“Nuestro gran Padre y Patron San Vicente Ferrer, Apóstol de Europa, movido del ardentísimo celo que poseía su corazon al bien público espiritual y temporal, determinó fundar un recogimiento para niños y niñas huerfanos, para que a la luz de la educación prudente y cristiana lograsen el fruto de conseguir alivio á su necesidad, y camino por donde alcanzar el precioso tesoro de la doctrina cristiana y letras: para este efecto en el año 1410 obtuvo una casa enfrente del Real Convento de San Agustin, la cual hacia esquina á la callejuela que va al Seminario de San Pablo de la Compañía de Jesús, en cuya casa habitaban los Beguines ó Hermanos de la Tercera Orden de Santo Domingo, á quien el Apostolico Varon encomendó educasen los niños, como asimismo á un venerable Eclesiastico; y de la propia suerte solicitó la compasiva asistencia de unas piadosas señoras, las cuales cariñosamente enseñasen y educasen á las niñas en la doctrina y labores.”
Hace bastante tiempo me enteré de que se pensaba erigir una estatua conmemorativa del Colegio de los Niños de San Vicente, en la pequeña ¿plaza? de su nombre. Pasaron los días y las semanas, y con ellos, me olvidé del tema.
Hace tres semanas y un día, me entero a través de la página del Ayuntamiento de Valencia de que, finalmente, se ha realizado la escultura, colocada en su sitio, e inaugurada (claro): “Se trata de una obra que conmemora precisamente el lugar que ocupó el Colegio durante más de 340 años” .
Sin embargo, como puede verse, según la cuenta faltan doscientos años, y es que como hemos visto, en sus inicios, el Colegio no se encontraba donde el monumento.
“Había fundado el Emperador Carlos V, un Imperial colegio para la educación de los niños de los Moriscos convertidos; y habiendo sido la expulsión de los Moros en el año 1609 en el de 1624 la Magestad de Felipe IV hizo donacion de este Colegio, como dice el Padre Vidal en la vida de San Vicente Ferrer á los dichos Niños huérfanos; y pasados á él, hizo donacion de esta Casa á los Descalzos de San Agustin.”
Esta circunstancia sí se recoge en la noticia publicada en el periódico Las Provincias, donde es de destacar el siguiente párrafo: “Se han cumplido seis siglos desde que en el año 1410 el Pare Vicent creara el colegio para recoger a los niños huérfanos valencianos gracias a la cesión de la residencia que tenía el emperador Carlos V en la ciudad”. No negaremos lo asombroso del hecho, no sólo por la época en que sucedió, sino, especialmente, por ceder Carlos V una residencia ¡90 años antes de nacer!
Esta tarde la he visto, en directo por primera vez. Tengo que decir que me he acercado a propósito para hacerlo, y por eso la he visto: si llega a estar un poco más desplazada hacia la Plaza del Ayuntamiento, todo el tráfico de gente yendo de un centro a otro de El Corte Inglés por la calle Doctor Romagosa (especialmente los que van del centro de Pintor Sorolla al de Colón), ni la ven, a pesar de transitar a un par de metros de ella (a esto ayuda que, para cruzar la calle, el tráfico viene justo desde el lado opuesto, por lo que ni por equivocación te fijas en ella).
Precisamente, también para esta tarde, a las 18 h. está previsto que la iglesia del monasterio de San Miguel de los Reyes acoja “la presentación del libro El Colegio Imperial de Niños Huérfanos de San Vicente (S. XVIII-XIX) cuyo autor es Juan F.Morales. El libro, editado por Edicep, con apoyo de la Biblioteca Valenciana, de la Junta Central Vicentina y de Caja Murcia, forma parte de distintas actividades promovidas por 600 aniversario de la fundación del Colegio Imperial de Niños Huérfanos de San Vicente. La presentación estará precedida por un concierto de música de piano en que se interpretarán piezas de Martín y Soler, Mozart y Rossini. La entrada es libre y gratuita hasta completar el aforo”, según el correo que he recibidio de la Biblioteca Valenciana.. Como puede deducirse, no he podido estar presente, pero ya intentaré echar un vistazo al libro.
Finalmente, podría decirse que el Marqués de Cruilles se remonta, al hablar del Colegio Imperial, a casi un siglo antes, pues “Ramon Guillem Catalá, vecino de Valencia, en su codicilo autorizado por Andrés Espigól, notario, en 1º de Mayo de 1334, confirmó á favor de los Jurados de Valencia la administración de cierto hospicio que dejó fundado en su testamento, cuya fecha y receptor no se menciona, bajo la invocación de Santa María, y que estaba servido por hermanos de la Penitencia ó Beguines, segun añade una nota marginal.”
Y “supónese que hácia esta época, compadecido el santo del desamparo de muchos niños huérfanos, procuró recogerlos poniéndolos al cuidado de los Beguines. Esta piadosa creencia, sin embargo, no consta ni se identifica de un modo auténtico, pues aunque Esclapés diga que para tal efecto obtuvo el santo la casa de aquellos en el año 1410, no dice de quién ni por qué título la hubo ni si se hallaba vacante para concederla con tanta facilidad.”
Pero bueno, la cuestión es que el Colegio funcionó, y sigue haciéndolo… 600 años o 676.
Créditos:
Extractos de Resumen historial de la fundación y antigüedad de la ciudad de Valencia de los Edetanos ó del Cid, sus progresos, ampliacion y fábricas insignes, con otras particularidades, de Pascual Esclapés de Guilló, publicado en Valencia en MDCCCV, Capítulo IV De los Conventos, Casas de Ordenes Militares, Colegios, Hospitales, Cofradias y Casas de Oracion, Parte III Universidad, y Colegios de Estudios (párrafos 134 y 137)
Extracto de Guía urbana de Valencia Antigua y Moderna, del Marqués de Cruilles, publicada en Valencia en 1876, Tomo II (pp. 108 y 110-111)
Fotografías del monumento y placa en su base, y de la fachada a la calle Pérez Bayer de los actuales edificios de El Corte Inglés (antes Galerías Preciados) y Cines ABC Park, en el lugar donde se encontraba el Colegio Imperial, de junio y de abril de 2010, del autor.
Detalle de la Guía de Valencia de Editorial Pamias, de 1964 (la cruz en la manzana frente a la plaza Colegio Niños de San Vicente marca el lugar del Colegio).
Detalle del Plano de Valencia de 1910.
Hace bastante tiempo me enteré de que se pensaba erigir una estatua conmemorativa del Colegio de los Niños de San Vicente, en la pequeña ¿plaza? de su nombre. Pasaron los días y las semanas, y con ellos, me olvidé del tema.
Hace tres semanas y un día, me entero a través de la página del Ayuntamiento de Valencia de que, finalmente, se ha realizado la escultura, colocada en su sitio, e inaugurada (claro): “Se trata de una obra que conmemora precisamente el lugar que ocupó el Colegio durante más de 340 años” .
Sin embargo, como puede verse, según la cuenta faltan doscientos años, y es que como hemos visto, en sus inicios, el Colegio no se encontraba donde el monumento.
“Había fundado el Emperador Carlos V, un Imperial colegio para la educación de los niños de los Moriscos convertidos; y habiendo sido la expulsión de los Moros en el año 1609 en el de 1624 la Magestad de Felipe IV hizo donacion de este Colegio, como dice el Padre Vidal en la vida de San Vicente Ferrer á los dichos Niños huérfanos; y pasados á él, hizo donacion de esta Casa á los Descalzos de San Agustin.”
Esta circunstancia sí se recoge en la noticia publicada en el periódico Las Provincias, donde es de destacar el siguiente párrafo: “Se han cumplido seis siglos desde que en el año 1410 el Pare Vicent creara el colegio para recoger a los niños huérfanos valencianos gracias a la cesión de la residencia que tenía el emperador Carlos V en la ciudad”. No negaremos lo asombroso del hecho, no sólo por la época en que sucedió, sino, especialmente, por ceder Carlos V una residencia ¡90 años antes de nacer!
Esta tarde la he visto, en directo por primera vez. Tengo que decir que me he acercado a propósito para hacerlo, y por eso la he visto: si llega a estar un poco más desplazada hacia la Plaza del Ayuntamiento, todo el tráfico de gente yendo de un centro a otro de El Corte Inglés por la calle Doctor Romagosa (especialmente los que van del centro de Pintor Sorolla al de Colón), ni la ven, a pesar de transitar a un par de metros de ella (a esto ayuda que, para cruzar la calle, el tráfico viene justo desde el lado opuesto, por lo que ni por equivocación te fijas en ella).
Precisamente, también para esta tarde, a las 18 h. está previsto que la iglesia del monasterio de San Miguel de los Reyes acoja “la presentación del libro El Colegio Imperial de Niños Huérfanos de San Vicente (S. XVIII-XIX) cuyo autor es Juan F.Morales. El libro, editado por Edicep, con apoyo de la Biblioteca Valenciana, de la Junta Central Vicentina y de Caja Murcia, forma parte de distintas actividades promovidas por 600 aniversario de la fundación del Colegio Imperial de Niños Huérfanos de San Vicente. La presentación estará precedida por un concierto de música de piano en que se interpretarán piezas de Martín y Soler, Mozart y Rossini. La entrada es libre y gratuita hasta completar el aforo”, según el correo que he recibidio de la Biblioteca Valenciana.. Como puede deducirse, no he podido estar presente, pero ya intentaré echar un vistazo al libro.
Finalmente, podría decirse que el Marqués de Cruilles se remonta, al hablar del Colegio Imperial, a casi un siglo antes, pues “Ramon Guillem Catalá, vecino de Valencia, en su codicilo autorizado por Andrés Espigól, notario, en 1º de Mayo de 1334, confirmó á favor de los Jurados de Valencia la administración de cierto hospicio que dejó fundado en su testamento, cuya fecha y receptor no se menciona, bajo la invocación de Santa María, y que estaba servido por hermanos de la Penitencia ó Beguines, segun añade una nota marginal.”
Y “supónese que hácia esta época, compadecido el santo del desamparo de muchos niños huérfanos, procuró recogerlos poniéndolos al cuidado de los Beguines. Esta piadosa creencia, sin embargo, no consta ni se identifica de un modo auténtico, pues aunque Esclapés diga que para tal efecto obtuvo el santo la casa de aquellos en el año 1410, no dice de quién ni por qué título la hubo ni si se hallaba vacante para concederla con tanta facilidad.”
Pero bueno, la cuestión es que el Colegio funcionó, y sigue haciéndolo… 600 años o 676.
Créditos:
Extractos de Resumen historial de la fundación y antigüedad de la ciudad de Valencia de los Edetanos ó del Cid, sus progresos, ampliacion y fábricas insignes, con otras particularidades, de Pascual Esclapés de Guilló, publicado en Valencia en MDCCCV, Capítulo IV De los Conventos, Casas de Ordenes Militares, Colegios, Hospitales, Cofradias y Casas de Oracion, Parte III Universidad, y Colegios de Estudios (párrafos 134 y 137)
Extracto de Guía urbana de Valencia Antigua y Moderna, del Marqués de Cruilles, publicada en Valencia en 1876, Tomo II (pp. 108 y 110-111)
Fotografías del monumento y placa en su base, y de la fachada a la calle Pérez Bayer de los actuales edificios de El Corte Inglés (antes Galerías Preciados) y Cines ABC Park, en el lugar donde se encontraba el Colegio Imperial, de junio y de abril de 2010, del autor.
Detalle de la Guía de Valencia de Editorial Pamias, de 1964 (la cruz en la manzana frente a la plaza Colegio Niños de San Vicente marca el lugar del Colegio).
Detalle del Plano de Valencia de 1910.
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