Hace tiempo leí algo sobre el bookcrossing (palabro cuya traducción, si existe, no se usa; propuestas: ¿bibliocircuito – bibliocarrera – biblioandante?), pero ahora no consigo encontrar la referencia, si alguna vez la guardé.
Un compañero de trabajo, poco después de publicar una de las anotaciones sobre los libros recién llegados a mis ‘estanterías’, me pidió uno de ellos, en concreto, La marcha Radetzky. Hace justo 62 días se lo presté, y me vino a la memoria lo del biblio-algo, imaginándome que cualquier día me encontraría el libro por encima de alguna de las mesas del trabajo. Bueno, así fue. Hace casi tres semanas me lo encontré encima… de la mía. ¡Me lo había devuelto! ¡Y leído!
Hace diez días me tuve que limitar a un segundo desayunto, en vez de un almuerzo propiamente dicho, sin tiempo para una visita en profundidad en BiblioCafé (sólo lo que alcanzaba a ver -y leer- desde la mesa a la que estaba sentado). Sin embargo, al salir, me di cuenta de que detrás de mí se encontraba una estantería donde figuraba la indicación del tal biblio-algo.
Lo que en definitiva me refrescó los recuerdos, y he podido comprobar en la correspondiente página de internet que BiblioCafé es uno de los locales registrados para la dejación y recogida de libros según esta modalidad.
Según leo en El Mundo, ayer se celebró en Madrid un gran reparto por la ciudad de libros para su utilización de esta forma.
Como se refleja en varios de los comentarios a la noticia, la idea estaría bien si no les hubiera costado dinero a los madrileños, porque, claro, instigando la idea, estaba el Ayuntamiento de Madrid, aunque con cierto respaldo de Mahou.
Se ve que el montón de años que está funcionando esta compartición (sí, a veces la Academia trabaja en lo que toca), no es nada relevante porque… efectivamente, los libros los aportaban los propios participantes, de sus bibliotecas privadas, y claro, faltaba la adecuada participación (con su correspondiente despilfarro) pública.
En todo caso, hay un aliciente más para visitar Madrid (y Valencia, ¿eh?).
¡Ah, se me olvidaba! Naturalmente, hay una página de internet para el seguimiento de esta iniciativa municipal, página distinta de la ‘oficial’ de la idea original.
Créditos:
Imagen de la pegatina BookCrossing identificativa del libro, tomada de la página española de la iniciativa.
Fotografía de la estantería ‘bookcrossing’ existente en BiblioCafé, de noviembre de 2010, del autor.
Un compañero de trabajo, poco después de publicar una de las anotaciones sobre los libros recién llegados a mis ‘estanterías’, me pidió uno de ellos, en concreto, La marcha Radetzky. Hace justo 62 días se lo presté, y me vino a la memoria lo del biblio-algo, imaginándome que cualquier día me encontraría el libro por encima de alguna de las mesas del trabajo. Bueno, así fue. Hace casi tres semanas me lo encontré encima… de la mía. ¡Me lo había devuelto! ¡Y leído!
Hace diez días me tuve que limitar a un segundo desayunto, en vez de un almuerzo propiamente dicho, sin tiempo para una visita en profundidad en BiblioCafé (sólo lo que alcanzaba a ver -y leer- desde la mesa a la que estaba sentado). Sin embargo, al salir, me di cuenta de que detrás de mí se encontraba una estantería donde figuraba la indicación del tal biblio-algo.
Lo que en definitiva me refrescó los recuerdos, y he podido comprobar en la correspondiente página de internet que BiblioCafé es uno de los locales registrados para la dejación y recogida de libros según esta modalidad.
Según leo en El Mundo, ayer se celebró en Madrid un gran reparto por la ciudad de libros para su utilización de esta forma.
Como se refleja en varios de los comentarios a la noticia, la idea estaría bien si no les hubiera costado dinero a los madrileños, porque, claro, instigando la idea, estaba el Ayuntamiento de Madrid, aunque con cierto respaldo de Mahou.
Se ve que el montón de años que está funcionando esta compartición (sí, a veces la Academia trabaja en lo que toca), no es nada relevante porque… efectivamente, los libros los aportaban los propios participantes, de sus bibliotecas privadas, y claro, faltaba la adecuada participación (con su correspondiente despilfarro) pública.
En todo caso, hay un aliciente más para visitar Madrid (y Valencia, ¿eh?).
¡Ah, se me olvidaba! Naturalmente, hay una página de internet para el seguimiento de esta iniciativa municipal, página distinta de la ‘oficial’ de la idea original.
Créditos:
Imagen de la pegatina BookCrossing identificativa del libro, tomada de la página española de la iniciativa.
Fotografía de la estantería ‘bookcrossing’ existente en BiblioCafé, de noviembre de 2010, del autor.
¡Jamás abandonaré uno de mis libros por ahí! ¡Jamás!
ResponderEliminarPor otra parte, no me interesan estos inventos. Si quiero un libro, me lo compro.
Sí, vi la noticia en TeleMadrid y me pareció un nuevo despilfarro con el dinero de los contribuyentes. Esto, que empezó como una iniciativa de la sociedad civil, no en este país, claro, ya se lo han apropiado los políticos.
ResponderEliminarS.Cid, cómo sois los burgueses. Después de leerlo se lo darás al mayordomo para que lo coloque en la biblioteca.
Por cierto, ¿ya tienes el libro de Sir Tim O'Theo?
¿Cómo?
Un saludo
No, Caraguevo, no tengo el libro de Sir Tim O'Theo ni el disco de Supertramp. ¡Qué desastre! Llevo últimamente una vida caótica y desordenada que me ha alejado de mis objetivos lectores y musicales... A ver si se endereza el asunto, pongo en orden mi tiempo y me hago con esas piezas tan anheladas... (aunque la de Sir Tim la veo difícil ya, la verdad).
ResponderEliminarPero, te dejo, ya oigo ladrar impaciente a Pipo, mi delicioso cocker, que me espera a la entrada de Marvel House para dar nuestro paseo matinal.
Jamesssss, my raincoat, please!!!
S.Cid, ¿qué tal se lleva Pipo con el bueno de Pit?
ResponderEliminarReferente a este tema escuché el otro día en la tele a una cursi decir que ella lo que hacía con sus libros era liberarlos, ¿?.
ResponderEliminarSe puede ser más politicamente mendruga, cierto, pero ahora no caigo.
Yo hace tiempo que aprendí a no prestar libro. Y no por experiencia propia, sino por contemplación de otras ajenas. Si les gusta, que se lo compren, coño, y que dejen de gastarse tanta pasta en cubatas ¡¡¡
ResponderEliminarUn saludo
los 30.ooo volúmenes que dice poseer Pérez-Reverte en su choza de la sierra se queda corto si todo la pasta que mal emplee en cubatas, me lo hubiese gastado en libros.
ResponderEliminarLlevas toda la razón, Guido.
Que compren libros, joder.
Además, que al que quiera leer de verdad no le hace falta tener dinero, que se apunten como hice yo a una biblioteca.
La estantería rosa de laafoto no incita mucho a la lectura, la verdad: el insoportable nobel turco del 2006 Orhan Pamuk con su Estambul, una versión inglesa de Ángeles y demonios de Dan Brown, un ejemplar del Pravda, y señoreándose de la gaveta, un inmenso careto del pesado de Saramago rinéndonos por algo.
ResponderEliminarY la mayoría de los libros, en inglés.
Ahora entiendo que la cursi de antes se quiera "liberar" de sus libros..
Señor De bate:
ResponderEliminarEs que no aguanto a esos que se quejan de los precios de los libros (y que, lógicamente, apenas han abierto uno en su puñetera vida) pero que, el viernes o el sábado, salen de noche y se toman 7 u 8 copas.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGuido, es compatible salir a llenar el gaznate con poder edificar una pequeña y coqueta biblioteca en una habitación de la casa.
ResponderEliminarAl no ser, claro, que tomes tanto como los tipos esos que acaban por beberse hasta el agua del acuario.
En ese delicado caso lo mejor es meterse a buzo.
Bate: Pipo y Pit, querido Bate, no se conocen. Uno es (fue) real y el otro es virtual. El único lugar que les es común es mi propio corazón y ahí no hay opción más que al amor y la tolerancia...
ResponderEliminarPuag, ¿pero qué digo? Parezco ZP.
El problema empieza cuando el dinero de los libros, en vez de en copas, lo debes destinar para comprar... estanterías.
ResponderEliminarUn saludo a todos.
P.S. ¿Hay alguien receptivo a la indirecta?
S.Cid: "El único lugar que les es común es mi propio corazón y ahí no hay opción más que al amor y la tolerancia..."
ResponderEliminarMi insensibilizada retina hecha puritita dinamita por el paso de los días ha estado a punto a puntito de derramar una lágrima mientras leía.
Bate: Jajajajajajajaja ;-)
ResponderEliminarPosodo: ¿Recep..., qué?
"El único lugar que les es común es mi propio corazón y ahí no hay opción más que al amor y la tolerancia..."
ResponderEliminar.
¿Así hay que escribir con la nueva ortografía de la RAE?
Chungo lo voy a tener.