martes, 8 de junio de 2010

Cuando de día se anuncian las noches

En aquel entonces ocurrían algunos casos de Einzelaktionen, es decir, actos individualmente realizados para coaccionar a los judíos a fin de que vendieran sus propiedades por precios irrisorios, pero se daban en general, en pequeñas ciudades y, verdaderamente, tenían su origen en la iniciativa espontánea e «individual» de algunos ambiciosos miembros de las fuerzas de asalto, las llamadas SA, que, salvo la oficialidad, estaban formadas por individuos de las clases bajas. También es cierto que la policía jamás impidió la comisión de estos «excesos».

Como ya se ha adelantado, ayer tuvimos ocasión de ver algo parecido en una llamada Universidad Autónoma de Madrid.

La participación pasiva en estos actos tal vez haya dejado tranquilos a este tipo de participantes, quienes evidentemente, ignoran o desprecian la historia, aunque sea mostrada artísticamente.

Y tal vez quienes fueron parte activa en lo sucedido estén muy orgullosos de ello, también ignorantes de la historia:
Hitler, mediante la purga de 1934 de las huestes de Röhm, había debilitado el poder de las SA, las tropas de asalto con camisas pardas que fueron casi exclusivamente responsables de los primeros progromos y atrocidades.

Recordemos nosotros, en cambio, la historia, y no olvidemos, a pesar de lo anterior, “la creciente influencia de las SS, camisas negras, que, por lo general, no empleaban lo que Eichmann denominaba con desdén «métodos de asalto»”.

Aunque los haya que sí ‘asalten’ el lenguaje, y simplemente, digan que “Disturbios en una protesta propalestina frustran un acto del embajador israelí”.

Y lo preocupante es que resulten igual de actuales que los periódicos, los libros de historia.

Créditos:
Transcripciones, según traducción de Carlos Ribalta, tomadas del capítulo 3 Especialista en asuntos judíos, de Eichmann en Jerusalén, de Hannah Arendt, editada por Lumen bajo el sello DeBols!llo (pp.63 y 64).

Fotografías tomadas del álbum de Libertad Digital sobre las agresiones en la UAM.

2 comentarios:

  1. Lo peor, no es la acción de estos desgraciados, sino la indiferencia de los demás.

    Saludos

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  2. En efecto, Guido, de ahí la referencia a la escena de Cabaret

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