Bienaventurados los pobres de espíritu, los
humildes, los que lloran, los que tienen hambre y sed de la justicia, los
misericordiosos, los limpios de corazón, los que trabajan por la paz, los
perseguidos por causa de la justicia.
“Bienaventurados
seréis cuando os injurien y os persigan y digan con mentira toda clase de mal
contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa
será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas
anteriores a vosotros.”
Créditos:
Extracto del Evangelio según San Mateo (5, 11-12), tomado de la
Nueva Biblia de Jerusalén, revisada y
aumentada, editada en 1998 por Desclée De Brouwer.
Contraluz en el interior de la iglesia de
All Hallows (Todos los Santos), en Londres, en septiembre de 2012, del autor.
Te voy a contar, querido Posodo, lo que yo he sentido tras leer esta grandiosa entrada tuya.
ResponderEliminarPaz, mucha paz, y paz de la buena, de la que no se compra ni se vende. O se tiene, la paz, o no se tiene. La tenemos. Gracias, maestro.
Y esa foto que hiciste en Londres merece una entrada aparte
ResponderEliminarMe alegro, Bate de que hayas sentido mucha Paz.
ResponderEliminarY aunque ya la tengamos, como bien dices, te doy la Paz.
un saludo.
[Sobre la foto y su entrada aparte, te subcontrato el trabajo ;-)]