A principios de la última década del pasado siglo se realizaron en Valencia, reciente su nuevo Plan General de Ordenación Urbana, diversas actuaciones urbanísticas encaminadas a mejorar la circulación perimetral en la ciudad. Las obras las financió el entonces existente Consell Metropolitá de l’Horta, y de ellas, traemos aquí el denominado Eje Viario Manuel Candela-Tomás Montañana.
El extremo sur del Eje Viario en cuestión es un ejemplo de la ejecución de las obras adecuándose al ritmo y necesidades de los tiempos. En la imagen que se acompaña, puede verse cómo el nuevo vial se completa con un puente… incompleto. Y es que en 1992 (que es el año de la foto aérea), en la zona de continuación del puente se estaban desarrollando los trabajos del complejo de la Ciudad de las Ciencias (entonces no tenía Artes, porque el Palau de les Arts, esos días, ‘era’ una Torre de Comunicaciones), de modo que resultaba imposible que el puente pudiera continuar. Como puede apreciarse, ni siquiera conectaba con el camino que bordeaba el antiguo cauce del río.
Suficientemente finalizadas las obras en la zona de la Ciudad de las Ciencias, el bautizado como Puente de Monteolivete, obra de José Antonio Fernández Ordóñez, ya pudo completarse, esta vez según un diseño de Santiago Calatrava, que para eso era el ‘dueño’ de la Ciudad de las Ciencias, ahora, Ciudad de las Artes y las Ciencias. Durante un tiempo, convivieron juntos, uno a continuación del otro, cada cual con su propia personalidad y diseño.
Sin embargo, en 2006, con motivo del viaje de Su Santidad el Papa a Valencia, hubo un general decoro y adecentamiento de la zona donde iba a tener lugar el evento. Entre las actuaciones realizadas figuró una muy curiosa.
Por esas cosas de la rutina, no he localizado en mi archivo de fotos ninguna donde se pueda apreciar el primer tramo del puente en la época de su autor. Ésta que muestro, permite hacernos una pequeña idea de una cosa: se trata de un puente con tonos terrosos, y granates en las piezas metálicas visibles de su estructura o accesorios.
Hasta 2006. Con motivo del evento, las barandillas del puente, como una continuidad del segundo tramo, fueron pintadas de blanco, diríase blanco Calatrava, y no tengo noticia de que hubiera protestas por el cambio de color, encabezadas por el genio de Benimámet, vulnerando el diseño original, tal vez porque éste contaba, en su contra, con que Fernández Ordóñez ya había fallecido.
Hace algo más de una semana se publicó la noticia de que el Ayuntamiento de Valencia iba a renovar el sistema de alumbrado del Puente de Monteolivete, especialmente en lo que respecta al segundo tramo, aunque por donde se han iniciados los trabajos es por el tramo más veterano.
Lo destacado en la noticia es que el Ayuntamiento no va a pedir permiso a Calatrava para el cambio del diseño de la iluminación. En realidad, lo que no tenía que haberse hecho es dar permiso para el diseño original.
Lo que no sé es si alguien está haciendo pruebas de pintura para el puente completo, o sólo para las barandillas.
Créditos:
Foto áerea de la zona del Puente de Monteolivete, en 1992, tomada de la página del Ayuntamiento de Valencia.
Fotografías del Puente de Monteolivete, de octubre de 2009 la primera, y mayo de 2010 el resto, del autor.
El extremo sur del Eje Viario en cuestión es un ejemplo de la ejecución de las obras adecuándose al ritmo y necesidades de los tiempos. En la imagen que se acompaña, puede verse cómo el nuevo vial se completa con un puente… incompleto. Y es que en 1992 (que es el año de la foto aérea), en la zona de continuación del puente se estaban desarrollando los trabajos del complejo de la Ciudad de las Ciencias (entonces no tenía Artes, porque el Palau de les Arts, esos días, ‘era’ una Torre de Comunicaciones), de modo que resultaba imposible que el puente pudiera continuar. Como puede apreciarse, ni siquiera conectaba con el camino que bordeaba el antiguo cauce del río.
Suficientemente finalizadas las obras en la zona de la Ciudad de las Ciencias, el bautizado como Puente de Monteolivete, obra de José Antonio Fernández Ordóñez, ya pudo completarse, esta vez según un diseño de Santiago Calatrava, que para eso era el ‘dueño’ de la Ciudad de las Ciencias, ahora, Ciudad de las Artes y las Ciencias. Durante un tiempo, convivieron juntos, uno a continuación del otro, cada cual con su propia personalidad y diseño.
Sin embargo, en 2006, con motivo del viaje de Su Santidad el Papa a Valencia, hubo un general decoro y adecentamiento de la zona donde iba a tener lugar el evento. Entre las actuaciones realizadas figuró una muy curiosa.
Por esas cosas de la rutina, no he localizado en mi archivo de fotos ninguna donde se pueda apreciar el primer tramo del puente en la época de su autor. Ésta que muestro, permite hacernos una pequeña idea de una cosa: se trata de un puente con tonos terrosos, y granates en las piezas metálicas visibles de su estructura o accesorios.
Hasta 2006. Con motivo del evento, las barandillas del puente, como una continuidad del segundo tramo, fueron pintadas de blanco, diríase blanco Calatrava, y no tengo noticia de que hubiera protestas por el cambio de color, encabezadas por el genio de Benimámet, vulnerando el diseño original, tal vez porque éste contaba, en su contra, con que Fernández Ordóñez ya había fallecido.
Hace algo más de una semana se publicó la noticia de que el Ayuntamiento de Valencia iba a renovar el sistema de alumbrado del Puente de Monteolivete, especialmente en lo que respecta al segundo tramo, aunque por donde se han iniciados los trabajos es por el tramo más veterano.
Lo destacado en la noticia es que el Ayuntamiento no va a pedir permiso a Calatrava para el cambio del diseño de la iluminación. En realidad, lo que no tenía que haberse hecho es dar permiso para el diseño original.
Lo que no sé es si alguien está haciendo pruebas de pintura para el puente completo, o sólo para las barandillas.
Créditos:
Foto áerea de la zona del Puente de Monteolivete, en 1992, tomada de la página del Ayuntamiento de Valencia.
Fotografías del Puente de Monteolivete, de octubre de 2009 la primera, y mayo de 2010 el resto, del autor.
El problema de dejar a estos genios, y Calatrava lo es aunque a mí no me gusta, total libertad es que luego nadie puede pararles los pies y si lo intentas, pasan sobre ti. Y ejemplos de este hombre en Valencia hay varios:
ResponderEliminar- la curva sin razón del tablero del segundo puente que hizo en la ciudad (ya lleva 4)
- la misma curva sin razón en el tablero del cuarto puente y la falsa conexión que proyectó con el Umbracle, qudando un mazacote de hormigón sin sentido.
- las dos escaleras exteriores en voladizo en los extemos de la pasarela del Museo.
- etc, etc.
En cuanto llegue la nueva iluminación a su viaducto, o suyo no es puente pues no pasa sobre el cauce del río, la parte de Ordoñez sí, tendremos una denuncia al canto por romper la concepción original. En Bilbao ya lo hizo, demandar al Ayuntamiento, y ganó.
Pues ya están en ello, que ayer me di cuenta. Tan pronto estén visibles los resultados, los veréis aquí. Y lo mismo aprovecho para ilustrar algunas de las otras cosas que comentas.
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