Nota previa:
Yo recuerdo, aunque no sé si se trataba de una leyenda urbana, que hace muchos años se hablaba de la existencia en Oviedo o Gijón, de un bar cuyo nombre era Misa de doce. De esta manera, quedaba muy, cuando menos, curioso, lo de decir “¿Quedamos en Misa de doce?”.
La cosa, como era de esperar, quedaba en unas sonrisas.
Nota del Gobierno de España (pendiente de revisión y, en su caso, publicación):
“El Gobierno de España quiere manifestar su satisfacción por los recientes acontecimientos sucedidos en relación con un establecimiento de ocio en la población de Águilas.
En primer lugar, el Gobierno de España se congratula de que, en sano ejercicio de la libertad y amable voluntad de los propietarios, se vaya a modificar el nombre del establecimiento, en aras a una mejor identificación del mismo para evitar inconvenientes confusiones, y obligando a Google a establecer una nueva desambiguación, o como lo llamen. Esta decisión es una muestra positiva de los claros esfuerzos de este Gobierno en relación con el fomento de la tolerancia y comprensión entre las numerosas culturas que existen en este planeta que es del viento, y en especial, en este solar patrio de España.
En segundo lugar, la decisión se imbrica en la política de desarrollo económico y social que lleva a cabo, con pleno convencimiento y contra viento y marea de elementos antipatriotas, este Gobierno de España.
Y ello es así porque el cambio de nombre supondrá:
a) una revitalización del Registro de la Propiedad de la Región de Murcia, muy escaso de actividad como consecuencia de la lamentable política del gobierno regional
b) una reactivación de la economía de la comarca con el fin de modificar la decoración, señalética, iluminación, e incluso elementos arquitectónicos del local, impulsando, aún más si cabe, todo lo que de provecho se está consiguiendo gracias a las diversas políticas emprendidas por este Gobierno.
c) junto con lo anterior, no hay que olvidar el impacto positivo que esta mayor actividad supondrá en la recaudación del IVA y cualquier otro impuesto que al Área Económica de este gobierno se le ocurra establecer.
El Gobierno de España confía en que estas actuaciones lleguen a buen fin, obteniendo de esta manera una mejor relación entre las culturas y civilizaciones establecidas en esta tierra histórica, y una reanudación de la actividad social y económica en la comarca para la plena satisfacción de las necesidades de los lugareños.
No obstante, si los resultados no fueran suficientemente estimulantes, siempre cabe la solución de que, voluntaria y entusiásticamente, los propietarios del local decidan cambiar de nuevo el nombre al mismo.
Palacio de la Moncloa, a tantos de tantos de tantos mil y pico.”
Nota de la Casa Blanca (pendiente de revisión y traducción al swahili moratiniano):
“La Oficina de Prensa de la Casa Blanca comunica lo siguiente:
El Presidente de los Estados Unidos de América, señor B. Hussein Obama, no ha firmado (aún) ninguna Orden Ejecutiva que obligue a dejar de llamar «La Meca del Cine» a Hollywood, ni a la destrucción de todas las copias que existan de El ladrón de Bagdad y películas similares, pues todavía se está elaborando la relación de als películas afectadas.”
Créditos:
Fotografía del local de ocio, tomada de Las Provincias.
Fotografías del Palacio de la Moncloa y de la Casa Blanca, tomadas de internet.
Yo recuerdo, aunque no sé si se trataba de una leyenda urbana, que hace muchos años se hablaba de la existencia en Oviedo o Gijón, de un bar cuyo nombre era Misa de doce. De esta manera, quedaba muy, cuando menos, curioso, lo de decir “¿Quedamos en Misa de doce?”.
La cosa, como era de esperar, quedaba en unas sonrisas.
Nota del Gobierno de España (pendiente de revisión y, en su caso, publicación):
“El Gobierno de España quiere manifestar su satisfacción por los recientes acontecimientos sucedidos en relación con un establecimiento de ocio en la población de Águilas.
En primer lugar, el Gobierno de España se congratula de que, en sano ejercicio de la libertad y amable voluntad de los propietarios, se vaya a modificar el nombre del establecimiento, en aras a una mejor identificación del mismo para evitar inconvenientes confusiones, y obligando a Google a establecer una nueva desambiguación, o como lo llamen. Esta decisión es una muestra positiva de los claros esfuerzos de este Gobierno en relación con el fomento de la tolerancia y comprensión entre las numerosas culturas que existen en este planeta que es del viento, y en especial, en este solar patrio de España.
En segundo lugar, la decisión se imbrica en la política de desarrollo económico y social que lleva a cabo, con pleno convencimiento y contra viento y marea de elementos antipatriotas, este Gobierno de España.
Y ello es así porque el cambio de nombre supondrá:
a) una revitalización del Registro de la Propiedad de la Región de Murcia, muy escaso de actividad como consecuencia de la lamentable política del gobierno regional
b) una reactivación de la economía de la comarca con el fin de modificar la decoración, señalética, iluminación, e incluso elementos arquitectónicos del local, impulsando, aún más si cabe, todo lo que de provecho se está consiguiendo gracias a las diversas políticas emprendidas por este Gobierno.
c) junto con lo anterior, no hay que olvidar el impacto positivo que esta mayor actividad supondrá en la recaudación del IVA y cualquier otro impuesto que al Área Económica de este gobierno se le ocurra establecer.
El Gobierno de España confía en que estas actuaciones lleguen a buen fin, obteniendo de esta manera una mejor relación entre las culturas y civilizaciones establecidas en esta tierra histórica, y una reanudación de la actividad social y económica en la comarca para la plena satisfacción de las necesidades de los lugareños.
No obstante, si los resultados no fueran suficientemente estimulantes, siempre cabe la solución de que, voluntaria y entusiásticamente, los propietarios del local decidan cambiar de nuevo el nombre al mismo.
Palacio de la Moncloa, a tantos de tantos de tantos mil y pico.”
Nota de la Casa Blanca (pendiente de revisión y traducción al swahili moratiniano):
“La Oficina de Prensa de la Casa Blanca comunica lo siguiente:
El Presidente de los Estados Unidos de América, señor B. Hussein Obama, no ha firmado (aún) ninguna Orden Ejecutiva que obligue a dejar de llamar «La Meca del Cine» a Hollywood, ni a la destrucción de todas las copias que existan de El ladrón de Bagdad y películas similares, pues todavía se está elaborando la relación de als películas afectadas.”
Créditos:
Fotografía del local de ocio, tomada de Las Provincias.
Fotografías del Palacio de la Moncloa y de la Casa Blanca, tomadas de internet.
En mi pueblo también hay un local -como somos de pueblo no llega a lounge ni tiene zona chill out- que se llama "Misa de 12".
ResponderEliminarTambién hay otro que se llama "Mamá ya lo sabe", no sé si creará polémica por machismo o algo así.
Hace tiempo que se cruzó la línea que separa, a la tolerancia, de la sumisión.
ResponderEliminarUn saludo
Caraguevo:
ResponderEliminarEl último local que citas, ya está apercibido de cierre si no cambia de nombre. Por lo que sé, en cualquier momento pasan al regristro para inscribir uno nuevo: "Mamá y papá están al tanto".
Caragüevo: Pues lo mismo el que residía en mi memoria era ése. No te sé decir.
ResponderEliminarGuido: Tienes razón. Antes la duda estaba entre tolerancia y transigencia; ahora ya es entre tolerancia y suminsión.
Por cierto, el nombre del local creo que va a ser Progenitor A y Progenitor B conocen tu opción C.
Un saludo a ambos.