Hoy he recibido una carta del Ministerio de Trabajo e Inmigración, con la identificación de Campaña de comunicación a los trabajadores, 2010.
Lo primero que uno piensa es vincular la carta a la noticia del día. Luego me fijo, y veo que tal vez sí, porque pone en el sobre que es relativa al año 2010. Intrigado, pues, abro el sobre, desdoblo la carta, y leo:
“El Gobierno de España, a través del Ministerio de Trabajo e Inmigración, quiere comunicarle determinados aspectos de la reforma laboral que se está en curso de implantar, aspectos que han sido incorporados para una mejor… defensa… de los derechos… de los trabajadores (por favor, reproduzca las pausas valorativas).
El Gobierno de España ha observado con preocupación que en la actual situación en la que la positiva evolución de la economía española se encuentra temporalmente alterada con ausencia provisional de expectativas positivas, existen puntos de la legislación laboral que posibilitan a elementos antipatriotas la ejecución de acciones destinadas a perjudicar a los trabajadores y a dañar la economía e imagen de esta gran nación.
Estos elementos reaccionarios y contrarrevolucionarios abusan de la buena voluntad manifestada en numerosas ocasiones por el legislador español, para hacer decir a las leyes y reglamentos lo que ¡nunca! el legislador hubiera aceptado, y mucho menos, escrito y proclamado.
En concreto, estos conspiradores, apoyándose en la elevada capacidad de maniobra que les permiten el gran capital y ultramontanas instituciones que les respaldan, plantean continuamente ajustes en las plantillas de las empresas.
Hasta ahora, existía el procedimiento de los ERE para evitar el caprichoso despido de los nobles y abnegados trabajadores. Sin embargo, el Gobierno de España ha descubierto que ello no es suficiente.
Y es que se han identificado elementos subversivos que con el fin de alterar las siempre satisfactorias tendencias de la economía española, gracias al esfuerzo de todos en levantar esta gran nación, llegan en su irresponsabilidad incluso a contratar en sus empresas… ¡más personal!
Por todo ello, en la nueva regulación se va a incorporar un aspecto adicional para prevenir estas maldades torticeras, con la adición de un nuevo artículo (el 666.13.13) cuyo tener es el siguiente:
«Será obligación de todo empresario presentar ante la Dirección de Trabajo competente, un Expediente de Regulación de Empleo, tanto si plantea la reducción de la plantilla, como si plantea la ampliación. En el expediente figurarán las filiaciones completas de las personas implicadas.
La Administración resolverá en el plazo en el que lo haga, el referido ERE, analizando las características personales y sociales de los trabajadores afectados, para decidir, según sea el caso, quiénes pueden contribuir al desarrollo de España desde sus nuevos puestos de trabajo de formación, o es conveniente para la sociedad, que, por el contrario, dejen provisionalmente dichos puestos de trabajo, y en una abnegada e incluso heroica, más allá del debr, contribución a al positivo desarrollo de la sociedad española (y según las circunstancias, catalana), incorporarse en la empresa en cuestión, donde podrá ejercer las actividades de formación, de implicación de auqélla con la real realidad social española, y de adscripción a los principios que rigen este Glorioso Movimiento Progesista y Social.
La resolución de los heroicos trabajadores que, en su caso, deban incorporarse a la empresa en cuestión, podrá, a criterio de la Administración, incluir personas no propuestas por el vil empresario, e incluso en un número distinto al propuesto por éste, por supuesto, superior.»
El Gobierno de España entiende que mediante esta adición se luchará adecuadamente contra los elementos antipatriotas y contrarrevolucionarios que, por desgracia, aunque, por supuesto, por instigación extranjera, fuera del noble pueblo español, desarrollan actividades de esta villanía en esta gran nación que es España, dificultando las acciones de solidaridad y hermandad que auspicia continuamente este Gobierno.
Usted, como parte integrante y fundamental del noble pueblo español, entenderá los positivos ánimos que nos han impelido a redactar esta reforma laboral, que, no lo duda nadie honradamente, contribuirá a despejar ciertas nubes que actualmente existen, tras lo que podremos admirar el nuevo amanecer español.
Atentamente.”
Una vez repuesto, me di cuenta de que era otra cosa.
Creo.
Créditos:
Identificación del sobre de la carta.
Anverso y reverso del folleto remitido (excluyendo la parte de una encuesta).
Lo primero que uno piensa es vincular la carta a la noticia del día. Luego me fijo, y veo que tal vez sí, porque pone en el sobre que es relativa al año 2010. Intrigado, pues, abro el sobre, desdoblo la carta, y leo:
“El Gobierno de España, a través del Ministerio de Trabajo e Inmigración, quiere comunicarle determinados aspectos de la reforma laboral que se está en curso de implantar, aspectos que han sido incorporados para una mejor… defensa… de los derechos… de los trabajadores (por favor, reproduzca las pausas valorativas).
El Gobierno de España ha observado con preocupación que en la actual situación en la que la positiva evolución de la economía española se encuentra temporalmente alterada con ausencia provisional de expectativas positivas, existen puntos de la legislación laboral que posibilitan a elementos antipatriotas la ejecución de acciones destinadas a perjudicar a los trabajadores y a dañar la economía e imagen de esta gran nación.
Estos elementos reaccionarios y contrarrevolucionarios abusan de la buena voluntad manifestada en numerosas ocasiones por el legislador español, para hacer decir a las leyes y reglamentos lo que ¡nunca! el legislador hubiera aceptado, y mucho menos, escrito y proclamado.
En concreto, estos conspiradores, apoyándose en la elevada capacidad de maniobra que les permiten el gran capital y ultramontanas instituciones que les respaldan, plantean continuamente ajustes en las plantillas de las empresas.
Hasta ahora, existía el procedimiento de los ERE para evitar el caprichoso despido de los nobles y abnegados trabajadores. Sin embargo, el Gobierno de España ha descubierto que ello no es suficiente.
Y es que se han identificado elementos subversivos que con el fin de alterar las siempre satisfactorias tendencias de la economía española, gracias al esfuerzo de todos en levantar esta gran nación, llegan en su irresponsabilidad incluso a contratar en sus empresas… ¡más personal!
Por todo ello, en la nueva regulación se va a incorporar un aspecto adicional para prevenir estas maldades torticeras, con la adición de un nuevo artículo (el 666.13.13) cuyo tener es el siguiente:
«Será obligación de todo empresario presentar ante la Dirección de Trabajo competente, un Expediente de Regulación de Empleo, tanto si plantea la reducción de la plantilla, como si plantea la ampliación. En el expediente figurarán las filiaciones completas de las personas implicadas.
La Administración resolverá en el plazo en el que lo haga, el referido ERE, analizando las características personales y sociales de los trabajadores afectados, para decidir, según sea el caso, quiénes pueden contribuir al desarrollo de España desde sus nuevos puestos de trabajo de formación, o es conveniente para la sociedad, que, por el contrario, dejen provisionalmente dichos puestos de trabajo, y en una abnegada e incluso heroica, más allá del debr, contribución a al positivo desarrollo de la sociedad española (y según las circunstancias, catalana), incorporarse en la empresa en cuestión, donde podrá ejercer las actividades de formación, de implicación de auqélla con la real realidad social española, y de adscripción a los principios que rigen este Glorioso Movimiento Progesista y Social.
La resolución de los heroicos trabajadores que, en su caso, deban incorporarse a la empresa en cuestión, podrá, a criterio de la Administración, incluir personas no propuestas por el vil empresario, e incluso en un número distinto al propuesto por éste, por supuesto, superior.»
El Gobierno de España entiende que mediante esta adición se luchará adecuadamente contra los elementos antipatriotas y contrarrevolucionarios que, por desgracia, aunque, por supuesto, por instigación extranjera, fuera del noble pueblo español, desarrollan actividades de esta villanía en esta gran nación que es España, dificultando las acciones de solidaridad y hermandad que auspicia continuamente este Gobierno.
Usted, como parte integrante y fundamental del noble pueblo español, entenderá los positivos ánimos que nos han impelido a redactar esta reforma laboral, que, no lo duda nadie honradamente, contribuirá a despejar ciertas nubes que actualmente existen, tras lo que podremos admirar el nuevo amanecer español.
Atentamente.”
Una vez repuesto, me di cuenta de que era otra cosa.
Creo.
Créditos:
Identificación del sobre de la carta.
Anverso y reverso del folleto remitido (excluyendo la parte de una encuesta).
Reconozco que no he leído toda la anotación, me espero a que lo saquen en película.
ResponderEliminar¡Ah, no! que ya la hicieron "Los lunes al sol", pero no, no debe ser porque había 3 millones menos de parados.
pero ¡HAY MOTIVOS! ¿O no?, ahora igual no toca.