lunes, 14 de febrero de 2011

Esto lo en-Marco

Hace una semana comenté la deriva que yo observaba, al menos, como forma de comunicación, de diversas organizaciones cristianas, y, en particular, católicas, hacia planteamientos meramente de oenegés.

Hoy leo una noticia con el siguiente titular:
El presidente del Pontificio Consejo Cor Unum recuerda que la principal misión de la Iglesia es evangelizar
Card. Sarah: «La Iglesia no es una ONG ni una sociedad filantrópica»


Tal vez haya llegado la hora de leer, por ejemplo, el versículo 15 del capítulo 16 del Evangelio de San Marcos:

Y les dijo: «Id por todo le mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación.»

Créditos:
Detalle de la parte superior de la Torre dell’Orologio, en Venecia, con el León de San Marcos, soportando un libro en donde figura “Pax Tibi Marce, Evangelista Meus”, de septiembre de 2009, del autor.
Transcripción del Evangelio tomada de la Nueva Biblia de Jerusalén, revisada y aumentada, editada en 1998 por Desclée De Brouwer.

3 comentarios:

  1. Pero también hay que dar de comer al pobre.

    Una cosa no está reñida con la otra. Además, Jesús también se ocupó de la comida y la bebida en las bodas de Caná.

    Aunque, por supuesto, esa deriva de algunos eclesiásticos hacia la Iglesia como simple y llana ONG... es confusa. ¿Lo harán adrede?

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  2. La Iglesia no es una ONG, es una organización religiosa que encuentra en la Caridad su razón de ser. Deus caritas est(Dios es amor).
    « Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él » (1 Jn 4, 16). Estas palabras de la Primera carta de Juan expresan con claridad meridiana el corazón de la fe cristiana: la imagen cristiana de Dios y también la consiguiente imagen del hombre y de su camino. Además, en este mismo versículo, Juan nos ofrece, por así decir, una formulación sintética de la existencia cristiana: « Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él ».

    La Misericordia cristiana se abre paso por los siglos.
    Las obras y actos solidarios que se la queden los Estados y las organizaciones no gubernamentales.

    Personalmente prefiero recibir misericordia a que me den solidaridad.

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  3. Esa deriva es el objeto de la anotación. Está claro la misericordia, pero, en cierta manera, con el césar la solidaridad, y con Dios, la misericordia, como apunta Bate.
    Y con permiso de la inspiración, llegará otra anotación sobre el tema. O más.
    Un saludo a ambos.

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