“Héctor Servadac aproximóse el reloj al oído, y dijo:
- Está andando.
- Y el sol también –replicó el ordenanza.
- Efectivamente, a juzgar por su altura sobre el horizonte… ¡Ah! ¡Por todas las viñas de Medoc!
- ¿Qué tiene usted, mi capitán?
- ¿Serán las ocho de la tarde?
- ¿De la tarde?
- Sí. El sol está al Oeste e indudablemente se va a poner.
- No, mi capitán –respondió Ben-Zuf–. El sol se levanta con puntualidad, como un recluta al toque de diana. Véalo usted. Desde que empezamos a hablar hasta ahora ha subido ya bastante hasta sobre el horizonte.
- ¡Se levantará ahora el sol al Occidente! –murmuró el capitán Servadac–. Esto no es posible.
Sin embargo, el hecho no admitía duda. El astro radiante mostrábase sobre las aguas del Cheliff y recorría el horizonte occidental, sobre el que había trazado hasta aquel momento la segunda mitad de su arco diurno.”
Es sabido que, hasta lo narrado por Julio Verne, el Sol sale por el Este y se pone por el Oeste. Estas acciones del Sol han conducido a que el Oeste sea también conocido como Poniente, y el Este, como Levante.
También es sabido que en Valencia se lleva mal que se refieran a la región como ‘Levante’ ya que eso supone una cierta dependencia, aunque sea geográfica, de, al menos, Madrid. De hecho, cuando por fin se terminó la famosa A-3, durante un tiempo, se llamó Autovía de Levante, hasta que se consiguió que se quedara, el tramo exclusivo para Valencia, como Autovía de Valencia.
Naturalmente, en cuanto nos quedamos dentro de casa, la cosa cambia, y la carretera que desde Valencia va hacia el sur (la CV-400) se llama, lógicamente, Avinguda del Sud.
Y el que no esté de acuerdo, que se lea Héctor Servadac.
Créditos:
Extracto del capítulo V de Héctor Servadac, de Julio Verne, según traducción sin acreditar, en edición de 1971 de Ediciones Nauta.
Fotografía de un panel de la carretera CV-400, junto a la pedanía de La Torre, de Valencia, en mayo de 2011, del autor.
- Está andando.
- Y el sol también –replicó el ordenanza.
- Efectivamente, a juzgar por su altura sobre el horizonte… ¡Ah! ¡Por todas las viñas de Medoc!
- ¿Qué tiene usted, mi capitán?
- ¿Serán las ocho de la tarde?
- ¿De la tarde?
- Sí. El sol está al Oeste e indudablemente se va a poner.
- No, mi capitán –respondió Ben-Zuf–. El sol se levanta con puntualidad, como un recluta al toque de diana. Véalo usted. Desde que empezamos a hablar hasta ahora ha subido ya bastante hasta sobre el horizonte.
- ¡Se levantará ahora el sol al Occidente! –murmuró el capitán Servadac–. Esto no es posible.
Sin embargo, el hecho no admitía duda. El astro radiante mostrábase sobre las aguas del Cheliff y recorría el horizonte occidental, sobre el que había trazado hasta aquel momento la segunda mitad de su arco diurno.”
Es sabido que, hasta lo narrado por Julio Verne, el Sol sale por el Este y se pone por el Oeste. Estas acciones del Sol han conducido a que el Oeste sea también conocido como Poniente, y el Este, como Levante.
También es sabido que en Valencia se lleva mal que se refieran a la región como ‘Levante’ ya que eso supone una cierta dependencia, aunque sea geográfica, de, al menos, Madrid. De hecho, cuando por fin se terminó la famosa A-3, durante un tiempo, se llamó Autovía de Levante, hasta que se consiguió que se quedara, el tramo exclusivo para Valencia, como Autovía de Valencia.
Naturalmente, en cuanto nos quedamos dentro de casa, la cosa cambia, y la carretera que desde Valencia va hacia el sur (la CV-400) se llama, lógicamente, Avinguda del Sud.
Y el que no esté de acuerdo, que se lea Héctor Servadac.
Créditos:
Extracto del capítulo V de Héctor Servadac, de Julio Verne, según traducción sin acreditar, en edición de 1971 de Ediciones Nauta.
Fotografía de un panel de la carretera CV-400, junto a la pedanía de La Torre, de Valencia, en mayo de 2011, del autor.
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