos:
Cubierta y extractos de Un dulce sabor a muerte, de Ellis Peters, primera obra de la serie de Fray Cadfael, según traducción de María Antonia Menini, tomados de la segunda edición (noviembre de 1989) realizada por Grijalbo (pp. 102-103, 11-12, 65, 8, 14, 136, 7, 157, 33, 221, 54, 41, 71, 164, 203, 16-17, 152, 269), de la biblioteca del autor.

Thanks! But this coffee…

... isn’t for me.


It isn’t…. HOT!

Créditos:
Detalle de fotograma del Capítulo 11 de la Temporada 2 de la serie Castle, de la videoteca del autor.

El gran enigma

No sólo resolvió el enigma que le planteó la esfinge, sino que tuvo que averiguar quién realmente era.


El jueves recogí para mi hija Edipo Rey.

Créditos:
Fotografía de la Esfinge de Guiza, con la Gran Pirámide de Keops tras ella, tomada el 28 de septiembre de 1992 por el autor.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Los años pasan, las novelas permanecen

A través del feisbuq de José Luis Rodríguez (BiblioCafé) me entero de esta curiosa lista de años e importantes novelas, que enlazo… para los curiosos.

martes, 24 de septiembre de 2013

Un cambio… ¡rápido!

Sé que no se hace exactamente igual…


... pero si no así la cadera, sí podría plantearse, con motivo de los 35 años de la Constitución, es decir, el equivalente de una generación, que el próximo día de la Fiesta Nacional (el 12 de octubre por si alguien no lo sabe), se anunciara una abdicación, con proclamación, por ejemplo, como hace 38 años, el 22 de noviembre.

¿No?

2+2=4 y… ¿después, qué?

PSICOHISTORIA – … Gaal Dornick, utilizando conceptos no matemáticos, ha definido la psicohistoria como la rama de las matemáticas que trata sobre las reacciones de conglomeraciones humanas ante determinados estímulos sociales y económicos…
(…)
La base de toda psicohistoria válida reside en el desarrollo de las funciones Seldon, (…)


HARI SELDON – (…) Indudablemente sus contribuciones más importantes pertenecen al campo de la psicohistoria. Seldon conoció la especialidad como poco más que un conjunto de vagos axiomas; la dejó convertida en una profunda ciencia estadística…

Por lo que se ve, parece como si nos acercáramos al año 11998 de la Era Galáctica, y Hari Seldon estuviera cerca de nacer.

Créditos:
Extractos del relato Los psicohistoriadores, primero de Fundación, según traducción de Pilar Giralt (pp. 25-26 y 13), e imagen de conjunto de las cubiertas de la trilogía inicial de la serie Fundación, de Isaac Asimov, en edición de Bruguera, en su colección Libro Amigo (ediciones de 1979), de la biblioteca del autor.

lunes, 23 de septiembre de 2013

NYPD Fashion Season: Vuelve la cazadora


No sólo por la reciente entrada del otoño.






También porque empieza la sexta temporada.

(Que se adelanta, incluso, en Canadá, por un día).






En resumen, porque comienza a new season.


Lo que no voy a comenzar, desde estas líneas, es la discusión sobre si alguna de las cazadoras de la muestra está o no repetida. Quede eso a análisis de quien sea experto en los detalles.


Créditos:
Fotogramas de las temporadas primera y segunda (episodios 1 a 3), de la serie Castle, tomados de la videoteca del autor.

domingo, 22 de septiembre de 2013

No sólo montones de hojas


Créditos:
Imagen del Otoño, obra de Giuseppe Arcimboldo, tomada del artículo Arcimboldo. Extravagancia facial, de Suzana Mihalic, publicado en XL Semanal, suplemento dominical de ABC, el 14 de octubre de 2007, de la hemeroteca del autor.

El precio a pagar

Quienes se hayan fijado un poco en las anotaciones de este blog, sabrán que una de sus características es la hora oficial de su publicación (otra cosa es que ella se realice con retraso).

Además de que algunas anotaciones se publiquen los días en que se cumple la celebración o efemérides correspondiente al tema de la misma, hay casos en que la hora de la publicación remite al año que interesa, como por ejemplo, el triunfo en la batalla de las Navas de Tolosa (12:12), o la muerte de Stalin (19:53).

El otro día, cuando en París-Valencia estaban marcando los libros del último yaque, Ester hizo el comentario de «vaya, qué precio más raro» con uno de los libros de los que figuraban “en el escaparate”.

El precio era 19,33 euros.

Gracias a mi extraña afición, en seguida le pude explicar que era el año en que el protagonista llegó al poder.


Tal vez los de Seix Barral eligieron ese precio para llamar más la atención, consiguiéndolo. Pero yo prefiero publicar la anotación a las 19:45.

Créditos:
Cubierta y contracubierta (con la etiqueta del precio), del libro en cuestión.

Y ahora, ¿dónde los pongo?: El peligro del yaque

Uno de los peligros de visitar una librería es el yaque, es decir, ya que estás, mira a ver qué hay que sea interesante llevarte.





Si ya resulta peligroso cuando te encuentras que hay un saldo extraordinario en el que ojeas, hay una ocasión en que resulta muchísimo más peligroso.




Y es cuando vas en busca de libros, en mi caso, para mi hija.

Pues el caso es que al buscar, se hace un recorrido completo de los estantes donde están los libros buscados, y, claro, como bien se sabe, «el que busca, halla», y halla tanto aquello que venía a buscar (si está), como lo que se encuentra en el yaque de la búsqueda.

En resumen, lo clásico.





Bueno, y también está el riesgo de pasar por la puerta y fijarse en el escaparate.


Créditos:
Cubiertas de los libros en cuestión.

Cuando el dibujo es más rápido que la fotografía

Una de las características de los genios es que siempre resultan actuales y, en ocasiones, proféticos.

Por ejemplo, don Antonio Mingote Barrachina.

El 28 de febrero de 2007, día sin, en principio, mayor relevancia que ser el último del mes, se publicaba en ABC la siguiente viñeta suya.


Esa misma noche, precisamente, tenía lugar un partido de eliminatoria de la Copa del Rey entre el Betis y el Sevilla, y el resultado del mismo apareció en la portada de ABC al día siguiente, primero de marzo.


Sobran las palabras… desde tiempo antes.


Créditos:
Imagen de la viñeta de Antonio Mingote publicada en ABC en la fecha expresada, de la hemeroteca del autor.
Detalle de la portada de ABC en la fecha expresada, de la hemeroteca del autor.
Imagen de la viñeta de Antonio Mingote, publicada en ABC, sin texto, el 9 de febrero de 2007, de la hemeroteca del autor.

sábado, 21 de septiembre de 2013

Y ahora, ¿dónde los pongo?: Selectivizando

Una de las asignaturas de mi hija, en este segundo curso de Bachillerato, es Literatura Universal. Aunque pueda parecer increíble, van a trabajar sobre libros de la… literatura universal. Sin embargo, hay un problema.

El problema se llama «Selectividad». Dada la situación actual en relación con los números clausus, en que una centésima puede suponer la exclusión del alumno en el acceso al centro que le interesa, el Bachillerato en realidad es una preparación a la Selectividad, más que un periodo de la enseñanza e instrucción como tal.

Por eso, cuando se facilita la relación de libros sobre los que se va a trabajar, se indica una edición concreta no por ser la traducción o la introducción mejores que otras, sino porque esa edición es la que se va a utilizar como referencia en el examen de la Selectividad.

Naturalmente, con esos criterios y/o amenazas, da lo mismo que la edición de Kafka que uno tenga en casa sea casi histórica, por no hablar de que la Commedia o Hamlet estén sin traducir.

Y aquí están, recién comprados esta mañana (aunque falta Edipo Rey: - ¿Te vas? - Sí, pero en seguida vuelvo - No tardes, que tienen que leerte).

Créditos:
Cubiertas de los libros en cuestión.

¿Vivant studiosi?

Es mucho mejor la escuela viva. La que (…) acostumbra moderadamente a los alumnos a interesarse y a tomar parte en la vida y los acontecimientos de su propio país y del mundo.
Digo «moderadamente». En efecto, estoy convencido de que los alumnos pueden discutir útilmente en clase, pero no va conmigo el que puedan faltarle al respeto al profesor, ni ponerse a decir palabrotas, o a hacer gestos obscenos en su presencia. Yo sé que tanto la Constitución italiana como el concilio Vaticano II reconocen el derecho de huelga, pero no soy capaz de ver este derecho en ciertas huelgas de alumnos, que terminan a pedradas contra los cristales de la escuela o con destrozos peores.

Tras año y medio de las revueltas instigadas en Valencia contra el Gobierno de España con la excusa de la educación, y que ya tuvieron su primer premio con el aprobado general a final de curso, ahora parece que tienen su segundo premio con la prescripción de los hechos dada la demora en la tramitación judicial de los mismos.

Ya hemos visto en estas páginas la descripción de la situación en la enseñanza en la Italia (y, en general, en Occidente) de hace cuarenta años. Leíamos entonces:
¿Que los estudiantes están hartos de notas y calificaciones? Pues fuera las calificaciones, que son discriminantes e indignas de una sociedad igualitaria. ¿Alguien quiere ejercer la medicina? ¿Quién puede impedirlo habiéndose matriculado –se haya o no examinado, haya o no estudiado– durante seis años en la Universidad?

Esos planteamientos siguen vigentes en sectores de la enseñanza española, si no amplios, sí muy visibles, y, desde luego, intolerantes, con la ayuda cómplice y de cobardes de otros.

Desde luego, los hay que viven muy felices:
[Vivat] Maecenatum charitas.
[Viva] la generosidad de los mecenas.
Con el dinero de los demás, claro.

Y no les preocupa cambiar de estrofa:
Pereat diabolus, / quivis antiburschius, / atque irrisores.
Muera el diablo, / cualquier persona en contra de los estudiantes, / y quienes se burlan.


Eso sí, olvidándose del verso anterior:
Pereant osores.
Mueran los que odian.

Por supuesto, de esta otra estrofa, ni hablar:
Vivat nostra societas! / Vivant studiosi! / Crescat una veritas, / floreat fraternitas, / patriae prosperitas.
¡Viva nuestra sociedad! / ¡Vivan los que estudian! / Que crezca la única verdad, / que florezca la fraternidad / y la prosperidad de la patria.

Y es que, al fin y al cabo, ¿qué se puede esperar de algo que está en latín?

Créditos:
Extractos de la carta que, bajo el título A nuevos tiempos, escuela nueva, dirigió a Quintiliano Albino Luciani (luego Papa Juan Pablo I), y publicada originalmente en abril de 1974, tomados de la recopilación Ilustrísimos señores, según traducción de José L. Legaza, José L. Zubizarreta, Manuel García Aparisi y Gonzalo Haya, en edición de Biblioteca de Autores Cristianos del 7 de diciembre de 1978 (pp. 249-250), de la biblioteca del autor.
Fotografía de la pintada contra el ministro Wert existente en el pretil del antiguo cauce del río Turia, en el Paseo de la Pechina, en Valencia, en agosto de 2013, del autor.
En el título y en el texto, distintos versos del Gaudeamus igitur, tomados de la correspondiente entrada en la Wikipedia.