miércoles, 18 de abril de 2012

Fijo que tienen precio

Incluso los editores, los tipos que imprimen los libros, no se dan cuenta de lo que estoy haciendo por ellos. Algunos se resisten a darme crédito porque vendo los libros por lo que valen y no por los precios que ellos les ponen. Me escriben cartas sobre la política de los precios fijos y yo les respondo hablándoles de mi política del mérito fijo. Que publiquen un buen libro y ya verán cómo lo vendo a buen precio. ¡Eso les digo! A veces creo que nadie sabe tan poco sobre libros como los propios editores. Aunque supongo que es algo natural. La mayoría de maestros de escuela no conoce bien a los niños.


Créditos:
Extracto del capítulo 4 de La librería ambulante, de Christopher Morley, según traducción de Juan Sebastián Cárdenas, cuya primera edición de enero de 2012 se ha publicado como número 42 de la colección Largo recorrido, por la editorial Periférica (pág. 43).

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