“En
todos los pueblos de la Monarquía se establecerán escuelas de primeras letras,
en las que se enseñará á los niños á leer, escribir y contar, y el catecismo de
la religion católica, que comprenderá tambien una breve exposicion de las
obligaciones civiles.”
“El
plan general de enseñanza será uniforme en todo el reino, debiendo explicarse
la Constitucion política de la Monarquía en todas las universidades y
establecimientos literarios, donde se enseñen las ciencias eclesiásticas y políticas.”
Como puede apreciarse, lo de las
obligaciones civiles y la explicación de la Constitución suena muy moderno,
aunque más a lo de Formación del Espíritu
Nacional que a lo de Educación para
la Ciudadanía.
Sin embargo, cuán antiguo resulta eso de que
“el plan general de enseñanza será
uniforme en todo el reino”.
Más aún si nos fijamos en el título que
recoge todo esto: “Instrucción pública”,
y no “Educación”. ¡Ah, la maravilla
del idioma y del uso de una palabra en vez de otra!
(Sobre cuáles y cómo sean los resultados
del famoso informe PISA, como ya es tarde, hablaremos en otro momento,… o no.)
Créditos:
Transcripción de los artículos 366 y 368,
en el Capítulo Único del Título IX De la instrucción
publica, de la Constitución de 1812, La
Pepa, tomada de la edición facsímil realizada en el año 2001 por la Editorial Maxtor
(de Valladolid), sobre un ejemplar de la biblioteca de Santiago Arribas Parra.
Fotografía de detalle de la entrada
principal del Ministerio de Educación y Ciencia, en la calle de Alcalá, en
Madrid, de octubre de 2011, del autor.
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