sábado, 7 de julio de 2012

Sin patrón y sin nave: menudo cuadro

Hoy se cumplen mil doscientos y un meses de la creación del Patronato para el Museo Nacional de Pintura y Escultura, o sea, para entendernos, el Patronato del Museo del Prado.

Dado el ambiento general que invade España (antes, ‘Estepaís’), la propuesta económica lógica es decidir la disolución del Patronato, y que sus labores, las haga el funcionario de turno.

Debo decir que no estoy de acuerdo con ello.

La situación no está para medias tintas. Se ha demostrado que la iniciativa privada hace y desarrolla sus iniciativas mucho mejor que la iniciativa pública. Como ejemplo, ahí están los museos privados.

Así pues, mi propuesta es, no sólo disolver el Patronato, que es lo fácil; no sólo privatizar el Museo del Prado, que es algo más complejo; sino que, una vez privatizado, se saque a pública subasta su contenido (subiendo para ese día el tipo de IVA aplicable a estas transacciones, o creándolo nuevo si no lo hay), cobrar el incremento de patrimonio que haya obtenido el vendedor, y una vez resuelto todo… se reedita la desamortización de Mendizábal, pues si se le pudo hacer a la Iglesia, por qué no a unos cuantos particulares.

Nos quedábamos como estábamos, pero el Erario habría ingresado un montón de dinero.

Y si alguien se queja, se le envía unos cuantos inspectores de Hacienda. Que seguro que tendrán para rato.

(Bueno, todo esto, sin ánimo de ofender, don Diego.)

Créditos:
Fotografía de la estatua dedicada a Diego de Silva y Velázquez, ante la fachada principal del edificio del Museo del Prado, en Madrid, en noviembre de 2007, del autor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario